LA COMUNIDAD DE LAS CONFLUENCIAS

Cazando Quimeras – Organizar una expedición por Internet y no morir en el intento – La Comunidad de las Confluencias se empieza a formar en Neuquén – La baja menos pensada – Bautismo de Confluencias para siete – Asado en Chos Malal – Nuevos amigos en Las Ovejas – Vadeando el Nahueve – Repuestos de Unimog al paso – El valle del Buraleo – El logro de una confluencia difícil – Regreso nocturno a Las Ovejas – Algunos desencuentros en el grupo – Campamento en Los Carrizos – Reagrupamiento en Andacollo – Siguiendo el Oleoducto Trasandino – El paso de Buta Mallin y el Hito X-19 – Campo Los Piuquenes – Vadeando el Piuquenes una y otra vez – Casi en Lenga Malal – La decisión de abortar el avance – Volviendo a Chos Malal – Cena de Pascuas y despedida – El Neuquén petrolero.

Sugerencia: Ver el sitio a pantalla completa !!!!!!!!!!!!!!

JUEVES SANTO

Después de tirar la idea en el foro PURATRACCION, más de ciento cincuenta post, dos mil lecturas y no sé cuantas llamadas telefónicas, sumadas a las horas que cada uno le destinó a organizar la expedición, el jueves a la madrugada todos nos pusimos en movimiento para acometer al primer día de aventuras, enmarcado por la conquista de la primer confluencia por el grupo de la Comunidad de las Confluencias, la 38°S 70°W. (Clickeando en la misma, el link con el relato detallado)


Picada sísmica camino a la confluencia                        Curiosos canales en "V" en cordillera del Salado

Mas fotos, clickear aquí  ==>

 VIERNES SANTO

El día siguiente, fiel al "leit motiv" de la expedición, estuvo enfocado a la conquista de la cordillerana confluencia 37°S 71°W, toda una aventura en sí misma, cuyas peripecias podrán leer clickeando en la misma.


Mapa del recorrido


Vadeo del rio Nahueve                      Otra del vadeo del Nahueve              Un alto para decidir el rumbo


Una encrucijada                                                        Bajando los caracoles del Buraleo                En el fondo del valle del Buraleo        


Subiendo hacia la confluencia                                    Cerca de la confluencia a 1896 msnm                        Bajando de la confluencia


En el campamento a orillas del Nahueve, en el paraje Los Carrizos

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SÁBADO DE GLORIA

Los del campamento desayunamos y desarmamos lo más rápido posible para poder confluir en Andacollo de acuerdo a lo previsto. Lo propio hicieron los “hoteleros” y a las 9:00 estábamos listos para la parte final de la aventura.

A esa altura yo había resignado la 38°S 71°W ya que implicaba mucho recorrido de enlace y la verdad que todos queríamos más off road.

Abrir el paso transversal entre Buta Mallín y Mongol era un excelente desafío, de esas cosas que uno sabe que puede ser el primero en algo.

 

 Cruzamos de nuevo el puente del río Neuquén rumbo a Los Miches. Hasta allí la ruta es apta para todo vehículo y muy pintoresca, sobre todo cuando se arriba a esa localidad, que sobre todo a esta altura del año, está engalanada por los álamos dorados.


Entrada a Los Miches

  A partir de allí la huella empieza a empeorar aunque lejos de ser un recorrido off road, al menos en esta época del año. Sólo el vadeo del río Lileo y algunos atajos que hicimos por la pista del oleoducto trasandino le aportaron algo vértigo al recorrido, que paisajísticamente es espectacular, como todo el norte neuquino. No hay que engañarse, durante el invierno y buena parte del deshielo debe ser intransitable, de hecho esta temporada recién se abrió el paso a fines de diciembre. 


Un mallín donde paramos a tomar agua fresca                                Por la traza del Oleoducto Trasandino

Después del vadeo del Lileo, tuvimos la mala ocurrencia de ponernos a jugar en un cañadón, que derivó en la rotura de un palier del Defender de Daniel; felizmente solo nos demoramos un poco para desarmar y anularlo y por otra parte esta chata siguió en triple tracción (tiene bloqueos adelante y atrás) como si nada ...............

 Llegamos a los caracoles que conducen al Paso de Buta Mallín sin encontrar resquicio para bajar hacia el sur, así que los subimos. Allí a mas de 1900 metros de altura el campo “Los Piuquenes” de CORFONE nos mostraba la huella que buscábamos. 

 Antes de encarar hacia el sur, fuimos hasta el puesto de Gendarmería donde hay una ermita de la Virgen del Carmen y hasta el hito fronterizo X-19, para sacar las fotos de rigor. Desde el vecino país, el imponente volcán Antuco no vigilaba mientras nos distraía con su hermosura.

 
Monumento de tuberías en el Paso de Buta Mallín


Hito X-19

 Desde el Paso de Buta Mallín hasta el puesto de Gendarmería de Mongol hay unos 30 kilómetros, casi todos “off road”, siguiendo el cauce del arroyo Piuquenes.

