Los cuatro pilares de la GNOSIS
Conocimiento objetivo
El conocimiento del hombre y la naturaleza, para ser completo
y objetivo, debe tomar en cuenta todos los aspectos de la
vida en sus diversas manifestaciones.
El estudio del Gnosticismo tiene cuatro pilares fundamentales,
que son las cuatro formas del saber humano:
CIENCIA
- ARTE - FILOSOFÍA - RELIGIÓN.
Estos cuatro aspectos han estado presentes en todas las
culturas, y todos se fundamentan en el conocimiento-síntesis.
De igual manera, estos cuatro pilares han servido de vehículo
para que se transmitiera el conocimiento esotérico,
que sirve de iniciador para el desarrollo de los valores
espirituales y concientivos del ser humano.
En esta época, es apenas normal que se considere
al conocimiento científico como la fuente de conocimiento
objetivo por excelencia, dejando en segundo lugar a los
demás aspectos. Estudiando la historia, se puede
descubrir que lo mismo ha sucedido en muchas otras civilizaciones
y épocas, a veces fundamentadas en otro de estos
pilares: por ejemplo, en la antigua grecia se consideraba
que la forma más elevada del conocimiento surgía
de la filosofía, y se despreciaba la experimentación;
en la edad media europea se consideraba que el único
conocimiento válido era el religioso, descartando
todo aspecto que contradijera este principio, etc.
La siguiente historia sufi ilustra el resultado de este
desequilibrio
Historia de los tres ciegos y el elefante.
"Dícese de tres hombres ciegos de nacimiento,
que discutían sobre los elefantes. Llegando a la
conclusión de que poco sabían sobre el tema,
resolvieron acercarse a un elefante para investigar , y
luego reunirse a compartir sus observaciones, por lo que
pidieron a otras personas que los acercaran a algún
elefante.
El primero de los ciegos quedó al lado de la pata
de un elefante; el segundo, cerca de la trompa; y el tercero,
en la parte de atrás. Y los tres se dedicaron a estudiar
su elefante con los sentidos de que disponían.
Una vez que los tres llegaron a su propia conclusión,
se volvieron a reunir para compartir sus experiencias:
-El elefante es como una gran columna rugosa, maciza, inamovible,
que nace del suelo y se eleva, -dijo el primero de los ciegos.
-¡De ninguna manera! -le interrumpió el segundo-
De cierto y por mis observaciones puedo decir que el elefante
es un tubo flexible que en uno de sus extremos es húmedo.
-¡No discutan! Sin lugar a dudas es el elefante una
masa gigantesca y rugosa, sostenida sobre dos columnas que
se mueven, y que en la parte superior tiene una soga que
se mueve como un látigo".
Si, por simple afinidad, nos dedicáramos al estudio
de algunos de estos cuatro pilares, despreciando a los demás,
siempre estaríamos corriendo el riesgo de estar en
el papel de uno de los tres ciegos de la historia, muy convencidos
de nuestras experiencias y conocimientos, pero viendo sólo
un aspecto de la realidad.
Conocerse a sí mismo
Estudiar la Gnosis no es estudiar un libro, sino estudiar
al hombre. El fundamento vivo de la Gnosis está descrito
claramente en la inscripción que figuraba a la entrada
del Oráculo de la isla griega de Delfos, que decía:
"Hombre,
conócete a ti mismo y conocerás al Universo
y los Dioses".
Existen en el ser humano una gran cantidad de facultades
y posibilidades latentes, que al desarrollarse nos permiten
conocer profundamente la realidad de cualquier fenómeno.
La Gnosis afirma que el hombre no sólo está
constituido por cuerpo y mente, sino que también
tiene una inteligencia natural denominada Conciencia, la
cual existe en toda la naturaleza, constituyendo la esencia
oculta de las cosas, la vida en sí misma.
Es esta conciencia la que dirige en la naturaleza el complejo
mecanismo con el cual se desarrolla la vida, que deja de
ser un fenómeno nacido del azar, para ser un proceso
dirigido por la inteligencia de la naturaleza.
Desarrollando y despertando la conciencia, que es esa fracción
de inteligencia superior (o nous, en griego), el
ser humano puede conocer la realidad de cualquier fenómeno
en forma directa, ya que su propia conciencia puede comunicarse
con la esencia de las cosas. A este fenómeno se le
denomina comprensión.
La comprensión no es un proceso mental, está
más allá del proceso razonativo de la tesis
y la antítesis. La mente analiza y da nombres a los
fenómenos, lo normal es que la mente "quiere
descubrir, ver en todo fenómeno natural sus propios
prejuicios, conceptos, preconceptos, opiniones y teorías.
