Diario EL DÍA,
La Plata - 28 de Marzo de 2000
La Lengua de Señas Argentina y su enseñanza
por personas sordas
Por Silvana Veinberg (*)
En vista de la constante expansión de la enseñanza
de la Lengua de Señas Argentina en nuestra sociedad, de la creciente demanda
de personas interesadas en aprenderla movidas por sus necesidades afectivas,
profesionales u otras y de la diversidad de opciones que últimamente van
apareciendo en nuestra ciudad, el Instituto Platense de Lengua de Señas
Argentina, nos ha hecho llegar este artículo con el fin de informar a
la opinión pública sobre el presente tema. La Lengua de Señas Argentina
(LSA), es una lengua visual y gestual, y es la lengua utilizada naturalmente
por la comunidad sorda en sus intercambios entre sordos en nuestro país.
Al ser ésta una lengua visogestual posee características propias que no
comparte con las lenguas orales. La utilización gramatical del espacio
y del tiempo, y la función lingüística de los movimientos de las manos
y sobre todo de la cabeza y las partes de la cara en la conformación de
esta lengua son sólo algunos ejemplos que muestran su especificidad. Por
otro lado, la Lengua de Señas Argentina se desarrolla dentro de una comunidad
que tiene una cultura y comportamientos propios relacionados con necesidades,
temas de interés, experiencias compartidas, formas de relación y valores
que en algunos puntos concuerdan y en otros conforman la individualidad
de la comunidad usuaria. Esta última década hemos experimentado mundialmente
un intento por el reconocimiento y la aceptación de las diferencias, políticas
de integración de todos los miembros a su comunidad en igualdad de condiciones
y avances insospechados en los medios de comunicación. Las lenguas como
medio de información y de educación se han convertido en un elemento indispensable
para la supervivencia de los seres humanos. Ni la comunidad sorda ni la
comunidad general escapan a esta necesidad. La gran demanda por aprender
la lengua de señas surge de esta necesidad. La enseñanza de la LSA, como
la de cualquier otra lengua, requiere de una correcta implementación de
criterios pedagógicos, metodologías de enseñanza de segundas lenguas y
de instructores que conozcan y utilicen fluidamente esta lengua. Como
se ha señalado anteriormente, conocer y utilizar correctamente esta lengua
no significa conocer las señas manuales que la componen, sino y especialmente
cómo estas señas se combinan entre sí en el espacio señante, cómo se combinan
con otros movimientos de las partes de la cara, la cabeza y el cuerpo
para que el encadenamiento de movimientos tenga sentido comunicativo para
el interlocutor. La dirección de la mirada, la duración del pestañeo de
los ojos, funcionan como marcadores lingüísticos que no pueden desconocerse
a la hora de enseñar la lengua a personas que no están acostumbradas a
reconocer estos rasgos. La LSA está influenciada por el castellano, ya
que se desarrolla dentro de una sociedad parlante de esta lengua. Sin
embargo, es una lengua totalmente independiente de la lengua oral y debe
ser respetada en su estructura. A partir de la observación y del respeto
por la lengua y por su comunidad usuaria se hace imprescindible analizar
qué sujeto está capacitado para transmitirla. Esta persona debe reunir
los requisitos anteriormente mencionados tanto en el área educativa como
en el dominio de la lengua. Las personas sordas que han crecido y se han
desarrollado dentro de la comunidad sorda, que conocen sus metáforas,
que han disfrutado sus historias y sus chistes y que han sido entrenados
para enseñarla. Los sordos que la utilizan como su primera lengua, aquellos
que continúan luchando para que su lengua sea reconocida dentro de las
políticas educativas y sociales, aquellos quienes además de enseñar su
lengua son también transmisores de sus historias, de su cultura. Afortunadamente
hoy en la sociedad existe una conciencia que le permite aceptar que los
sordos tienen la capacidad, el derecho y la obligación que les otorga
la lengua que los agrupa y con la cual se identifican.
(*) Master en Lingüística. Ex jefa área Sordos de la
Dirección de Educación Especial de la Pcia. de Buenos Aires.
Ex Miembro del Departamento Pedagógico de la Confederación Argentina de
Sordomudos. |