Dirección: Kenneth Branagh.

Guión: Anthony Shaffer (obra). Harold Pinter (guión).
País:
EE.UU.
Año: 2007.
Duración: 87 min.

Genero: Thriller.

Titulo Original: Sleuth.
Elenco: Michael Caine (Andrew Wyke), Jude Law (Milo Tindle), Harold Pinter (Hombre en la TV).

Producción: Kenneth Branagh, Simon Halfon, Jude Law, Simon Moseley, Marion Pilowsky y Tom Sternberg.

Música: Patrick Doyle.

 

Juego Macabro

Por Maximiliano Curcio

 

      Sinopsis: Un millonario, autor de novelas policíacas, une su ingenio con un actor en paro, que se fugó con su mujer, en un juego terriblemente serio y sumamente retorcido que traerá peligrosas consecuencias.

 

* * / REGULAR

 

Juego Macabro” es una remake de "Sleuth", una joya del suspenso de los años ’70. Innovadora en su momento, la película que protagonizaron exactamente en 1972 una dupla de lujo como Michael Caine y Laurence Olivier fue dirigida por otro grande como Joseph L. Mankiewics y partía de una adaptación de la reconocida obra de teatro de Anthony Shaffer (conocida aquí como “Juego Mortal”). En la nueva versión dirigida por Kenneth Branagh (quien en partida doble como director este año también estrenó “La Flauta Mágica”) el personaje que en el pasado represento Michael Caine ahora lo interpreta Jude Law, mientras que Caine hace lo propio con el de Olivier. Curiosamente, este ultimo hace algunos años tomo otro papel emblemático de Caine para la no muy afortunada remake de “Alfie”.

De origen teatral la novela, el film tiene un gran basamento teatral y su puesta lo deja bien en claro: desde su disposición escenográfica hasta su manejo de tiempos reales, secuencias y ritmo dialogados, lo que lo hace prácticamente una interpretación de escenario vista desde la pantalla grande. Este hecho indudablemente en algún momento del film se hará pesar. Y más allá de la destreza que intenta exhibir Branagh para cautivar la atención con planos subjetivos o tomas cenitales y mucho énfasis en este duelo de personalidades,  donde el encierro en el que transita la historia termina por abrumar.

El director, de vasta y exitosa experiencia en todo tipo de adaptaciones de la obra de William Shakeaspeare y cuyo último trabajo conocido había sido el drama testimonial “Cerca de la Libertad”, se amoldo a los cambios de la época  para llevar esta remake a pleno siglo XXI. Casi cuatro décadas después de haberse estrenado por primera vez, una gran innovación que aggiorna al film es su costado casi futurista. En esta casa con entorno de palacio antiguo, esta mansión desde afuera amenazante pero interior lleno de confort y alta tecnología sirve para describir el personaje que la habita. De aspecto glacial, sobresalen las paredes vidriadas, las simetrías, los espejos y su propia figura inmortalizada en un cuadro.

Esta es una historia de juegos de caracteres, donde tanto la venganza como la humillación sobrevuelan las aristas más marcadas de este duelo actoral en el que sus  dos únicos protagonistas dan cátedra. Dicho talento alcanza un soberbio nivel gracias al trabajo de Branagh, quien sabe como (primeros planos o plano y contraplano mediante) explotar las virtudes histriónicas de ambos. El duelo de caracteres mencionado ya se da desde la primera secuencia en común de ambos cuando comparan el tamaño de sus coches como una prolongación de si mismos y uno intenta ganar territorio y sacar ventaja sobre el otro. Cazador y cazado, victima y victimario, agredido y agresor. Michael Caine había jugado un rol similar también en “Trampa Mortal”, cuando dos décadas atrás y en una trama con semejanzas entablara un duelo peligroso junto a un jóven Christopher Reeves.

Figurativos roles que sendos interpretes británicos irán intercambiando a medida que se dilucide la trama. Diálogos con fina ironía hacen a sus personajes sacarse chispas, si bien el film parece tener un punto de inflexión cada vez que este juego se va tornando más y más malévolo. Los excesos terminan por dominar los diálogos y el lugar común se apodera de una historia que va perdiendo sorpresa y cuyo desenlace no conforma. Cabe destacar que el elemento homosexual entre estos protagonista ha sido un hallazgo en esta remake, factor remarcado por sobre la versión original. Este ingrediente que apunta a enriquecer la trama comienza siendo una interesante insinuación para convertirse en vulgar lugar común objeto de pasajes graciosos que no hacen más que diluir el clima de suspenso bien construido. 

 

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