Nadie sabe ser receptivo, ver lo nuevo con mente limpia
y espontánea. Que los fenómenos le hablen
al sabio sería lo indicado. Desafortunadamente,
los sabios de estos tiempos no saben ver los fenómenos,
sólo quieren ver en los mismos la confirmación
de todos sus preconceptos".
La
Gnosis y la CIENCIA
La ciencia es el estudio de los fenómenos a partir
de sus causas.
Busca llegar a la comprensión de las leyes de la
naturaleza.
Sus fundamentos son la observación y la experimentación.
La Gnosis se fundamenta en la ciencia, y su estudio trasciende
las teorías y opiniones, ya que se basa exclusivamente
en la comprobación directa de los fenómenos.
Si queremos estudiar un fenómeno para comprenderlo,
llegando a conocer cómo se desarrolla, cuáles
son sus causas y sus efectos, necesitamos procurarnos una
visión lo más amplia y completa posible del
fenómeno, ya que en caso contrario existe el peligro
de llegar a conclusiones equivocadas y parciales.
La Gnosis como ciencia está dirigida al estudio
de sí mismo, utilizando las facultades de la conciencia.
Todo lo que se estudia es directamente comprobable. En estos
estudios no se está limitado al estudio del mundo
y del hombre en su aspecto físico o tridimensional,
sino que, a través del conocimiento de las dimensiones
superiores de la naturaleza -cuarta, quinta, sexta y séptima-
el investigador puede llegar a la causa verdadera de todos
los fenómenos, encontrándoles por sí
mismo una explicación completa y profunda.
No hay que confundir a la Conciencia con la memoria, ni
a la Ciencia con la Erudición. La simple repetición
de términos complicados o rebuscados, freases o teorías
que se han leído o escuchado, no es tener Conciencia
real sobre los fenómenos, ni en absoluto conocer
la Verdad, ya que ¿qué es lo que le consta
al ser humano de lo que lee o escucha?
"Toda teoría es gris, y sólo es verde
el árbol de dorados frutos que es la vida".
(Goethe).
La
Gnosis y la FILOSOFÍA
La Filosofía es el amor a la Sabiduría.
Consiste en la reflexión y el análisis
sobre el porqué de las cosas y su íntima razón
de ser.
La Gnosis como Filosofía es un funcionalismo natural
de la Conciencia, una elevación del ánimo
que nos capacita para enfrentarnos inteligentemente a todas
las adversidades de la vida; descubre ante nosotros el maravilloso
mundo que está más allá de lo físico,
nos permite comprender el por qué de la existencia,
trascender la grave disyuntiva del SER o NO SER.
Sin lugar a dudas, la auténtica revelación
tiene fundamento en la auto-gnosis, el auto conocimiento.
Esta revelación, denominada comprensión,
es siempre inmediata, directa, intuitiva, y no tiene ninguna
relación con las operaciones del razonamiento o del
intelecto.
La Inteligencia o Nous (la Conciencia), está íntimamente
relacionada con los principios espirituales del ser humano,
y está más allá de los procesos del
razonamiento.
Saberse idéntico con su propio
pneuma o espíritu,
experimentar directamente la identificación entre
lo desconocido y lo cognoscente,
es eso lo que podemos y debemos definir como auto-gnosis.
Los verdaderos filósofos que han existido en la
humanidad como por ejemplo: Lao-Tse, Confucio,
Pitágoras, Zoroastro, Platón,
Sócrates, y otros, escribieron y enseñaron
lo que les constaba por experiencia directa. Sus conocimientos
provienen de su interior, de los datos aportados por la
Conciencia, por el Ser. Esto explica por qué la Filosofía
de todos ellos en el fondo es la misma, conduce al mismo
fin.
En cambio entre los filósofos materialistas hay
contradicciones y diversidad de teorías y opiniones,
debido a que sus informaciones provienen de lo que leen,
escuchan o suponen; es decir, es el producto de la forma
particular de razonar subjetivamente de cada uno de ellos.
Y esto es natural, ya que "cada cabeza es un mundo".
Sin embargo, más allá de las opiniones particulares
que tengamos sobre el mundo, el mundo es uno solo, al igual
que la existencia de una Verdad superior.
Ninguna persona seria en estos estudios debe aceptar jamás
en forma dogmática nada. Es urgente primero investigar
antes de aceptar.
