INGLES
INTRODUCCIÓN
Lengua
inglesa, idioma y principal sistema de comunicación del Reino Unido,
Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Suráfrica y otros
países de influencia británica, donde lo entienden y hablan la gran
mayoría de sus habitantes.
La
terminación -ough Aunque la terminación inglesa -ough se escriba igual
en estas palabras, se pronuncia de seis maneras. Estas diferencias en la
pronunciación están justificadas históricamente, razón por la que el
inglés resulta un idioma difícil a las personas que aprenden a hablarlo.
El inglés
pertenece al grupo anglo-frisón, que a su vez está incluido en la rama
occidental de las lenguas germánicas, una subfamilia de las lenguas
indoeuropeas. Está relacionado con la lengua frisia, algo menos con el
neerlandés y con ciertos dialectos del bajo alemán, y mantiene
vinculación con el moderno alto alemán.
HISTORIA
DE LA LENGUA
En la
evolución del inglés se reconocen tres etapas fundamentales: el inglés
antiguo, también conocido por anglosajón, fechado entre el año 449 y el
1066 o 1100; el inglés medio, que abarca el periodo de tiempo
comprendido entre los años 1066 o 1100 hasta el 1500; y el moderno, con
dos etapas, la clásica, desde el 1500 hasta el 1660, y la contemporánea,
desde el 1660 hasta nuestros días.
Inglés antiguo
Es una
variante del germánico occidental, lengua que llevaron a la isla, en
torno al año 449, los invasores jutos, anglos y sajones. A partir de
entonces, esta nación, que había estado romanizada y pertenecía al
ámbito de la cultura de los celtas (sobre todo la de los bretones), pasó
a ser dominada por unos invasores que trajeron una lengua y una cultura
denominada anglosajona. Se desarrolló una variante de esta lengua en la
que cabe rastrear varios dialectos: el que hablaban los jutos, el sajón
occidental que hablaban los sajones y las diversas variedades de los
anglos. En el siglo IX el sajón occidental era la lengua de mayor
difusión en la prosa escrita, gracias al rey Alfredo el Grande, primer
legislador de Inglaterra. Se tradujeron del latín las obras de san
Agustín, san Gregorio y de Beda el Venerable. Sin embargo, el dialecto
de los anglos fue la lengua en que se escribió el poema épico Beowulf,
así como una poesía elegíaca que tuvo cierto interés.
Como
consecuencia de las invasiones vikingas a partir del siglo VIII, la
lengua sufrió la influencia del nórdico antiguo. A este hecho se deben
una serie de palabras relacionadas con el mar y la navegación, y otras
relativas a la organización social, como law, take, cut, both ('ley',
'tomar', 'cortar', 'ambos') y are, forma conjugada del verbo to be.
El inglés
antiguo era una lengua con mayor grado de flexión que el actual y por
eso el orden de las palabras en la oración era más libre. Poseía un
número dual para los pronombres personales, cuatro declinaciones para
los nombres y dos para los adjetivos, así como variación de género. La
conjugación verbal sólo poseía dos tiempos: el presente, que también
adquiría el valor de presente profuturo, y el pasado. Era una lengua
flexible para la composición de palabras porque su léxico era limitado
y, junto al procedimiento morfológico para la creación de neologismos,
adoptó y tomó numerosos préstamos de las lenguas con las que convivía y
se relacionaba. Por ello es notoria la influencia del sustrato celta,
aunque la investigación cifra en un 10% los nombres comunes de este
origen. Otros restos celtas se cree que han llegado procedentes del
galés, gaélico-escocés o escocés.
Inglés medio
Se suele
fechar a partir de la conquista normanda en el 1066. Al final del
periodo, la lengua, que empezó siendo flexiva y con declinación, pasó a
estar determinada por el orden sintáctico. Hacia el 1200 las tres o
cuatro terminaciones del nombre en singular se habían reducido a dos; la
indicación del plural era la terminación -es. De las cuatro
declinaciones del nombre se borra la -n final de cinco casos y la
declinación se simplifica. Todas las vocales finales se neutralizan en
-e. Los plurales masculinos de nominativo y acusativo se hacen en -as,
que después se convertirán en -es. La única forma de plural antiguo que
pervive en la lengua moderna es la de la palabra ox que hace oxen.
