8
de noviembre de 2002
¡LA GLOBALIZACIÓN ES FABULOSA!
Tom G. Palmer
La globalización provoca fuertes sentimientos en mucha gente,
pero hoy no voy a hablar mucho sobre sentimientos. Hablaré sobre
razones, lógica y evidencia. Es importante que los argumentos
tengan sentido, que puedan ser verificados o rechazados, y que podamos
cautivar nuestro corazón a través de la mente. Yo espero
poder cautivar sus mentes para que así Ustedes puedan poner sus
corazones al lado de la humanidad.
Es común que los oponentes de la globalización utilicen
el término para describir todas las características de
la vida humana que a ellos no les gustan. Yo usaré "globalización"
más precisamente para referirme a la disminución o la
eliminación de las restricciones estatales en los intercambios
a lo largo de las fronteras, y al cada vez más integrado y complejo
sistema global de producción e intercambio que ha surgido como
resultado. Las inquietudes radican en cuáles son los efectos
que la globalización verdaderamente tiene y si éstos son
beneficiosos o perjudiciales.
El asunto político fundamental es si una frontera debiese ser
utilizada para frenar las transacciones que se llevarían a cabo
si ambas partes estuvieran en el mismo lado del borde. ¿Se le
debe permitir a los productores de trigo de Estados Unidos comprar teléfonos
celulares a gente en Finlandia? ¿Se le debe permitir a las tejedoras
de Ghana vender camisas y pantalones a los trabajadores alemanes?
Yo creo que la respuesta es sí. Los oponentes de la globalización,
de la izquierda y la derecha, desde Ralph Nader hasta Patrick Buchanan
y Jean Marie Le Pen dicen que no. Antes de explicar mi sí, debo
enfatizar que el debate no trata sobre la interacción de números,
sino sobre la interacción de gente de verdad, gente de carne
y hueso con cuerpos, mentes y vidas de importancia y trascendencia.
Con el fin de poner esa carne y huesos en argumentos formales, déjenme
contarles una historia. El año pasado, un amigo maya que enseña
antropología en Guatemala me llevó a las tierras montañosas
mayas. Él me contó que antropólogos de Europa y
Estados Unidos que quieren "estudiar" a los aborígenes
se quejan de que muchas mujeres mayas ya no visten sus hermosos trajes
indígenas hechos a mano todos los días. Últimamente
este atuendo está reservado para ocasiones especiales como bautismos
y matrimonios. La reacción de los visitantes es casi de horror
unánime. Los mayas están siendo despojados de su cultura,
afirman ellos. Son las primeras víctimas de la globalización
y el imperialismo cultural.
Los visitantes no se molestan en preguntarle a las mujeres mayas el
por qué muchas de ellas no visten los atuendos tradicionales,
pero mi amigo sí lo hizo. Las mujeres le dijeron que ellas ya
no utilizan los vestidos hechos a mano porque éstos se han vuelto
muy caros. ¿Qué significa cuando vestidos a mano se han
vuelto muy caros? Significa que la mano de obra de una mujer maya se
ha vuelto más valiosa. En lugar de pasar horas y horas en un
telar manual cociendo un vestido para usar, ella puede usar ese tiempo
para cocer el mismo atuendo para vendérselo a una dama en Francia
y utilizar los ingresos para comprar tres conjuntos-y anteojos, o una
radio, o un medicamento para combatir la fiebre del dengue. O pueden
las mujeres hacer otros trabajos y todavía estar en capacidad
de comprar muchas de las cosas que ellas quieren. No están siendo
despojadas. Ellas se están haciendo más ricas. Y desde
su perspectiva, eso no es algo malo; pero es una gran decepción
a través de los ojos de los que mi amigo llama los "turistas
de la pobreza" anti-globalizadores, quienes gustan tomar fotos
de gente pobre colorida.
Así que cuando discutimos la globalización, tengamos
en cuenta a las mujeres que cosen vestidos que cada día se hacen
más caros como para que vestirlos todos los días. Esa
es la gente de carne y hueso cuya suerte será decidida, para
bien o para mal, por el debate sobre la globalización. ¿Se
harán más ricos o más pobres? ¿Vivirán
más o menos como consecuencia de nuestras políticas sabias
o estúpidas?
