Hace
algunos
años
a
una
empresa
ferroviaria
estatal
de
la
provincia
de
Buenos
Aires,
de
la
cual
en
estos
momentos
no
recuerdo
el
nombre,
le
faltaban
en
su
inventarios
unos
30
bogues,
un
domingo
por
la
tarde
se
prendió
fuego
un
galpón
y
justamente
los
bogues
que
estaban
en
ese
galpón
se
destruyeron
totalmente.
Hubo
también
varios
incendios
que
destruyeron
cientos
de
sólidos
yunques
de
hierro
y
otras
imposibilidades
físicas
por
el
estilo,
que
contribuyeron
a
ordenar
los
inventarios.
El
domingo
por
la
tarde
ardió
el
centro
de
control
eléctrico
del
Roca,
el
edificio
de
Paracas
(como
lo
conocíamos
los
ferroviarios),
debemos
decir
que
ese
edificio
y
su
contenido
no
tenía
la
solidez
de
un
bogue
ni
la
prestancia
de
un
yunque,
pero
los
japoneses
cuando
lo
diseñaron
no
ahorraron
ni
un
solo
centavo
para
dotarlo,
siendo
en
aquella
época,
uno
de
los
más
avanzados
sistemas
de
seguridad
contra
incendios.
Recordemos
que
si
todavía
funcionan
los
trenes
eléctricos
del
Roca,
ello
no
se
debe
a
la
pericia
en
el
mantenimiento
de
los
TASELLI
BOYS,
si
no
a
las
desmedidas
medidas
de
seguridad
y
confiabilidad
que
los
japoneses
incluyeron
en
su
obra.
Pero
tal
como
arde
un
yunque,
normalmente
esas
medidas
son
insuficientes.
Pero
veamos
ya
que
estamos,
quien
saldrá
beneficiado
del
incendio,
en
primer
lugar
METROPOLITANO,
ya
que
al
no
disponer
del
sistema
de
señales
del
tren
eléctrico,
deberá
cancelar
numerosas
frecuencias
de
trenes
traccionados,
y
ya
que
estamos,
esas
formaciones
servirán
para
cubrir
el
bache
del
SAN
MARTIN.
Por
el
otro
lado
la
inauguración
de
las
nuevas
extensiones
del
tren
eléctrico
hacia
Florencio
Varela obliga
a
esta
empresa
a
poner
más
trenes
eléctricos
en
servicio,
trenes
que
no
tiene,
debido
a
lo
atrasado
de
sus
planes
de
mantenimiento
(se
va
la
segunda,
como
quien
dice).
Y
tercero,
el
incendio
obligará
a
realizar
costosas
obras,
que
con
seguridad
el
Estado
(es
decir,
Usted
y
Yo) pagará
con
gusto.
Tal
como
en
su
momento
dijimos
con
las
locomotoras
incautadas:
Colorín
Colorado,
METROPOLITANO
nuevamente
beneficiado.
C.N.S.T.
0221-429-7100
(Int.
1225)
PD: Deberíamos haber empezado esta nota exigiendo una investigación sobre las responsabilidades del siniestro, pero conociendo a las actuales autoridades de transporte, ello es tal inútil como pedirle a la piara que respete las margaritas.