Donde hay comprensión la aceptación o rechazo
salen sobrando.
El camino de la Sabiduría consiste
en inquirir, analizar, meditar, y experimentar.
La
Gnosis y el ARTE
El arte busca dar cuerpo a la esencia secreta
de las cosas,
no el copiar su apariencia (Aristóteles).
El Arte es la búsqueda de la belleza en todas sus
manifestaciones, inspirado en el arte regio de la naturaleza.
Tal Arte tiene la facultad de ofrecer en su profundidad
simbólica un significado que escapa al intelecto.
La misma cuestión de la belleza, las proporciones,
la armonía y el contraste, si se los estudia en profundidad,
aparecen regidos por leyes naturales precisas y que trascienden
al creador de una obra en particular.
El artista, profundamente inspirado por su propia Conciencia,
es capaz de darle vida a su obra, imprimiéndole la
capacidad de inspirar a las personas que puedan admirarla.
Así su obra sirve de vehículo a una emoción
superior que no puede expresarse con palabras, pero que
por este medio puede transmitirse.
El proceso mismo de la creación de este tipo de
arte, al que llamaremos arte objetivo, y que se fundamenta
en la conciencia o nous, es algo que de por sí
escapa al razonamiento, y es apenas normal que el mismo
artista no lo pueda explicar. Se atribuye a Miguel Ángel
la explicación de que "... la obra está
ahí, sólo hay que quitar el mármol
que sobra".
En el arte de todas las épocas, en obras arquitectónicas,
pinturas, esculturas, reliquias arqueológicas, se
encuentran impresos en forma simbólica arquetipos
de la naturaleza, que estimulan a la Conciencia del hombre
para manifestarse, transmitiendo un conocimiento superior.
Como este conocimiento no es comprensible a primera vista
por el intelecto, pasa desapercibido, librando a la obra
de modificaciones que puedan alterar su contenido, y al
mismo tiempo ejerce su efecto en la Conciencia del ser humano.
En grandes obras maestras de la música, como las
de Beethoven, Liszt, Chopin, Bach, Mozart, Wagner, y otros,
se puede observar una sensibilidad artística que
proviene de lo más profundo de la Conciencia de sus
creadores. Como en la frase que se atribuye a Beethoven:
"...música que viene del Alma para que llegue
al Alma".
En el campo de la Literatura Universal, igualmente existen
mensajes psicológicos, que detallan en forma simbólica
todos los procesos íntimos que se siguen para lograr
la integración con el Ser, la autorrealización,
en obras como El Fausto de Goethe, La Divina Comedia
de Dante Alighieri, La Ilíada y La Odisea
de Homero, La Eneida de Virgilio, El Parsifal
de Wagner, entre otras.
La
Gnosis y la RELIGIÓN
"La Religión es la Ley de la Conciencia"
(Simón Bolívar).
El término RELIGIÓN proviene del latín:
re-ligare, que significa "volver a unir"
al ser humano con su creador. En todos los pueblos ha
existido siempre la noción de una Divinidad, de una
inteligencia al hombre, que le dio la vida, a veces bajo
la forma de un Dios único -el monoteísmo-
o de todo un conjunto de Dioses -politeísmo-, pero
en todos los casos anterior al hombre y al mundo.
También se repite en diversos cultos y confesiones,
el concepto de un estado original y una posterior caída
o separación del hombre de la Divinidad, y de la
necesidad del ser humano de volver a establecer ese contacto
con su creador, regresando al estado original de donde partió.
En cuestión de Religión, la Gnosis apela
a la religiosidad en su forma más profunda. En la
búsqueda de la experiencia mística directa,
para que el hombre busque a la Deidad dentro de sí
mismo, en la intimidad de su propio corazón. De no
descubrir a Dios dentro de nosotros, será difícil
que lo descubramos en otra parte. Aquel que lo logra, ciertamente
descubre la VERDAD en sí mismo.
Aquellos que encarnaron la Verdad fundaron las grandes
religiones y las grandes Escuelas de Misterios. No hay religión
más elevada que la VERDAD.
La religión es propiedad inherente a la vida, como
la humedad al agua. Podría un hombre no pertenecer
a ninguna religión, y sin embargo ser profundamente
religioso. Todo aquel que sea capaz de vivenciar la Verdad
es profundamente religioso aunque no pertenezca a ninguna
religión establecida. La íntima relación
de la mente con la Verdad es religión. Sólo
el hombre religioso es verdaderamente revolucionario, se
sale de los parámetros de su época, y suele
dejar una huella profunda en el pensamiento y en la vida
de los seres humanos.
