Las administración de territorios en Bizancio.

Cómo se crearon los themas.

Es imposible comprender la subsistencia del Imperio Bizantino sin lograr entender el origen de sus divisiones administrativas mas características: los themas.

Comencemos por el principio: ¿que eran los themas? pues, simplemente un territorio bien delimitado gobernado por un militar que tenía a su cargo las dos responsabilidades mas importantes: la administración civil y militar de dicho territorio.

Un antecedente importante de los themas es la creación durante el reinado de Mauricio, ya a fines del siglo VI de los exarcados de Rávena en Italia y de Cartago en Africa occidental, porque tenían dicha carácterística: un gobernador militar encargado de la administración.

Esto se daba porque por la lejanía de dichos territorios de Constantinopla, no eran fáciles de gobernar, y ante la invasión de Italia hecha por los lombardos y las difíciles condiciones de vida en Africa, el exarcado permitió conservar vastos territorios para Bizancio durante siglos, aún cuando el Imperio se hallara en lucha contra persas o búlgaros en otros frentes.

A mediados del siglo VII, y ante el empuje del Islam que arrebata de manera terrible Siria, Palestina y Egipto a los bizantinos, y amenaza a Africa occidental y a Armenia, el Imperio, herido y encerrado en sí mismo, con muchísimos menos recursos que antes, y con peligro de extinguirse, ya en época de Constante II, idea los themas propiamente dichos, que son el resultado de combinar la idea de exarcado con una administración casi sin recursos, por lo que se le entrega a los soldados parcelas de tierra en cierto territorio o thema, a cambio de su defensa incondicional.

Los themas pasan a ser las divisiones administrativas mas importantes del Imperio, porque con sus ejércitos consolidaron la defensa del mismo ante las peligrosas incursiones del enemigo.

Con el paso del tiempo, y al haber themas enormes, como el de Opsikión en Asia Menor, estos fueron trampolines para que los generales victoriosos se consagraran emperadores y fundaran dinastías, como fue el caso de León III, que provenía del thema de Anatolia.

Fue por este motivo que muchos emperadores fueron reduciendo los territorios y creando mas themas, de menor extensión, para salvaguardar su prestigio y su propia vida.

También se fue dando con el paso de los siglos un proceso de aristocratización de las familias de los militares en dichos themas, que terminaron por acumular grandes extensiones de tierras y gran poderío, socavando la base del Estado bizantino, que eran las pequeñas parcelas de tierra trabajadas por campesinos libres, y dio lugar a la toma del poder por parte de estas familias de terratenientes que cambiaron la vida del Imperio: los Comneno, los Angel, los Dukas, los Láscaris o los Paleólogo son notables ejemplos de esto.

Los themas fueron la salida que encontraron los emperadores a la crisis que se manifestaba por la pérdida de territorios fundamentales en manos de los árabes.

Ante la falta de los recursos (comercio, impuestos, tierras) de estos
territorios, el empobrecido Estado ideó el sistema de pago con tierras a los soldados.

Estos soldados, que ahora se afincaban en los territorios muchas veces fronterizos, en parcelas rurales, sintieron la necesidad de defender lo suyo, y lo hicieron realmente bien durante varios siglos, porque en su mentalidad estaba la defensa de lo que les pertenecía.

Por lo tanto, ahora luchaba por su Imperio, su Emperador, su General y por su pequeña parcela de tierra sin la cual su existencia carecería de sentido.

Esto fue confundido por varios historiadores como el nacimiento de un nacionalismo bizantino, cosa que no me parece cierta en lo mas mínimo.

La idea de un Imperio Universal único en la Tierra a semejanza del Imperio de Dios en el Cielo siguió rigiendo la vida de los bizantinos (al menos los que tenían variada cultura, los cuales eran muchos).

Lo que cambió fundamentalmente, fue la composición del ejército, que se transformó en una masa mas genuinamente bizantina (aunque hubiera descendientes de armenios, sirios, griegos, macedonios, etc) en cuanto vivían en el territorio del Imperio y lo defendían con su propia vida, ganando como premio a su valentía mas tierras que cultivar o arrendar a otros en tiempos de paz.

Los themas de Asia Menor eran al principio (comienzos del siglo VIII)los de Opsikión al Norte-Noroeste, Armeniacos al Este, Anatolikón al Centro y Suroeste y Cibirra al Sur.