Mitos sobre la Globalización
La Globalización destruye empleos: Las políticas
comerciales no afectan el número de empleos pero sí afecta
el tipo de labores que la gente tiene. Si el proteccionismo incrementa
la cantidad de trabajos en industrias competitivas de importación,
igualmente reduce el número de puestos en industrias de exportación,
es decir, en las compañías que producen bienes que hubieran
sido intercambiados por bienes que hubieran sido importados pero que
ahora son más caros debido a los aranceles o que son excluidos
por las cuotas. Después de todo, las exportaciones son el precio
que pagamos por las importaciones, así como las importaciones
son el precio que los extranjeros pagan por nuestras exportaciones.
Así que si uno reduce el valor de lo importado a través
de un arancel, uno disminuye el valor de los bienes exportados que pagan
por esas importaciones. Eso se traduce en una pérdida de empleos
en la industria exportadora.
La Globalización dirige el capital hacia donde los salarios
son más bajos, explotando a los trabajadores más pobres:
Si fuera cierto que el capital fluye hacia donde los salarios son más
bajos, entonces deberíamos esperar que Burkina Faso y otros países
con mano de obra empobrecida estén inundados con inversión
extranjera. La afirmación tiene implicaciones comprobables, así
que podemos chequear. Durante la década de los noventa, el 81%
de la inversión extranjera directa de Estados Unidos fue a tres
partes del mundo: al desesperadamente pobre Canadá, a la empobrecida
Europa Occidental, y al hambriento Japón. Los países en
desarrollo (con salarios crecientes) tales como Indonesia, Brasil, Tailandia
y México representaron el 18%. Y el resto del mundo, incluyendo
a toda África, se repartieron el 1% restante. Los inversionistas
ponen su capital en los lugares que les ofrecen los mayores retornos,
y por lo general es en donde los salarios son los más altos,
no los más bajos. Además, las empresas conformadas por
inversionistas extranjeros tienden a pagar salarios más altos
que las compañías domésticas, ya que los extranjeros
quieren atraer y mantener a los mejores trabajadores.
El capital es exportado de los países ricos al Tercer Mundo
en donde se crean fábricas que explotan a los trabajadores para
luego exportar montones de bienes baratos a los países ricos,
generando un superávit comercial en los países pobres
y reduciendo la manufactura en los países ricos, por lo cual
al final todos terminan peor: Frecuentemente escucho este cuento
en las universidades. Es tan confusa que es difícil saber por
dónde empezar. Primero que todo, no es posible tener un superávit
en la cuenta capital y un superávit en la balanza comercial al
mismo tiempo. Si uno exporta más de lo que uno importa, uno está
obteniendo algo a cambio por sus exportaciones, y lo que uno obtiene
es propiedad de activos-o inversión bruta-en los países
hacia donde uno está exportando. Si uno importa más de
lo que exporta-como lo ha hecho Estados Unidos durante algunas décadas-uno
tiene que venderle algo a los extranjeros que le están enviando
sus productos, y lo que uno vende es activos, como acciones de compañías.
La identidad contable fundamental es:
Ahorro - Inversión = Exportaciones - Importaciones
La mayoría de los escenarios temerarios conjurados por los oponentes
de la globalización descansan en la simple ignorancia de los
elementos más básicos de contabilidad del comercio internacional.
La Globalización representa un deterioro de los estándares
ambientales y laborales: Otra falacia es la de que el capital fluye
a donde los estándares ambientales y laborales son los más
bajos. Pero revisemos los hechos. Los inversionistas invierten en los
lugares donde los retornos son mayores, los cuales tienden a ser donde
la mano de obra es la más productiva, los cuales son donde la
gente es más acaudalada-y la gente más rica tiende a demandar
mejores, y no peores, condiciones ambientales y laborales. Los dos casos
más citados como ejemplos de supuestos efectos negativos sobre
el ambiente-los del "atún-delfín" y "camarón-tortuga"-muestran
un mejoramiento, no un deterioro, ya que otros países han adoptado
los estándares legales de Estados Unidos para proteger a los
delfines y a las tortugas.
