LA CUARTA CRUZADA COINCIDE FATALMENTE CON LA GUERRA CIVIL EN BIZANCIO.
Luego de años de guerras civiles, la intromisión de los cruzados francos y venecianos acabó con una época para el Imperio Bizantino.
En 1204, con la toma de Constantinopla y el saqueo e incendio de sus monumentos, iglesias, palacios, casas, etc, terminaba la gloria de Bizancio.
El gobierno se trasladó a Nicea, aunque Epiro y Trebizonda también conservaron sus posesiones y actuaron como reinos independientes.
Sin embargo los Láscaris mantuvieron la idea y el espíritu del Imperio en Nicea hasta la recuperación de la capital en 1261, efectuada sin embargo por el usurpador y fundador de la última dinastía: Miguel VIII Paleólogo.