I'm Not
There - No Estoy Ahí
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
"I'm Not There - No Estoy Ahí" es un viaje poco convencional
a la vida de Bob Dylan. Seis actores retratan a Dylan como una serie
de personas cambiantes, de lo público a lo privado, a lo fantástico,
tejiendo un rico y colorido retrato de este icono americano.
* * * /
BUENA
El nuevo
trabajo del director Todd Haynes es un film de tinte bizarro que
rompe los esquemas de la biografía tradicional, ese subgénero
conocido como biopic que tanto ha funcionado en los últimos tiempos
a la hora de retratar a figuras celebres ya sea del espectáculo (“El
Aviador”), de la política (“Malcom X”) o del deporte (“Ali”).
Bob Dylan es un icono del siglo XX. Estrella, autor y cantante ha
patentado una época, ha marcado a fuego un amplio espectro de
géneros y generaciones musicales. Poeta contemporáneo, un trovador
posmoderno como Andrés Calamaro lo definiera -vale decir que el
prolífico músico argentino compartió escenario con Dylan en una gira
española en 1997 e interpreto de su autoría “Make You Feel My Love”
-. Dylan se ha visto reflejado en el mundo del cine en el ámbito del
documental en dos joyas bien disímiles: “Don’t Look Back” de
los míticos hermanos Pennbaker en 1967 y “No Direction Home”
una poca difundida recreación de Martin Scorsese hace un par de
años.
Haynes,
un director surgido en el terreno independiente que ganara fama con
una extrañeza fílmica como Velvet Goldmine y que se solidificara
como autor gracias a la menos excéntrica e impecable Lejos del
Paraíso, se apoya en su singular marca de autor freak para retratar
pinceladas de los momentos más importantes en la vida de Bob Dylan,
con la particularidad que nunca se menciona su nombre y la narración
no respeta la cronología de los hechos. Son referenciados
innumerables guiños y referencias que el director despliega en su
obra sobre el propio Dylan, aspecto que solo los más fanáticos
podrán disfrutar a pleno. También podremos disfrutar una estética
pastiche que contiene desde registros en 16 mm documentales, pasando
por escenas en blanco y negro hasta testimonios relatados de ficción
sin un claro orden referencial.
Como
dicho, el punto de partida es una estructura no lineal de relato.
Para esto, cada período en la vida de Bob Dylan, el director
escogió un actor diferente. Entonces nos encontramos con el
siguiente marco: la etapa de la adolescencia y la temprana obsesión
del artista con la leyenda del folk Woody Guthrie es interpretada un
chico negro antagónico a Dylan desde lo estético, pero cercano a los
intereses del artista por la raza de color y su condenable
discriminación dentro de la sociedad. En total son una media docena
de figuras reconocidas de Hollywood que interpretan al personaje:
Christian Bale por su parte, interpreta al músico en los comienzos
de su carrera profesional en el ámbito del folk cuando Dylan dio sus
primeros pasos en “The Freewheeling Bob Dylan” y “Times there are
Changing” sellando su prosa y marcando un camino con canciones de
protestas que hacían referencia a hechos sociales y políticos claves
de los ´60 y a los que Dylan dejar ver su costado intelectual y
pensante. Esta etapa también refleja metafóricamente la conversión
de Dylan al cristianismo a finales de los años ´70.
El
trabajo del desaparecido Heath Ledger, en una escala menor, se
enfoca en la tumultuosa vida personal del músico y su conflictivo
matrimonio. Cate Blanchett se roba aplausos con una interpretación
tan bizarra como fabulosa, un Dylan andrógino que capta la
psicodelia que rodeo al músico y su vinculación con el mundo de la
fama. Un tanto desentonando con el nivel que ofrecieron los artistas
mencionados, un par de escenas interpretadas por Ben Wishaw forman
una recopilación de frases de Dylan mientras que el segmento que
acertadamente compone Richard Gere es el surrealista de todos y
representa los años de ostracismo y aislamiento mediático de Dylan.
Dylan,
vale destacar, trabajó en el film de Sam Peckinpah “Pat Garret y
Billy The Kid” (1973), donde compuso el clásico tema “Knocking
on Heaven’s Door” e interpretó un personaje secundario. Dicho tema
sumado a otros tan fundamentales del artista como “I Want You”,
“Going to Acapulco” y Ballad of the Thin Man” son de gran apoyo
cuando el film narrativamente se desborda. Sin dudas el trabajo de
archivo de Haynes ha sido fenomenal y el film posee un nivel de
detallismo para destacar. Más allá de que a lo largo de sus más de
dos horas de duración el film intenta abarcar un espectro bastante
mayor al que finalmente consigue, la dificultad principal que
presenta es que, al no seguir una cronología y una narración lineal,
para el publico común el desentrañar la vida de Dylan puede resultar
un desafió más que complejo, aun si tenemos en cuenta los métodos
poco convencionales de Haynes para plasmar sus ideas en pantalla.
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