Lo mismo es cierto sobre las condiciones laborales. Los trabajos en
las empresas propiedad de extranjeros son usualmente los más
buscados, ya que pagan mejores salarios y ofrecen mejores condiciones
laborales que las alternativas domésticas.
La Globalización crea una cultura norteamericana homogénea
alrededor del mundo: De hecho es cierto que Estados Unidos es culturalmente
atrayente y que alguna gente-usualmente las elites-se oponen a esto.
Pero consideremos la moda que ha tomado a todo el mundo por sorpresa,
el pequeño mago inglés Harry Potter, o la locura que invadió
a los niños de siete años alrededor del mundo hace poco
con el fenómeno japonés de Pokemon, así como el
también japonés Animé, la industria cinematográfica
india "Bollywood", y muchas otras contribuciones de culturas
que no son la estadounidense, las cuales nos han enriquecido a nosotros
y a otras gentes. Eso sin mencionar a la comida tailandesa, o la habilidad
de poder escuchar canciones grabadas en casi todas las lenguas habladas
en el planeta. Si las culturas permanecieran selladas herméticamente
y sin cambios, dejarían de ser culturas humanas; se convertirían
en exhibiciones de museo. La globalización nos enriquece culturalmente.
La Globalización crea desigualdad: Las causas del aumento
y disminución de la desigualdad son complejas, pero hay una verdad
substancial en la afirmación de que la globalización crea
inequidad: la brecha en la riqueza entre aquellos países con
economías cerradas y aquellos que practican el libre comercio
continúa ensanchándose. Esa no es la desigualdad que los
anti-globalizadores tienen en mente. Dentro de los países que
han abierto sus economías al comercio y la inversión,
las clases medias han crecido, lo que quiere decir que existe menos
inequidad, en lugar de más.
Beneficios de la Globalización
La Globalización conduce a la paz al disminuir los incentivos
para el conflicto: El proteccionismo está basado en una mentalidad
y un correspondiente conjunto de políticas que enfatizan los
intereses opuestos de las naciones. En contraste, el libre comercio
une a los países en paz. Hay un viejo adagio que dice que "cuando
los bienes no pueden cruzar las fronteras, los ejércitos seguramente
lo harán."
El comercio genera riqueza: Imaginen que alguien inventó una
máquina que le permitiría a uno pasar por una puerta las
cosas que uno puede producir más barato y que por la otra puerta
saldrían las cosas que a uno le gustaría tener pero que
cuesta más producir. Los australianos podrían pasar ovejas
por una puerta y de la otra saldrían carros y fotocopiadoras.
Los japoneses podrían meter video caseteras y estéreos
en una puerta y sacar petróleo, trigo y aviones de la otra. El
inventor de dicho artefacto sería visto como un benefactor de
la humanidad-hasta que Ralph Nader o Pat Buchanan muestren que el invento
es... ¡un puerto! Entonces, en lugar de ser considerado un héroe,
el "inventor" sería vilipendiado como un destructor
de empleos-un apátrida que debe ser expulsado. Pero, ¿cuál
es la diferencia entre esa máquina tan maravillosa y el comercio?
El comercio conlleva beneficios para todos: El error más
común del proteccionismo es el de confundir la ventaja absoluta
con la ventaja comparativa. Incluso si la persona en la primera fila
es mejor que yo en todo, cada uno se beneficiaría del comercio
si él se especializa en lo que él hace mejor y yo en lo
que yo hago mejor. El viejo ejemplo de la mecanógrafa y el abogado
se aplica de igual manera a través de las fronteras así
como dentro de una oficina. El abogado puede escribir reportes legales
y mecanografiar mejor que la secretaria, pero ambos se benefician si
el abogado se especializa en escribir reportes legales, los cuales cuestan
menos en términos de producción mecanografiada perdida,
y la secretaria en mecanografiar, lo cual cuesta menos en términos
de pérdida de argumentación legal, ya que la secretaria
es mejor mecanografiando que desarrollando argumentos legales. El producto
total es mayor y ambos reciben un mayor ingreso. También esa
es una de las razones por las cuales el comercio está tan cercanamente
relacionado con la paz. Es por el hecho de que la gente puede verse
como socios cooperando en beneficio mutuo, y no como rivales mortales,
que la sociedad humana es posible en el primer lugar. El comercio es
la base primordial de la civilización humana.
