Cada uno de los hijos de Dios que reconozca y acepte a la presencia del único Poderoso Dios anclado dentro de su corazón y cerebro y sienta esa verdad, profundamente, muchas veces en el día, realizando y conociendo que Dios llena su mente y cuerpo tan completamente de "luz", ya no tendrá sitio para nada más, y entonces será libre. La única-Todopoderosa "Presencia" es la Magna actividad armoniosa de la vida de cada uno y de sus asuntos, y si su atención se anclafirmemente y con determinación sobre esta verdad, no habrá altura de logros, por grandes que parezcan que el no pueda alcanzar.