COMISIÓN NACIONAL

SALVEMOS AL TREN

Miembro fundador del MONAREFA

Por el país a todo tren.

 

6/2/2006

 

UN NUEVO PLAN FERROVIARIO QUE AUGURA NUEVAS FRUSTRACIONES

 

 

 

FMI o trenes. Usted decide.

Al FMI se lo combate con hechos, no con palabras

 

 

A través del decreto1638 del 28-12-05[1] el Poder Ejecutivo Nacional ha anunciado que invertirá 5000 millones de pesos en financiar el destruido sistema ferroviario nacional.

 

De acuerdo al listado de las obras a realizar con la plata de todos nosotros se tendría la intención de realizar una serie de obras largamente esperadas por los sufridos usuarios del tren de todo el país.

 

Desde la instalación de una línea ferroviaria que recorrerá Puerto Madero hasta el paso peatonal debajo de la estación Ringuelet hasta la reanunciada reaparición del tren Los Arrayanes (Bariloche- Constitución) todos y cada uno de los puntos a cubrir con el nuevo anuncio del Megapaln ferroviario corresponden a obras que ya en otro momento se habían anunciado o a contratos multimillonarios ya acordados con los actuales concesionarios, varios de ellos fuertemente cuestionados judicialmente, como por ejemplo la construcción de las 22  nuevas estaciones del Belgrano Norte, debido a los increíbles sobreprecios presentados por los concesionarios ferroviarios.

 

El plan juega además con sentidas reivindicaciones de los usuarios como ser la segunda etapa de la electrificación del Roca, donde se anuncia la llegada de los trenes eléctricos a La Plata y la construcción de la Sub estación Berazategui, de similares característica a la instalada por los Japoneses en Temperley.

 

En materia de trenes generales (o Inter. City[2] como gustan llamarlos los europeos) los anuncios no son menos espectaculares, entre otros , llevar la destruida vía a Misiones a la velocidad de 70 Km/hora .

 

Sin entrar en detalles acerca de la incoherencia del plan, ya que se anuncia la realización de innumerables obras las cuales en la mayoría de los casos no guardan relación unas con otras y ni siquiera se prevé como se las mantendrá, el mega plan en un complicado mosaico de piezas inconexas que preponderantemente solo beneficiara a quien las realice, mucho mas allá que a los destinatarios de las mismas, es decir los sufridos usuarios del sistema ferroviario.

 

Los anuncios de este plan recuerdan sin duda a las inversiones realizadas en el área ferroviaria en la época de Menem, las cuales llevaron al sistema a la lamentable situación en que se encuentra, inversiones estas que se realizaron con el mismo criterio que las que hoy se anuncian y beneficiando exactamente a los mismos actores del drama ferroviario, los actuales concesionarios.

 

Tomemos un ejemplo para visualizar a quien beneficiaran las inversiones: Una de las principales obras anunciadas es sin duda la demorada segunda etapa de la electrificación del Roca  ( Temperley -La Plata -Vía Circuito) . Esta obra estará en manos del grupo Taselli, el mismo que abandono la concesión del San Martín en medio del escándalo de las 15 locomotoras incautadas por falta de pago y el mismo responsable de la catástrofe de Rió Turbio. La caracterización que mejor describe a este grupo económico es la de “Vikingos Financieros” ya que la principal actividad del grupo durante los últimos 20 años ha sido la compra de empresas para luego primero vaciarlas, luego quebrarlas y finalmente desguazarlas.(No debemos omitir en esta lista el escandalo de la ex Gandara, lugo Parmalac)

 

Dentro de los antecedentes del mismo, que lo pintan de cuerpo entero, esta el cierre del Depósito de Locomotoras Tolosa, quince días después de haber finalizado la remodelación total del mismo, remodelación esta efectuada con los dineros que aporto en su momento el Estado Nacional. Hecho este que nos muestra el total desprecio de este grupo por lo que es propiedad pública. 

 

La segunda obra en importancia, es tal vez, la reconstrucción de la vía del Urquiza (Posadas –Federico Lacroce), esta obra mas que a TEA (Trenes Especiales Argentinos) actual operador del Gran Capitán, beneficiara a ALL operador de carga del mismo corredor y responsable de su actual destrucción ya que no destino ni una moneda durante los años que lleva su concesión al mantenimiento del sistema de vías, lo cual ha llevado al estado en que se encuentra a ese ramal, a pesar de estar esta empresa obligada contractualmente a mantener la velocidad de circulación a la que le fue entregado el ramal, ( en gran parte en condiciones de ser transitado a 120 km/hora).

 

No debemos tampoco en esta breve síntesis del análisis de este nuevo desacierto de la Secretaria de Transporte, olvidarnos de la compra de la chatarra europea, nuevo capitulo de una política desacertada que ha mostrado en reiteradas veces lo inútil de recurrir a la compra de material rodante usado, obsoleto, al fin de su vida útil, generalmente sin repuestos  que vienen a lucir a nuestras Pampas durante un efímero periodo sus brillantes luces. Debemos recordar aquí la compra de los TER, por parte del ferrocarril de la provincia de Buenos Aires y la de Rió Negro convertidos hoy en lujosa chatarra o los trenes Españoles que corrieron igual suerte.

