COMISIÓN NACIONAL

SALVEMOS AL TREN

Miembro fundador del MONAREFA

Por el país a todo tren.

 

CROMAÑÓN

 

 

LOS PUEBLOS TIENEN DERECHO A VOTAR, NO A CAMBIAR DE POLÍTICA

Anne KRUEGER (Directora General Adjunta FMI)

Le Monde Diplomatic. Enero 2005.

 

Curiosa actitud la de los humanos, si nos matan de a uno en general no decimos nada pero si las muertes se producen en forma súbita y en un número apreciable, digamos mayor a 100 personas reaccionamos en forma impredecible y hasta muchas veces violenta.

 

Malvinas fue un ejemplo de ello, mientas los militares nos mataban de a uno por vez, la mayoría decía “en algo andarán”, pero cuando se produjo el desastre de Malvinas la voz exigiendo venganza y reparación cundió como el trueno.

 

Con Cromañón ha pasado algo igual, los muertos por la desidia y el dejar hacer con las drogas o los espectáculos del tipo de Cromañón han sido sin duda muchos más que los de la tragedia de Once, sin embargo hoy nos pone en vilo la trágica desaparición de cientos de jóvenes en un hecho que más que una casualidad fatal fue una certeza estadística, dado la cantidad de locales iguales a Cromañón hoy por suerte cerrados.

 

Con los trenes nos pasa algo similar, la cifra de muertos del sistema ferroviario es del orden de 1 muerto cada dos días, y más o menos la misma cifra de heridos graves, o sea discapacitados para siempre.

 

Si contamos que las privatizadas están hace más de 10 años los muertos en el sistema ferroviario, por causas diversas superan los 1500, es decir, casi 10 veces más que las víctimas de Cromañón.

 

Pero a diferencia de aquellas, estas víctimas son de a una por vez, ¿será por ello que son menos víctimas que las otras?

 

En general las víctimas de accidentes ferroviarios son pobres, a veces obreros, otras estudiantes o simplemente desocupados, la mayor parte de las veces sin quien los pueda representar o hacer valer sus derechos.

 

También la mayoría de los casos corresponden a accidentes que podrían evitarse tales como la caída de los trenes en ocasión de robo por puertas que no cierran, o la caída por puertas que se cierran cuando no deben, o por viajar entrenes atestados y no poder ingresar al interior de los coches.

 

Desde el dictado del decreto de emergencia ferroviaria la ya inexistente CNRT se convirtió de un organismo recaudador a un organismo decorativo.

 

El organismo recaudador de las privatizadas ha pasado ahora a ser la Secretaría de Transporte Ferroviario, pero de control hemos quedado totalmente huérfanos.

 

La investigación de los hechos de Cromañón demostró que lo que más incidió en la tragedia fue la desidia y la falta de aplicación de normas existentes. ¿qué diría la crónica si la misma lógica se aplicará a los trenes?.

 

C.N.S.T.

La Plata, 16 de febrero de 2005