Posteriormente (comienzos del siglo IX), el poderosísimo thema de Opsikión es dividido en dos, Opsikión al Noroeste y Bucelarios al Norte, y lo mismo el Anatolikón, en los themas de los Tracesios al Suroeste y de Anatolikón al Centro-Sur. El thema de Cibirra no era especialmente grande.

Esto por la gran Importancia de los vastos territorios que permitían a sus gobernantes (estrategos) el manejo de un ejército numeroso que podía rebelarse y nombrar emperador a su jefe (tal cual sucedió en 717 con la proclamación de León III por los soldados del thema de Anatolikón)

Algunas familias de soldados terratenientes fueron adquiriendo importancia, por una parte como valientes generales, y por otra, por las riquezas acumuladas, muy a pesar de los emperadores que continuamente dictaban leyes para evitarlo.

Los campesinos y su desgracia.

Debemos hablar un poco de los campesinos: eran, sin temor a equivocarme, la base del Estado de Bizancio.

Muy a pesar de la importancia del comercio, de las ciudades cosmopolitas como Constantinopla, Alejandría, Antioquía, Tesalónica y muchas mas, era el campesinado la base del Estado, y digo esto porque eran, además de productores de elementos básicos como el trigo,  y también los que pagaban mayor cantidad de impuestos al Estado.

Hubo grandes cambios a través de los siglos, pero el pequeño productor fue el mas importante de los contribuyentes para el Imperio, por ello todas las leyes del Estado referentes al campesinado trataban de proteger la pequeña propiedad.

Con el tiempo las dos provincias agrarias mas importantes pasaron a manos de los árabes, Egipto y Siria, entonces Tracia y Macedonia pasaron a cobrar capital importancia en la producción de cereales.

Como sea, a pesar de las leyes que protegían la pequeña propiedad, con el tiempo se produjo un traspaso de tierras de los pequeños productores a los grandes terratenientes, muchos de ellos provenientes de familias de soldados afincados desde hacía siglos en los respectivos themas.

El método para hacer su fortuna era muy simple: habían heredado grandes campos de sus gloriosos antepasados por las victorias obtenidas, y esperaban un mal año de cosechas (que por tener dinero no los afectaba demasiado) para comprar las pequeñas parcelas de los pobres dueños que no podían pagar sus impuestos (algo imperdonable en Bizancio).

Los emperadores se daban perfecta cuenta de lo que sucedía: una aristocracia militar naciente en los themas que acababa poco a poco con el campesinado libre, el cual vivía cada vez mas en la miseria y se veía obligado a vender por unas pocas monedas su propiedad a aquellos.

Entonces tanto Romano Lecapeno como Nicéforo Focas (a pesar de provenir de esta misma aristocracia), y Basilio II fueron grandes opositores a esta tendencia que prometía destruir el orden en el Imperio y dar a ciertas familias preponderancia incluso sobre la figura del emperador.

La aristocracia militar y hundimiento del Imperio.

Pero todo fue inútil, triunfó la aristocracia a expensas de las desgracias del Imperio (invasiones, terremotos, incendios, sequías, inviernos crueles), que provocaban malas cosechas y la ruina de los pequeños campesinos, esto a partir de la segunda mitad del siglo XI.

Familias destacadas que crecieron de esta manera: los Brienios en Tracia, los Danielis en el Peloponeso, y los Focas, Skleros, Maniakes, Maleinos, Burtzes, Botaniates, Comnenos y Paleólogos en Asia Menor.

Como verán, los Focas y Botaniates tuvieron sus propios emperadores y los Comneno junto con los Paleólogo llegaron a formar verdaderas dinastías, producto de su gran poder.

Pero este mismo cambio del centro del poder fue produciendo lentamente la inexorable caída del Imperio.

Una de las consecuencias de la administración del Imperio en base a los themas, como ya vimos, fue la concentración de los territorios o latifundios en manos de unas pocas familias de terratenientes que formaban parte de una elite o aristocracia militar, y que llegó a ser la clase dominante durante los siglos XI a XV, detentando incluso la corona de Bizancio.

Poco después de la muerte de Basilio II en 1025, solamente Jorge Maniakes y un puñado de militares estaban realmente capacitados para la guerra, mientras el emperador de turno era manejado por la corte.

