Circular la Energía en la órbita microcósmica
 

Desde los tiempos más antiguos la medicina china plantea como base de la buena salud y, en general, del óptimo desarrollo de cualquier proceso, la adecuada circulación de la energía interna, eliminando obstrucciones y estancamientos. Por otra parte, al lograr una adecuada circulación o flujo de la energía, no sólo se mejora o incrementa notablemente el buen estado de salud, sino que se permite al organismo empezar a redistribuir la energía interna; posteriormente puede lograrse algún remanente de energía para utilizar en prácticas ya no relacionadas estrictamente con la salud, sino con el desarrollo integral al que todos aspiramos.

La órbita microcósmica (o microuniverso para algunos autores) es, básicamente, el circuito compuesto por los meridianos Funcional y Gobernador, los cuales se unen al conectar la punta de la lengua con el paladar. Posteriormente se amplía este circuito incorporando las extremidades inferiores y superiores.

La realización de esta práctica requiere al principio de una buena cuota de constancia y dedicación, pues en general no es fácil ni mucho menos rápido, lograr los resultados esperados; pero una vez que se alcanzan, es muy difícil que puedan perderse: es decir, es algo así como un logro para siempre. No obstante, bastan al principio unos quince minutos diarios, en un ambiente tranquilo, sin interrupciones, donde podamos dedicar toda nuestra atención a la realización de esta práctica.

Se realiza preferentemente sentado, con la espalda recta, en lo posible apoyado sobre los isquiones, logrando un "equilibrio con balanceo" al sentarse de esa forma; las manos debieran estar descansando sobre el regazo, pero unidas por los pulgares o por las palmas; la lengua se sitúa tocando con la punta el paladar, cerca de los dientes superiores. Es conveniente aunque no imprescindible, haber integrado previamente otras técnicas tales como la respiración abdominal. Las personas que practican o han practicado actividades en las que se moviliza la energía interna, tales como artes marciales, yoga, etc., notarán que pueden incorporar esta técnica con relativa facilidad.

Se inicia realizando algunos ciclos de respiración abdominal (dos, diez, veinte… es distinto para cada persona), con el propósito de calmarnos y de ir centrando nuestra energía en el tan tien (hara). Cuando notemos que el abdomen se expande naturalmente con la energía que hemos acumulado, trataremos de llevar esa sensación, mediante nuestra intención y nuestra respiración:
  • hacia el perineo (la zona situada entre el ano y los genitales) (hui yin) (chacra base)
  • desde allí, dirigiremos la energía por la columna, ingresando por el coxis y subiendo hasta la base del cráneo. Se han descrito muchas técnicas para facilitar el paso de la energía desde el hui yin hacia el coxis; personalmente me ha dado buenos resultados la de "tirar" hacia el coxis con la parte posterior del ano. Igualmente, para lograr que la energía suba por la columna me ha resultado últil la técnica de "empujar" ligeramente el sacro hacia atrás, una vez que la energía ha ingresado en la columna.
  • desde la base del cráneo haremos subir la energía hacia el centro coronario (bai hui); para ello es conveniente apoyar el mentón en la zona superior del esternón, apretar ligeramente la lengua sobre el paladar y apretar los dientes.
  • desde el centro coronario haremos descender la energía por el medio de la frente y nariz, hasta llegar al paladar; allí presionaremos ligeramente la punta de la lengua sobre el mismo, logrando que la energía descienda por el centro del pecho hasta el tan tien (hara).

Una vez que se ha logrado hacer circular la energía en este circuito es conveniente incoporar la circulación de la energía por piernas y brazos, de la forma siguiente:

  • desde el hui yin se hará descender la energía por la parte interna de las piernas hasta la punta de los dedos de los pies; luego la energía se dirige al centro de la planta de los pies y desde allí se retorna al hui yin, circulando la energía por el centro de las piernas; se continúa con la circulación de la energía por la columna hasta un punto ubicado entre los omóplatos (C7)
  • desde este punto se llevará la energía por la parte interna de los brazos hasta la punta de los dedos, retornando al C7 para continuar hacia el centro coronario. En algunos casos puede percibirse que la energía fluye desde el C7 por el brazo derecho hasta los dedos y regresa por el brazo izquierdo, o viceversa; por ello es conveniente mantener unidas las palmas de las manos o las puntas de los dedos o al menos los pulgares.

 

Una vez terminada la práctica de la órbita microcósmica ( no importa hasta dónde se haya logrado hacer circular la energía), es muy importante "almacenar" la energía en "el punto medio del cuerpo", de forma que no se almacene en lugares inadecuados donde pueda producir efectos no deseados. La forma de hacerlo es centrar la atención en ese punto (cercano a la zona del ombligo) y "hacer girar" la energía en dicha zona, como si fuera un pequeño remolino, primero en un sentido y luego en el otro. Siempre se recomienda que las mujeres primero hagan girar la energía en el sentido opuesto a las agujas del reloj y los varones primero en el sentido de las agujas del reloj.

La conexión entre los meridianos Funcional y Gobernador se realiza al tocar el paladar con la punta de la lengua; esto puede hacerse en tres zonas diferentes: justo a continuación de los dientes superiores; o en el centro del paladar; o en la zona posterior del paladar. Cada uno de estos puntos aporta algo como un "caudal" diferente, siendo el mayor el de la zona posterior del paladar y el menor el que está justo detrás de los dientes superiores.

 

Para un desarrollo más amplio del tema pueden consultarse las obras de los maestros

Mantak Chia y Wong Kiew Kit.

Desde mi propia experiencia puedo aportar detalles a quien esté interesado,

escribiéndome a mi correo privado (sonia_sdm@yahoo.com).