¿Por qué llora el presidente?
En Chascomús se encontraron Kirchner, Alfonsín, Solá y Pedraza para anunciar
una entrega de 144 millones de pesos a Ferrovias –EMEPA
La magistral pluma de Borges en el Jardín de los caminos que se bifurcan con una sin igual metáfora, da a entender que cuando uno toma una decisión y emprende un camino, simultáneamente se le abren un sin número de posibilidades y se le cierran otras.
Esa
es sin duda la situación de nuestro presidente hoy, pero la pregunta es si habrá
transpuesto o no la intercepción del no retorno a las decisiones que sirvan a
la mayoría de nuestro pueblo.
Con
el acto de Chascomús sin duda se ha transpuesto otra bifurcación, que tal vez
sea ya un camino sin retorno, la entrega de 144 millones de pesos a la empresa
EMEPA, del conocido empresario Radical ROMERO, dueño entre otras empresas, de
Ferrovías y de Hidrovías, sin duda marca un hito difícil de olvidar.
La
presencia en el acto no solo de Alfonsín, sino de Solá y de Pedraza, el
tristemente celebre dirigente de la UF que tanto contribuyó a la destrucción
del ferrocarril y a la destrucción de miles de puestos de trabajo de la familia
ferroviaria, no es menos preocupante que la de Palacios, otro dirigente sindical
de la misma camada.
Cien
millones de pesos para reconstruir 100 coches, que debieron reconstruirse en el
programa de mantenimiento de Ferrovías, reconstrucción que difícilmente pase
de 300.000$ por coche y es facturada al Estado en casi un millón de pesos,
constituye sin duda un acto de entrega que continúa la política a favor de las
empresas que más hicieron para destruir el Ferrocarril en el proceso que comenzó
en la década menemista
La
presencia de Solá en el acto de Chascomús también es un inequívoco símbolo
de que el camino adoptado no es, por lo menos a nuestro entender, el correcto.
Mientras
EMEPA presenta un presupuesto de casi un millón de dólares por coche, los
talleres de MECHITA de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial,
reparan coches, no de trocha angosta como los de Ferrovías, sino de trocha
ancha, con presupuestos del orden de los 7 a 10.000$ por coche.
Desde
la Comisión Nacional Salvemos al Tren insistimos en que el camino de la
recuperación de nuestros ferrocarriles pasa por la reestatización, y que la
misma debería empezarse por el fortalecimiento de la empresa estatal y no por
seguir desangrando las arcas estatales enriqueciendo las privatizadas.
C.N.S.T.
La Plata, 09 de enero de 2004