También son restos del estadio antiguo los cambios vocálicos de las
palabras man, men ('hombre', 'hombres') y foot, feet ('pie', 'pies').
Durante
este periodo desaparecen el género, el dual, y la declinación de los
pronombres en dativo y acusativo toma una forma única. Para evitar
confusiones, se adoptan los pronombres del escandinavo they, them, y
adquieren valor de relativo las formas who, which y that. En la
conjugación desaparecen las terminaciones y se emplea una única forma
para el singular y el plural en el pasado de los verbos llamados fuertes
(equivalente a los irregulares del español).
A
comienzos de este periodo tiene lugar la entrada en la lengua de muchas
palabras de la vida cotidiana que proceden del escandinavo o nórdico,
como egg, sky, sister, window ('huevo', 'cielo', 'hermana', 'ventana').
Los normandos, cuyas clases cultas hablaban francés, también aportaron
alrededor de unas novecientas palabras al anglosajón, como por ejemplo
baron y noble, términos que las clases populares desconocían y debían
usar en su trato con los nuevos señores. Aunque algunos nobles y el
clero aprendían inglés, también introdujeron palabras francesas
relacionadas con el gobierno, la iglesia, el ejército, los modales
cortesanos, y otras que se referían a las artes, la enseñanza y la
medicina.
En el
siglo XIV adquiere verdadero prestigio la lengua de los anglos, en cuyas
ciudades surgen las universidades y se desarrolla una próspera vida
económica y cortesana. Es la zona conocida por Midland, cuyo centro es
Londres, su influencia se extiende al sur del Támesis en Kent y Surrey.
Queda consagrado su uso en las obras de Geoffrey Chaucer, John Gower y
John Lydgate, y por la labor tipográfica que en esta lengua realizó el
impresor William Caxton.
Como
muestra de los dialectos del normando que han pervivido desde entonces
hay que reseñar el escocés, idioma de las Tierras Bajas o Lowlands de
Escocia.
Cambio del sistema vocálico
La
transición del inglés medio al moderno viene marcada por una rigurosa
evolución fonética en la pronunciación de las vocales, hecho que ocurrió
entre los siglos XV y XVI. El lingüista danés Otto Jespersen lo ha
denominado la gran mutación vocálica; consistió en alterar la
articulación de las vocales en relación con las posiciones de los labios
y la lengua, que por lo general se elevó en un grado. Este hecho supuso
que, de las 20 vocales que tenía el inglés medio, cambiaran 18. La
escritura permaneció inalterable a consecuencia de la aparición de la
imprenta. Hasta entonces el inglés medio poseía una escritura más
fonética; todas las consonantes se pronunciaban, mientras que hoy hay
muchas consonantes mudas como la l de walking.
El cambio
se inició en el siglo XV, cuando todas las vocales largas se
pronunciaron con un grado mayor de elevación de la lengua y oclusión de
la boca. Las vocales que no eran susceptibles de esa mutación se
diptongaron, por eso el fonema /i/ puede ser algo así como ee en need o
ea, como en meant; el fonema /u/ es oo como en food. La mutación, que
continúa, es la causa de que las vocales en inglés se pronuncien de
forma diferente a las demás lenguas europeas occidentales. En función de
la pronunciación que reciben las palabras préstamos de otras lenguas, es
posible fechar la época en que se introdujeron en la lengua. Por
ejemplo, se sabe que el galicismo dame, ('señora') entró antes de la
mutación porque la a se pronuncia /e:/. Al parecer, este hecho se debe
al cruce de dos sistemas articulatorios, el de los franco-normandos y el
de los anglosajones.
Inglés moderno
Etapa
clásica
A
comienzos de este periodo, iniciado en el 1500, tiene lugar un aumento
del léxico, tanto por la difusión del idioma como por los préstamos que
recibe de otras lenguas con las que entra en contacto. El renacimiento
resucita el interés por el griego y el latín, de donde se toman
numerosos términos, como por ejemplo drama, enigma o clima. Poco después
son los viajeros y comerciantes los que traen nuevos términos a la
lengua: por ejemplo, del italiano se toman stanza y violin, y del
portugués y del español proceden alligator y sombrero.
