La estructura del Gran Universo.
¡Este es el mundo de la Verdad!

¿Cuál es nuestro Ser?

En un pasado sin comienzo el Verdadero Yo, que es nuestro auténtico Ser, era libre, feliz y alegre. Miremos en qué consisten estas características del Verdadero Yo.
El Verdadero Ego gozaba de la Libertad Absoluta en el sentido de que podía encarnar libremente en tres mundos -el Reino Sin Formas, el Reino de Formas y el Reino de Pasiones-, aparecer allá y, por deseo propio, volver al mundo de antes.
Naturalmente, esta libertad se entendía como libertad de morir y vivir según deseo propio. Con otras palabras, al cobrar cuerpo, por ejemplo, en el Reino de Pasiones, el Verdadero Ego podía a su libre albedrío deshacerse de él si ya no lo necesitaba, volviendo de nuevo al Reino de la Destrucción Total de Deseos Mundanos.
El Verdadero Ego gozaba de la Felicidad Absoluta en el sentido de que no estaba sometido a ningún control por parte del karma. En el Reino de Pasiones y en el de Formas resulta imposible eludir el control por parte de la Ley del Karma. Estamos atados de manos y pies por el karma y privados de nuestra felicidad debido a su fuerza…
Se dice a menudo que hoy día los jóvenes viven como si fuera en broma. Es consecuencia evidente de la absorción de una gran cantidad de información entretenedora proveniente de películas, programas de televisión y comics. Por eso, convierten en broma su propia vida.
De esta manera, debido a la influencia de la información no podemos ser libres, lo cual significa infelicidad.
Sin embargo, una peculiaridad del Verdadero Ego es que esté libre de toda influencia de la información. Por supuesto que en cada momento el mismo vive cierta experiencia, pero ésta no se fija ni se guarda. Como resultado de ello existen determinadas acciones y palabras, pero no surge emoción o sentimiento alguno ligado a la experiencia pasada. Es decir el Verdadero Ego es feliz en el sentido de que no experimenta desgracias.
¿Qué es la Alegría Absoluta? El Verdadero Ego posee desde el principio la llamada energía de alegría que gasta para satisfacer sus deseos. Con otras palabras, la satisfacción del deseo significa disminución de la energía de alegría. Al tiempo que disminuye la energía de alegría aumenta la energía de sufrimiento. Así somos nosotros, los seres humanos.
El Verdadero Ego habría sido mucho más feliz si se hubiera quedado en estos tres estados iniciales, pero fue objeto de influencia de los Tres Gunas.


De "Tathagata Abhidhamma, libro 1".


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