El libre comercio es el camino más rápido para eliminar
el trabajo infantil: Alrededor del mundo trabajan aproximadamente
250 millones de niños. El porcentaje de niños trabajadores
ha caído-no incrementado-con el aumento del comercio y la globalización,
y por razones muy obvias. Los países pobres no son pobres porque
los niños trabajan. Los niños trabajan porque son pobres.
Cuando la gente se enriquece a través de la producción
y el libre intercambio, envían a sus hijos a las escuelas, en
lugar de los campos. El comercio global es el camino más rápido
para la eliminación del trabajo infantil y su reemplazo por la
educación infantil.
El comercio, la apertura y la globalización refuerzan
a los gobiernos democráticos y responsables, y al Estado de Derecho:
Conforme las barreras al comercio han caído, el porcentaje
de gobiernos en el mundo calificados como democráticos por Freedom
House ha aumentado dramáticamente. Del 40% de los países
con mayor apertura económica según el Informe sobre Libertad
Económica en el Mundo (co-publicado por el Cato Institute), el
90% son calificados como "libres" por Freedom House. Por el
contrario, del 20% de las naciones con las economías más
cerradas, menos del 20% fueron calificadas como "libres" y
más del 50% fueron señaladas como "no libres."
México es un buen ejemplo; la apertura de la economía
mexicana a través del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica
hizo posible la victoria del presidente Vicente Fox y la ruptura del
monopolio de poder del Partido Revolucionario Institucional. Los defensores
de gobiernos democráticos y responsables, así como del
Estado de Derecho deberían apoyar la globalización.
El libre comercio es un derecho humano fundamental: Los anti-globalizadores
y los proteccionistas empiezan asumiendo que ellos tienen el derecho
de usar la fuerza para evitar que Usted y yo llevemos a cabo intercambios
voluntarios. Pero los derechos fundamentales deberían ser los
mismos para todos los humanos, y el derecho de comerciar es un derecho
fundamental, uno que disfrutan todos los humanos, sin importar en qué
lado de la frontera vivan. El libre comercio no es un privilegio; es
un derecho humano.
El comerciar es algo distintivamente humano. Nos diferencia de todos
los demás animales. Está basado en nuestra facultad para
razonar y nuestra habilidad para persuadir. Como Adam Smith lo señaló
en una conferencia el 30 de marzo de 1763: "El ofrecimiento de
un chelín, que para nosotros parece tener un significado tan
simple y llano, es en realidad el ofrecimiento de un argumento para
persuadirlo a uno a hacer algo así como es para su interés."
Así como él notara, otros animales podrán cooperar,
pero no comercian, y no comercian porque ellos no emplean la razón
para persuadir.
No sólo es el comercio distintivamente humano, también
es una característica distintiva de la civilización, tal
y como lo señalara Homero en La Odisea. En el Libro noveno,
cuando Homero habla sobre alcanzar la tierra de los Cíclopes,
ofrece algunos pensamientos acerca de por qué los Cíclopes
son "bestias sin ley." Homero observa que:
Los Cíclopes no poseen naves con
proas carmesíes,
No hay carpinteros ahí para construirlas
en buenas condiciones
Que pudieran navegarlos a puertos
extranjeros de escala
Así como la mayoría de los hombres se arriesgan al mar
para comerciar
con otros hombres.
Los Cíclopes son salvajes porque no comercian. Viven en el mundo
preferido por los anti-globalizadores, un mundo sin comercio, un mundo
en donde toda la producción es local.
El proteccionismo debería ser rechazado no solamente porque
es ineficiente. Debería ser rechazado también porque conduce
al conflicto y a la guerra, porque es inmoral, y porque es incivilizado.