COMISIÓN NACIONAL

SALVEMOS AL TREN

 

 

¿Cuánto vale el alma?

 

 

 

FMI    O   TRENES.   USTED   DECIDE.

 

 

 

En los últimos años, uno de los peores males que hemos tenido sin duda que soportar los ferroviarios, ha sido la conducción de nuestros gremios, que salvo honrosas excepciones ha sido co-responsables de la liquidación de nuestra empresa.

 

Liquidación esta que llevó a que miles de compatriotas se quedaran sin trenes y que a los ferroviarios se nos abortara un proyecto de vida que en la mayoría de los casos habíamos adoptado al ingresar a nuestra empresa.

 

Lejanos tiempos donde los ferroviarios éramos un gremio fuerte,  orgulloso y unido, que teníamos nuestra propia obra social con un hospital propio que fue modelo y orgullo de todos nosotros.

 

Lejanos épocas aquellas donde los ferroviarios pensábamos que trabajábamos en una empresa con futuro y que se preparaba para entrar en el mundo de los trenes de la alta velocidad.

 

Lejanos tiempos donde lo social estaba en la cima de nuestros pensamientos y la plata que sobraba de la explotación del Sarmiento se volcaba a las líneas de fomento del interior

 

Los ferroviarios de la mano de esta conducción gremial, hemos conocido el desprecio de la sociedad por lo que en otras épocas estábamos orgullosos de ser.

 

Los ferroviarios hemos conocido el hambre cuando miles de nosotros fuimos expulsados fuera del sistema y se nos negaba el trabajo porque muchos de nosotros solo podíamos decir que habíamos sido ferroviarios.

 

Sería injusto decir que nuestros dirigentes gremiales han sido responsables de todo ello, pero no podemos decir menos que fueron cómplices y participes necesarios del despojo.

 

Estos dirigentes, del cual sin duda Pedraza es el más cabal exponente, han perpetrado una nueva fechoría contra el grueso de nosotros, le han puesto precio al alma de los compañeros y lo que es peor aún, han logrado comprar muchas de esas almas.

 

¿Cuánto cuesta la ilusión?,

¿Cuánto cuesta la posibilidad del cambio?,

¿Cuánto cuesta un traidor?

 

Pedraza y su gente le ha puesto precio a todo esto y ha llegado al número de 1.000 $, eso es nada más y nada menos que lo que para esta gente cuesta nuestra alma.

 

 

C.N.S.T.

La Plata, 10 de noviembre de 2004