Por Mario Mazzitelli *
Este gobierno transitorio debe dejar en manos del pueblo la
relación con los organismos financieros internacionales. Para
la Argentina –otrora orgullosa, desafiante y rebelde–
definieron un modelo de sometimiento y saqueo. Les llevó más
de 25 años y finalmente lo lograron. Alentaron golpes cuando
fue preciso o la restitución democrática cuando “el proceso
se fue de cauce”. Poco importaron las formas y las violaciones
a los derechos humanos. Lo más importante fue ocupar el estratégico
sillón del Ministerio de Economía desde donde fueron
liquidando los fundamentos de nuestra independencia e
hipotecando nuestro futuro. Endeudamiento, apertura
indiscriminada de la economía, debilitamiento del Estado
nacional, privatizaciones, desindustrialización, concentración
de la riqueza y ajuste tras ajuste, poner al borde del abismo la
seguridad social, la salud, la educación, en fin, en crisis a
toda la sociedad. La cesación en el pago de la deuda con los
sectores privados dispuesta a fines de 2001 fue una decisión
ineludible. Continuar pagando a los organismos financieros fue
un error que costó 3000 millones de dólares. Con esas reservas
la economía no sería tan vulnerable, el Central tendría más
de 12.000 millones y no habría caído el PBI en más de un 10
por ciento este año. La buena letra no fue correspondida por la
tecnocracia del FMI y vienen por más. Anne Krueger, a quien
deberíamos declarar persona no grata, acaba de amenazarnos con
“castigos económicos” si no usamos nuestras escasas
reservas para atender sus insaciables exigencias. Como a Brasil,
quieren condicionar a la próxima administración. Pero ahora la
responsabilidad de definir la relación con estos organismos está
en manos del pueblo. Sostengo que un gobierno popular de unidad
nacional como el que planteamos debe declarar una moratoria
integral de la deuda y respetar la facultad del Congreso para su
tratamiento, para que sea éste el que determine la legitimidad
o no y realice un balance entre lo realmente ingresado al país,
los egresos y el valor real de la deuda. La Argentina tiene un
buen futuro próximo. Tiene salida para su recesión,
posibilidad de un fuerte shock de consumo a través de una
redistribución del ingreso con sentido de justicia, reactivación,
nueva industrialización, aumento de las exportaciones e
importaciones y un lanzamiento para volver a sentir el orgullo
de ser argentinos recuperando la cultura del trabajo.
* Candidato a presidente por el Partido Socialista Auténtico.
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