Entre los
siglos XVII y XVIII tienen lugar los cambios gramaticales más
importantes. Se introduce el pronombre its que sustituye al genitivo his,
única forma que emplean los traductores de la Biblia (1611) del rey
Jacobo I. A partir del empleo del participio, como si fuera un nombre,
precedido de la preposición on, surgen los tiempos progresivos; poco a
poco la preposición se sustituye y después desaparece. Hoy se emplea
únicamente la forma terminada en -ing. A partir del siglo XVIII el
proceso culmina con la creación de las formas pasivas progresivas del
tipo: the job is being done (‘el trabajo se está llevando a cabo’),
donde el interés sintáctico y el pragmático está centrado en el
resultado de la acción y no en el agente que la realiza.
El mayor
desarrollo y difusión de la lengua se inicia en el siglo XIX y continúa
sin interrupción. Se incorporan al inglés numerosas palabras como
consecuencia de la expansión colonial británica. Así, son americanismos,
canoe, raccoon, wigwam, llama, quinine y potato, entre otras muchas
('canoa', 'mapuche', 'tienda de campaña', 'llama', 'quinina' y
'patata'); africanismos, chimpanzee y zebra; proceden de la India,
bandanna, curry y punch; y de Australia, kangaroo y boomerang.
El inglés
del siglo XX
En el
siglo XX los hablantes cultos del Reino Unido pronuncian de acuerdo con
lo que se llama pronunciación admitida (recieved pronunciation). La
norma culta es la de los internados privados, las viejas universidades
de Oxford y Cambridge, y caracteriza la pronunciación de la BBC, aunque
cada vez se acepta mejor la pronunciación dialectal de sus locutores. No
hay Academia de la lengua que fije las normas escrita o hablada del
idioma. Es una lengua que ha pasado de la síntesis al análisis, de la
declinación y la flexión al orden sintáctico, de las desinencias a las
raíces, y estructuralmente es casi monosilábica, excepto en los términos
científicos derivados de las raíces griegas y latinas.
Dada su
enorme difusión presenta variedades dialectales con rango de lenguas
nacionales. Restringidos al ámbito europeo, hay que señalar el dialecto
irlandés, que mantiene ciertas peculiaridades en la pronunciación, la
sintaxis (como el empleo de after detrás de las formas del verbo to be),
algunos arcaísmos en el vocabulario (como adown en lugar de dawn) y
palabras de origen celta. El dialecto escocés de las Tierras Bajas,
también llamado lallans, se dio a conocer al mundo por primera vez a
través de las baladas del poeta Robert Burns. Contiene algunas
diferencias en la pronunciación de las vocales y palabras de origen
escandinavo como señas de identidad.
Una
situación especial es la que ofrece el inglés australiano, por su
marcada diptongación de las vocales, y las diferencias en el uso de
determinadas palabras que son fruto de la interacción de los pueblos
indígenas y sus colonizadores.
EL INGLÉS
AMERICANO
Noah
Webster La obra de Noah Webster, An American Dictionary of the English
Language (1828), fue el diccionario más amplio y con mayor cantidad de
vocablos de su tiempo. Fue también el primer diccionario que diferenció
el uso estadounidense del inglés.Culver Pictures
Gracias a
la colonización británica de algunas zonas de América del Norte y a la
expansión territorial en el siglo XIX, tuvo lugar la evolución del
inglés americano, que abarca las variedades habladas en Canadá y Estados
Unidos. El inglés hablado en Canadá presenta ciertos rasgos en la
pronunciación (como la conversión de la t- en posición implosiva como
una africada alveolar sorda, muy próxima a la ch del español). La norma
escrita suele ser rígida desde el punto de vista morfológico y
sintáctico, y es más tolerante con los neologismos. Entre las primeras
personas que señalaron las diferencias que existían entre el inglés
británico y el estadounidense se encuentra el lexicógrafo Noah Webster.
Su Diccionario americano de la lengua inglesa (1828) señaló tales
diferencias al incluir muchos neologismos americanos, así como el
americanismo en la significación y el uso de las palabras antiguas, los
cambios en la pronunciación y la reforma que propuso en la ortografía (-er
en lugar de -re, -or en lugar de -our, check en lugar de cheque). A
pesar de lo dicho, es difícil decidir si una obra impresa —sin tener en
cuenta el contexto— ha sido escrita en Gran Bretaña, Estados Unidos o
Canadá, y otro tanto pudiera decirse de Australia, Nueva Zelanda o
Suráfrica.