Los ejércitos de los themas ya estaban desactualizados, aburguesados y conducidos por ricos terratenientes en su mayoría, que muchas veces solamente pensaban en su bienestar y ambiciones.

Por lo tanto había gran cantidad de señores que mandaban en sus respectivos territorios y aspiraban a la corona imperial, haciendo que el poder del emperador se viera reducido cada vez mas: en suma, el imperio se estaba fragmentando.

Era lógico que así sucediera, la institución de los themas había mantenido a Bizancio con vida, pero ya llevaba mas de cinco siglos de existencia y la situación del mundo había cambiado.

Era frecuente en las batallas de esas épocas que grandes señores de themas o familias rivales abandonasen a su suerte al emperador para verle perder con el resto de sus hombres, y una vez vencido culparlo de todo y nombrar a alguien mas favorable.

Así el imperio fue víctima de intereses personales que lograron pulverizarlo en un montón de fragmentos.

 

Un ejemplo de la lucha entre la aristocracia militar y la nobleza cortesana.

La máxima prueba de esto se vivió en la batalla de Mantzikert, en 1071, donde se demostró que un ejército basado en generales de los themas ya no era útil, y donde Romano IV Diógenes, un buen gobernante, fue víctima de una traición por parte de su rival Andrónico Ducas (otra familia aristocrática), y se llegó a una situación en la cual Miguel Psellos, noble cortesano y por lo tanto enemigo acérrimo de Romano IV (que por su parte pertenecía a la aristocracia militar), provocó una guerra civil, magnificó las consecuencias de la batalla y significó la cegera y la muerte para el emperador y la dolorosa pérdida del corazón de Asia Menor: Anatolia y Capadocia caían en manos de los turcos seljúcidas.

Así se mostraba lo peor de Bizancio: la nobleza cortesana que conspiraba contra los militares, que a su vez se traicionaban entre ellos, y en medio un imperio abandonado a su suerte y muchos pobladores que veían cómo cambiaban de manos sus destinos.

Una consideración de la importancia del ejército de los themas en la época de la batalla de Mantzikert en 1071.

Romano IV Diógenes, excelente militar que tenía en su haber dos campañas victoriosas contra los turcos seljúcidas, casi no pudo reclutar ese año a hijos del Imperio, debiendo hacerlo entre los mercenarios extranjeros, lo que demostraba que la división de los themas ya era inoperante, o al menos no servía para los fines que había sido creada.

Ya sea porque a los bizantinos se les ocurrían otras ocupaciones, o porque no querían luchar con el emperador por pertenecer al partido contrario (Psellos), Romano IV solamente pudo reclutar un pequeño número de bizantinos, siendo el grueso de su ejército de origen extranjero, esencialmente turcos pechenegos (provenientes del norte del Danubio), normandos y algunos contingentes de francos, o sea mercenarios provenientes de las naciones a las que menos les interesaba una victoria de Bizancio, y que se vendían al que mejor pagara.

Aquella lejana ciudad armenia cercana al lago Van fue testigo del fracaso del ejército de los themas precisamente por su casi inexistencia.

Luego los hechos injustificables de la guerra civil iniciada por Miguel Psellos, personaje nefasto en cuanto a sus decisiones políticas para el futuro de Bizancio, terminaron con la vida del emperador, que prácticamente volvía a Constantinopla con la noticia de un trato estupendo de paz con los turcos seljúcidas, que se contentaban con dejar la situación estable en la zona, dado que sus miras iban a obtener los restos del califato y Bizancio no les interesaba de momento.

Es aquí donde se demuestra que el Imperio caía por sí solo y no por las fuerzas del exterior, debido a que se desintegraba en luchas internas no resueltas, y así se estaba autodestruyendo, camino al feudalismo.

Por eso se puede afirmar que la falta de actualización de la organización administrativa (los themas) y del ejército, y la concentración del poder en la aristocracia militar (Ej: Romano IV) enfrentada a la nobleza cortesana (Ej: Miguel Psellos) provocaron una serie de malestares que hicieron que Bizancio se autodestruyera, hasta que la aristocracia militar y su feudalismo creciente se impusiera con los Comneno, viviendo un último siglo de esplendor hasta entrar luego en la antesala de la caída definitiva.

Rolando Castillo

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