 

A modo de amargo consuelo debemos advertir que en materia ferroviaria los anuncios de este gobierno simplemente no se cumplen, y eso llevara a que gran parte de los anuncios de este Megaplan solo queden en eso, anuncios, pero lamentablemente también debemos señalar que las únicas obras que esta administración ha venido realizando son las que benefician directamente a los concesionarios, es así que probablemente la electrificación del Roca se lleve a cabo ya que Taselli se beneficiara no solo con la obra en si, si no también con la posterior venta de energía para los trenes eléctricos, ya que no debemos olvidar que también es dueño de Transener (la empresa transportadora de energía eléctrica).

 

En la misma línea de pensamiento también vemos como muy poco probable la reconstrucción de los puentes de la línea a Bariloche, para que pueda transitar el tren Los Arrayanes, ya que estas obras no se encuentran en la línea de negocio de prácticamente ningún concesionario, salvo el ferrocarril de la Provincia de Rió Negro, el cual lamentablemente no es santo de devoción de la actual administración.

 

Desde la CNST creemos que no solo es necesario, si no imprescindible volcar inversiones en el sistema ferroviario, tal cual lo venimos diciendo en todos y cada uno de nuestros anteriores documentos, pero también debemos advertir que la forma que ha elegido el ejecutivo para llevar adelantes estas inversiones solo beneficiara a los actuales concesionarios y a algunos bienaventurados funcionarios que alcanzaran el reino de los cielos empujados por los generosos retornos que sin duda prodigaran estas empresas a sus ocasionales beneficiarios.

 

Tampoco creemos que las inversiones elegidas hayan sido las mejores opciones, o que no haya obras que beneficien a mas personas que la construcción de un ferrocarril a través de Puerto Madero, por ejemplo.

 

Pero de lo que no tenemos absolutamente ninguna duda es que la mayoría de estas grandes inversiones serán absolutamente dinero tirado dentro de una alcantarilla al igual que lo fueron las inversiones realizadas en la época de Menem debido a que al no haber un plan maestro o una mínima planificaron, y ni siquiera un mínimo control de parte del estado las empresas concesionarias terminaron apropiándose de todas y cada una de las inversiones que en su momento realizo el estado Nacional.

 

Hoy el control sobre las empresas es mucho mas laxo, debido en gran parte al decreto de emergencia ferroviaria, dictado en su momento por Duhalde y ratificado recientemente por este gobierno con lo cual la situación es mucho mas favorable para las empresas, lo que dicho de otro modo permitirá que los dineros invertidos ( es decir los 5000 millones de $) se diluyan rápidamente como el azúcar en el agua, dejando un amargo sabor en los millones de personas que todos los días necesitan de los trenes ya sea para sacar su producción a puerto o simplemente para alcanzar sus trabajos.

 

Desde la CNST  volvemos a insistir en que la única solución al problema ferroviario pasa por la recreación de la empresa ferroviaria estatal[3] en manos de sus trabajadores y usuarios y antes de eso revisar los actuales contratos de los concesionarios, rescindirlos luego por reiterados incumplimientos y finalmente reestatizar el sistema.

 

Lamentablemente hoy el gobierno K reitera nuevamente las consignas y los métodos de Cavallo-Menen, que llevaron al desastre a nuestros ferrocarriles y pretende hacernos creer que ellos podrán hacer bien lo que a todas luces es imposible.

 

 

 C.N.S.T

 

  

 



[1] La fecha de dictado del decreto es una simple coincidencia.

[2] Los Inter. City son los expresos que corren entre las grandes ciudades de Europa, en general compitiendo con el avión, viajando a velocidades generalmente superiores a los 200 Km/ hora y muchas veces con precios en sus primeras superiores a los del avión, en nuestro país los intercity compiten exitosamente con los carros tirados por caballos, ya que sus velocidades comerciales difícilmente superan los 20 km/hora tales como el Gran Capitán que van a Misiones y que el mega plan prevé llevar su velocidad máxima a 70 Km/hora, lo cual llevara su velocidad comercial a unos vertiginosos 35 o 40 Km/hora, velocidad sustancialmente superior a la actual.

[3] Un calculo conservador nos indica que para la reconstrucción de nuestros ferrocarriles al nivel que tenían en los años 70, es decir unos 40.000 Km de vías transitables necesitaríamos una inversión de unos 20000 millones de pesos, y un plazo no menor a 10 años a los efectos de permitir que la industria local pueda alcanzar el desafió de la reconstrucción y para permitir la formación de los cuadros técnicos que una empresa de esta magnitud necesitaría. Hoy el gobierno habla de una inversión del orden de 5000 millones de $ es decir la cuarta parte del dinero que se necesitaría para volver a tener una empresa ferroviaria, y como decíamos mas arriba esta inversión se desperdiciara inexorablemente, estamos diciendo entonces que el gobierno malgastara nada mas y nada menos que la cuarta parte del capital que necesitaríamos para recrear la empresa de transporte masivo necesaria para todos los habitantes de este país, y no la triste caricatura de ferrocarriles que hoy tenemos.