Evolución
del inglés americano
En el
siglo XVIII los estudiosos ingleses observaron la "pasmosa uniformidad"
de la lengua que se hablaba en las colonias, excepción hecha del habla
de los esclavos. Sin embargo, calificaron de subvariedades del inglés lo
que hablaban los indios norteamericanos y los demás grupos no
británicos. La razón estriba en que los primeros colonos no pertenecían
a grupos regionales sino sociales, que procedían de cualquier parte de
Inglaterra, de ahí que no hubiera ningún dialecto británico dominante.
Variedades
dialectales
Los
estudios anteriores a 1940 distinguían tres grandes dialectos, con
varias subdivisiones cada uno. El septentrional, localizado en Nueva
Inglaterra y el estado de Nueva York, cuyo exponente más conocido es el
neoyorquino, de la ciudad que le da nombre. Es característico en él la
pérdida de la r intervocálica o en posición interior, así como la
relajación de la aspiración de la h. También está el llamado dialecto
Midland, que se utiliza a lo largo de la costa, desde Nueva Jersey a
Delaware, con un sinfín de subdialectos, como el del área de Ohio, el
occidental de Virginia y el oriental de Kentucky y Tennessee. Por
último, el dialecto sureño, que se habla desde Delaware hasta Carolina
del Sur. En la actualidad, el uso que de la lengua hacen las emisoras de
radio y los canales de televisión ha provocado la crítica de los
dialectólogos, defensores de la riqueza y la diversidad del idioma. Pero
las variedades dialectales no se han eliminado por ningún procedimiento:
el dialecto de Midland mantiene la r final y las personas cultas del sur
siguen sin distinguir pen de pin.
Variaciones léxicas
A finales
del siglo XIX y principios del XX estudiar el inglés estadounidense
quedaba reducido a identificar los americanismos y proporcionar las
etimologías correspondientes: préstamos de las lenguas indígenas
americanas (mugwump 'dirigente político', caucus 'asamblea que elige a
un candidato o jefe político'); palabras que se mantienen después de que
las ha perdido el inglés británico (bug que significa el genérico
'insecto' y no chinche que es el valor del término en Gran Bretaña);
palabras que han adquirido un significado diferente en el Nuevo Mundo.
Hay una amplia lista de americanismos (elevator 'elevador o ascensor',
truck 'camión', hood 'capó del coche', windshield 'parabrisas' garbage
collector 'barrendero') que se diferencian de sus equivalentes
británicos (lift, lorry, bonnet of a car, windscreen, dustman). Tales
diferencias se mantienen en la actualidad, pero gracias a las
comunicaciones y los medios de difusión actuales no hay hablante del
inglés a un lado y otro del Atlántico que no pueda entender los usos y
los significados de esos términos sin ningún problema.
EL LLAMADO
INGLÉS BÁSICO
A finales
de la década de 1920 los británicos Odgen y Richards, psicólogo y
pedagogo respectivamente, publicaron una simplificación del inglés a la
que denominaron inglés básico. Se utiliza sobre todo en la enseñanza del
idioma como segunda lengua, con el fin de convertir el inglés en la
lengua internacional. Donde encuentra mayores dificultades es en la
escritura.
El inglés
básico se fundamenta en una idea bastante compleja, la de limitarse a
las unidades básicas del pensamiento y expresarlas claramente con el
léxico limitado del lenguaje cotidiano. Contiene 850 palabras básicas,
que incluyen 600 nombres (de cosas y sucesos), 150 adjetivos y 100
palabras operadores, es decir, preposiciones y verbos. Los términos
empleados son comunes a todos los países anglohablantes. Trata de no
contener sinónimos, operar con los verbos básicos, que se combinan con
las preposiciones para matizar su significado.
EL FUTURO
DEL IDIOMA
La
influencia de los medios de comunicación de masas parece influir en una
mayor uniformidad en la pronunciación, la escritura, e incluso cierto
intento por ajustar mejor la escritura a la fonética. Sin embargo,
frente a este deseo voluntarista por normalizar el idioma, lo único
permanente es su tendencia a crecer y cambiar. Continuamente se acuñan
neologismos, y el uso modifica el significado de los términos para
expresar nuevos conceptos. El intercambio con el inglés americano
enriquece al británico y se está convirtiendo en la lengua internacional
más importante.
|