 Ya dentro el predio de CORFONE, nos llamó la atención la enorme cantidad de pinos plantados uno por uno en esas soledades: es casi de no creer. Avanzando lentamente por una huella serpenteante cuidando de no dañar ninguno, cruzamos toda la plantación mientras descendíamos al cauce del Piuquenes para largarnos hacia el sur por el valle donde corre el mismo. Al salir de la plantación, la huella del IGM que habíamos visto en el escritorio era apenas visible y sólo en algunos tramos: había empezado la travesía off road en serio.

 Primero cruzamos varios acarreos de los pequeños arroyos que dan origen al Piuquenes, que a medida que avanzábamos tenían cada vez más agua y piedras de mayor tamaño.

 El Piuquenes fue tomando forma y la huella ya era casi inexistente, cuando un primer vado nos complicó el avance. Una fuerte pendiente en bajada, piedras grandes y 30 o 40 cm de agua nos requirieron un poco de trabajo para acondicionar el paso. A esa altura el entusiasmo por abrir el paso era enorme y sino díganme a mí, que casi en bolas me metí en el agua a correr piedras. 


Si!!!!!, ese marciano soy yo.

 Pasamos todos pensando como lo repecharíamos si teníamos que volver. 

 

  Seguimos un par de kilómetros más acercándonos a la confluencia del Piuquenes con el Lenga Malal. Ya habíamos avanzado casi a la mitad del recorrido cuando otro vado complicado, ahora sólo por grandes piedras, detuvo nuestro avance nuevamente.

Otra vez a laburar. Dejamos pasar primero las más equipadas para que se adelanten a ver cómo venía la mano aguas abajo, mientras Osvaldo y yo luchábamos con las pequeñas Vitaras, que finalmente pasaron.

 Las noticias que venían por radio no eran alentadoras, más que nada por el tiempo, ya que dificultades era lo que esperábamos: “Parece que más adelante el valle se encajona y no podremos pasar”. Ya eran casi las seis de la tarde y había que decidir si seguíamos con el riesgo de hacer noche en la montaña y no estar listos para el regreso el domingo temprano como todos teníamos planeado o volvíamos sobre nuestros pasos hacia Andacollo, dejando la espina clavada para otra vez.  
La línea celeste indica hasta donde llegamos esta vez.

Con todo el dolor del alma, elegimos la segunda opción con el compromiso de volver el año próximo y abrir de una vez este paso.

El regreso fue lento ya que se iba haciendo de noche, a puro “trackback”. El primer vado nos entretuvo bastante porque la gravedad, en subida, es difícil de vencer cuando no podes tomar velocidad y el suelo se moja.

La solución al problema fue pintoresca, aunque por sus características creo que no hay registros fotográficos: el Samu de Gustavo trepo hasta donde pudo y después TODOS los demás con una eslinga lo levantamos.... A PULSO !!!.
Egipcios en el medio de la cordillera neuquina, no se podía creer.

 

Después fue fácil, nos anclamos al Samu y casi todos subimos a malacate, salvo el maestro de Marcelo Banco, que hizo subir la Toyota sin ayuda externa. Había que sacarse el sombrero ante tal maniobra. También subió sólo el Samu de los hermanos Díaz.

Por si alguien se le ocurre, no subimos el primero a malacate porque no había donde anclarse o daba mucho trabajo fabricar uno.

El regreso se convirtió en una entretenida travesía nocturna con todos los ingredientes y así, ahora velozmente, nos volvimos a Andacollo primero y a Chos Malal después, con la alegría de haber intentado algo único pero con la bronca de no haber podido completar el recorrido preestablecido. Era un Regreso con Gloria, pero no tanta.

En Chos Malal nos alojamos algunos en hotel y otros en carpa, para descansar bien para el largo camino a casa del domingo de Pascuas.

Nos reunimos a cenar en un boliche de Chos Malal, festejando tres fantásticos días cordilleranos por lugares muy poco frecuentados y el inicio de un par de actividades que nos dan excusas perfectas para desarrollar nuestra pasión por el 4x4: la cacería de confluencias y la apertura de pasos cordilleranos transversales. 

Creo que entre los participantes está latente la necesidad de intentar ahora por el sur llegar hasta donde llegamos ahora y cerrar el círculo. Moncol 2007 ya está en la mira de todos nosotros.

Todas las fotos clickeando en  ==> 

 REGRESO EN DOMINGO DE PASCUAS

 Pampa y familia emprendimos solos el regreso a Buenos Aires y para no desentonar con los tres anteriores días, le agregamos un pizca de aventura: Desde Chos Malal hasta Colonia 25 de Mayo nos mandamos por el Neuquén Petrolero, recorriendo la ruta provincial 6, con la excusa de ahorrarnos algunos kilómetros.

 

Salvo que llueva mucho la ruta es recomendable (tal vez si llueve en grupo es sensacional, por la cantidad de vadeos que debe tener) pero se requiere andar con el GPS encendido y con los tracks o mapas que la reproduzcan, ya que en la zona de Crucero Catriel todas las bifurcaciones son indistinguibles entre sí.

Algunas fotos más en ==> 

Una vez en el asfalto, sólo tuvimos que completar el trámite para llegar a las dos de la mañana del lunes a nuestra casa, después de 3370 km bien aprovechados.

 

  Hasta la próxima.

  Pampa

 

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