Ni
trenes, ni luz, ni gas...
Trenes o FMI.
Usted decide.
No
es novedad, por lo menos para los que escribimos esta columna, que uno de los
escollos fundamentales para la recuperación de nuestros trenes sean los
acuerdos con el Fondo.
Ahora
en una nueva vuelta de tuerca no es que se nos impide ejercer nuestro soberano
derecho de recuperar nuestras empresas, si no más bien que se nos dice que
debemos aumentar las ganancias de las privatizadas, y que si no lo hacemos nos
quedaremos sin luz y sin gas.
Otorgarle
aumento a las empresas simplemente vaciaría más nuestros bolsillos, pero no
lograríamos mantener ni la luz ni el gas, o como en el caso de los trenes, y en
el mejor de los casos, tendríamos servicios de luz y de gas, no ya del primer
mundo, si no más bien servicios de kartón.
Lo
que pasó con nuestros trenes, donde la desinversión nos ha llevado prácticamente
al colapso del sistema, y donde nuevamente es el Estado el que debe realizar las
grandes inversiones para que el sistema siga funcionando, también pasó con el
sistema de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires, donde Azurix
mediante, fueron abandonadas las plantas de tratamiento de afluentes y hasta las
de provisión de agua en algunos casos.
Lo
mismo ahora está pasando con el sistema eléctrico interconectado, con nuestras
usinas y demás componentes del sistema eléctrico y de gas.
No
hace falta más que mirar las torres de alta tensión para ver el estado de
abandono en que se encuentran, no debemos aquí dejar de señalar que estamos
ante los mismos problemas y los mismos actores, dicho sea de paso.
Nuestro
viejo conocido de Metropolitano, por ejemplo Sergio Taselli, es también uno de
los “nuevos dueños” del sistema eléctrico interconectado, para dar solo un
ejemplo.
Aumentar
las tarifas, o hacer inversiones en estos sistemas mientras estén manejados por
estos grupos, como también lo hemos dicho hasta el cansancio es adornar con
margaritas el chiquero.
Es
indudable que el gobierno debe abandonar su actual política basada únicamente
en lo mediático y tomar cartas en el asunto, para el caso de la luz y el gas la
solución, a nuestro criterio es la misma que para los trenes, y pasa por
primero desoír los reclamos del Fondo y luego Revisar contratos, Rescindirlos y
Reestatizar los sistemas.
A
la administración K se le plantea hoy una acción de acero, se pone los
pantalones y emprende las acciones necesarias para desvincular a los actuales
grupos de nuestras empresas o se prepara, con los costos que ello implica, a
afrontar un nuevo desastre, tal como el de Azurix o los trenes, con la luz y el
gas.
Por
lo que vamos viendo, el camino que viene siguiendo el gobierno es el segundo, si
en esto persiste, será mejor proveerse de velas, y al presidente le convendría
no descuidar el mantenimiento del helicóptero.
C.N.S.T.