Dirección: Todd Haynes.

Guión: Todd Haynes (historia). Todd Haynes y Oren Moverman (guión).
País: EE.UU. y Alemania.
Año: 2007.
Duración: 135 min.

Genero: Drama.

Titulo Original: I'm Not There.
Elenco: Heath Ledger (Robbie), Christian Bale (Jack/Pastor John), Richard Gere (Billy), Cate Blanchett (Jude), Julianne Moore (Alice), Charlotte Gainsbourg (Claire), Michelle Williams (Coco Rivington), Marcus Carl Franklin (Woody), Ben Whishaw (Arthur).

Producción: John Goldwyn, John Sloss, Steven Soderbergh, James D. Stern y Christine Vachon.

 

I'm Not There - No Estoy Ahí

Por Maximiliano Curcio

 

      Sinopsis: "I'm Not There - No Estoy Ahí" es un viaje poco convencional a la vida de Bob Dylan. Seis actores retratan a Dylan como una serie de personas cambiantes, de lo público a lo privado, a lo fantástico, tejiendo un rico y colorido retrato de este icono americano.

    

 

* * * / BUENA

 

El nuevo trabajo del director Todd Haynes es un film de tinte bizarro que rompe los esquemas de la biografía tradicional, ese subgénero conocido como biopic que tanto ha funcionado en los últimos tiempos a la hora de retratar a figuras celebres ya sea del espectáculo (“El Aviador”), de la política (“Malcom X”) o del deporte (“Ali”). Bob Dylan es un icono del siglo XX. Estrella, autor y cantante ha patentado una época, ha marcado a fuego un amplio espectro de géneros y generaciones musicales. Poeta contemporáneo, un trovador posmoderno como Andrés Calamaro lo definiera -vale decir que el prolífico músico argentino compartió escenario con Dylan en una gira española en 1997 e interpreto de su autoría “Make You Feel My Love” -. Dylan se ha visto reflejado en el mundo del cine en el ámbito del documental en dos joyas bien disímiles: “Don’t Look Back” de los míticos hermanos Pennbaker en 1967 y “No Direction Home” una poca difundida recreación de Martin Scorsese hace un par de años.

Haynes, un director surgido en el terreno independiente que ganara fama con una extrañeza fílmica como Velvet Goldmine y que se solidificara como autor gracias a la menos excéntrica e impecable Lejos del Paraíso, se apoya en su singular marca de autor freak para retratar pinceladas de los momentos más importantes en la vida de Bob Dylan, con la particularidad que nunca se menciona su nombre y la narración no respeta la cronología de los hechos. Son referenciados innumerables guiños y referencias que el director despliega en su obra sobre el propio Dylan, aspecto que solo los más fanáticos podrán disfrutar a pleno. También podremos disfrutar una estética pastiche que contiene desde registros en 16 mm documentales, pasando por escenas en blanco y negro hasta testimonios relatados de ficción sin un claro orden referencial.

Como dicho, el punto de partida es una estructura no lineal de relato. Para esto,  cada período en la vida de Bob Dylan, el director escogió un actor diferente. Entonces nos encontramos con el siguiente marco: la etapa de la adolescencia y la temprana obsesión del artista con la leyenda del folk Woody Guthrie es interpretada un chico negro antagónico a Dylan desde lo estético, pero cercano a los intereses del artista por la raza de color y su condenable discriminación dentro de la sociedad. En total son una media docena de figuras reconocidas de Hollywood que interpretan al personaje: Christian Bale por su parte, interpreta al músico en los comienzos de su carrera profesional en el ámbito del folk cuando Dylan dio sus primeros pasos en “The Freewheeling Bob Dylan” y “Times there are Changing” sellando su prosa y marcando un camino con canciones de protestas que hacían referencia a hechos sociales y políticos claves de los ´60 y a los que Dylan dejar ver su costado intelectual y pensante. Esta etapa también refleja metafóricamente la conversión de Dylan al cristianismo a finales de los años ´70.

El trabajo del desaparecido Heath Ledger, en una escala menor, se enfoca en la tumultuosa vida personal del músico y su conflictivo matrimonio. Cate Blanchett se roba aplausos con una interpretación tan bizarra como fabulosa, un Dylan andrógino que capta la psicodelia que rodeo al músico y su vinculación con el mundo de la fama. Un tanto desentonando con el nivel que ofrecieron los artistas mencionados, un par de escenas interpretadas por Ben Wishaw forman una recopilación de frases de Dylan mientras que el segmento que acertadamente compone Richard Gere es el surrealista de todos y representa los años de ostracismo y aislamiento mediático de Dylan.

Dylan, vale destacar, trabajó en el film de Sam Peckinpah “Pat Garret y Billy The Kid” (1973), donde compuso el clásico tema “Knocking on Heaven’s Door” e interpretó un personaje secundario. Dicho tema sumado a otros tan fundamentales del artista como “I Want You”, “Going to Acapulco” y Ballad of the Thin Man” son de gran apoyo cuando el film narrativamente se desborda. Sin dudas el trabajo de archivo de Haynes ha sido fenomenal y el film posee un nivel de detallismo para destacar. Más allá de que a lo largo de sus más de dos horas de duración el film intenta abarcar un espectro bastante mayor al que finalmente consigue, la dificultad principal que presenta es que, al no seguir una cronología y una narración lineal, para el publico común el desentrañar la vida de Dylan puede resultar un desafió más que complejo, aun si tenemos en cuenta los métodos poco convencionales de Haynes para plasmar sus ideas en pantalla.
 
 

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