Obras,
¿para
quién?
FMI
O
TRENES.
USTED
DECIDE
En
estos
días
el
presidente
de
la
Nación
ha
anunciado
un
ambicioso
plan
de
obras
que
incluyen
varias
en
la
zona
de
La
Plata,
entre
ellas
la
Terminal
Ferroautomotríz
en
1
y
44
de
La
Plata,
la
trinchera,
para
alcanzar
la
estación
desde
Tolosa
y
la
no
menos
esperada
Reapertura
de
los
Talleres
los
Hornos.
Hace
unos
años
tuvimos
un
gobernador
en
esta
provincia
que
inauguraba
y
re-inaguraba
obras,
sobre
todo
en
vísperas
de
campaña
electoral,
probablemente
sea
esta
una
enfermedad
contagiosa,
ya
que
vemos
ahora
al
presidente
con
los
mismos
síntomas.
Del
Taller
de
Vías
y
Obras
de
La
Plata
ya
nos
hemos
ocupado
extensamente
en
esta
columna
así
que
no
reiteraremos
aquí
la
falsedad
ideológica
del
anterior
anuncio,
con
bombos
y
platillos,
de
la
apertura
del
taller
hace
más
o
menos
un
año.
Ahora
la
cosa
es
más
grave,
se
nos
amenaza
con
una
obra
de
50
millones
de
dólares,
que
no
sabemos
todavía
quien
proveerá,
pero
que
con
seguridad
pagaremos
entre
todos,
para
realizar
una
obra
que
podría
resolverse
con
siete
u
ocho
millones
de
pesos.
Con
el
agravante
que
como
el
gobierno
se
encuentra,
ya
no
diremos
pendiente
de
un
hilo,
si
no
más
bien
atado
totalmente
con
alambre,
y
que
no
sabemos
cuanto
durará,
nos
amenaza
con
dejarnos
una
obra,
además
de
innecesaria,
inconclusa
(ver
“En
bote
desde
Tolosa
a
La
Plata”
en
nuestra
página
web)
Decimos
que
la
obra
del
bajo
nivel
es
innecesaria
porque
la
construcción
de
un
puente
y
dos
bajo
nivel
podría
perfectamente
resolver
el
problema
de
la
entrada
del
ferrocarril
a
la
ciudad
de
La
Plata
sin
necesidad
de
cortar
el
acceso
al
puerto,
tal
y
como
plantea
la
obra
propuesta
ahora
por
el
ejecutivo
nacional.
También
es
falsa
la
premisa
que
la
ejecución
de
estas
obras
generara
miles
de
puestos
de
trabajo,
ya
que
por
sus
características
estas
obras
se
realizarán
con
muy
poca
mano
de
obra.
Si
en
cambio
los
fondos
se
destinaran,
por
ejemplo,
a
la
construcción
de
viviendas
para
los
mismos
montos
invertidos,
los
puestos
de
trabajo
se
triplicarían
por
lo
menos.
Pero
como
es
una
constante
en
todas
las
inversiones
encaradas
por
este
gobierno
los
que
si
saldrán
con
amplias
ganancias
serán
los
contratistas
que
se
vean
favorecidos
con
las
mismas,
el
síndrome
de
Chascomús,
donde
un
coche
que
vale
100
mil
cuesta
un
millón,
es
lo
que
realmente
le
interesa
a
esta
administración.
La
pregunta
que
nos
hacemos
es
si
a
los
vecinos
de
La
Plata
y
a
las
miles
de
personas
que
todos
los
días
usan
el
Ferrocarril
desde,
y
a
esta
ciudad,
le
sirven
esas
obras,
y
lo
que
es
más
importante
si
están
dispuestos
a
pagarlas.
C.N.S.T.