La Verdad quiere conocerse a sí misma en cada hombre.
Jesús de Nazaret, Buddha, Mahoma, Krishna, son un
cuerpo viviente de la Verdad. Ellos encarnaron la Verdad.
Quien encarne la Verdad se hace libre.
Estudiando a la Religión en profundidad, podemos
distinguir entre las formas religiosas y los principios
religiosos.
Los principios religiosos son fórmulas vivientes,
y existen más allá del tiempo y de las personas,
y están íntimamente relacionados con el Ser
de cada persona, es decir, con su principio espiritual.
Las formas religiosas son los distintos sistemas
de enseñar y transmitir esos principios.
La Religión asume de este modo distintas formas
religiosas, según las necesidades de cada raza y
de cada época. Así las formas religiosas se
han sucedido unas tras otras a través de las épocas.
Las formas religiosas conservan los valores eternos y
están organizadas de acuerdo con las necesidades
psicológicas e históricas de cada pueblo,
de cada raza, pero todas conservan los mismos principios,
los mismos valores eternos y sólo se diferencian
en la forma.
Por esto, no es inteligente que un cristiano se burle
de la religión del Buddha o de la religión
Hebrea o Induista, porque todas las religiones descansan
sobre los mismos basamentos. Entonces resultan absurdas
las luchas religiosas, porque en el fondo todas son únicamente
modificaciones de la los mismos principios.
La religión existe más allá de las
tradiciones y de las opiniones, y su objetivo es la transformación
del ser humano, para que pueda volver a unirse con su creador,
obteniendo el re-ligare. Con un solo Buddha viviente
nacido entre las filas del Buddhismo, ya el Buddhismo ha
cumplido su misión; con un solo Cristificado en las
filas del Cristianismo, ya queda justificada la existencia
del Cristianismo; con un solo Iman entre las filas del Mahometanismo,
ya queda bien justificada la existencia de la religión
Mahometana, etc.
Todas las grandes religiones del mundo han logrado su
objetivo con hombres que consiguieron el RELIGARE, es decir
que encarnaron la Verdad. Realmente muchos son los llamados
y pocos los escogidos. Esta ley se ha cumplido ya en todas
las religiones. En palabras de Jesús: "De
mil que me buscan uno me encuentra, de mil que me encuentran,
uno me sigue, de mil que me siguen uno es mío",
y de Buddha: "De mil que me acompañan uno
me escucha, de mil que me escuchan uno me entiende, de mil
que me entienden uno me entiende perfectamente".
El estudio de cualquier forma religiosa o sistema esotérico
se enriquece con la SÍNTESIS.
El que se conoce a sí mismo, conoce al propio Ser
Interior en sí mismo; y a este proceso de conocer
su propio Ser Intimo; es precisamente la Auto-Gnosis.
Es fundamental distinguir entre la fe y la creencia ciega.
La FE es la percepción directa de lo real, es
sabiduría fundamental, viviencia de eso que está
más allá del cuerpo, de los afectos y de la
mente. La fe es sabiduría verdadera y nunca vanas
creencias, dogmas, fanatismos.
Jesús el Cristo, advierte a sus discípulos
diciéndoles: "Cuidaos de la levadura de los
saduceos y de los hipócritas fariseos".
La doctrina de los saduceos es la doctrina que se fundamenta
en los cinco sentidos, la de los materialistas ateos.
La doctrina de los fariseos corresponde a aquellas personas
que concurren a sus ritos, a sus reuniones o ceremonias
religiosas para que otros los vean; para que se diga que
son buenas personas, para aparentar ante los demás,
y se vuelven fanáticas, dogmáticas; encerrándose
en el culto religioso como una tradición, aunque
en su intimidad puedan estar llenas de odio, envidia, y
cometan toda clase de faltas.
Estas personas se convierten en fanáticas, no saben
escuchar a nadie y se llenan de muchas creencias y de falsos
conceptos, repiten muy bien lo que leen o escuchan, pero
en el fondo siguen siendo los mismos personajes sin mostrar
un cambio verdadero. La religión no les ha servido
para transformarse.
Quien vivencia la Verdad, tiene Fe auténtica.
Quien tiene Fe verdadera, no necesita creer.
La Mística encamina al hombre hacia la búsqueda
del espíritu
y la conquista de su alma, desarrollando los valores de
la conciencia.
Es necesario que el hombre alcance el religare
y descubra las causas inefables de la realidad
para alcanzar la verdadera mística.
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