El diputado Pedro Salvatori fue uno de ellos, por ende, es un INFAME TRAIDOR A LA PATRIA. También votó la suma del poder público para Cavallo el geronte esclerótico e impresentable llamado Víctor Peláez, diputado radical. Norma Miralles, progenitora del fingido opositor Tom Romero, también alzó su mano para darle todo el poder al Mingo. Y no hay que olvidar que la representante del Frepaso, Isabel Focco, también adhirió a lo que mandaba su presidente y cedió poderes de emperador al reverendo hijo de mil puta de Cavallo. Todos ellos, Salvatori, Miralles, Focco y Peláez son co-responsables del Apocalipsis argentino.

Pero ellos no están solos. Son representantes de partidos políticos y sus partidos también son responsables por estos votos de la infamia. Massei, Quiroga, Vidal, Verdinelli, Radonich, Lugones, Correa, Villar, todos ellos debieron impedir que Focco y Peláez votaran los superpoderes. Ahora no pueden hacerse los distraídos. Sobisch, Monti, Pérez, Brollo, etc. debieron impedir el voto de Salvatori. Romero debió haber impedido el voto de Romero. Ahora que no se hagan los bonitos. Ellos provocaron esta situación. A no equivocarse señores, ellos son tan responsables del descalabro como De la Rúa, Cavallo y Sobisch. Se salvan los que saltaron del barco a tiempo: los del ARI, por ejemplo, que fueron claros en denunciar la ALTA TRAICION que significaba entregar la soberanía popular a un demente como Cavallo y a un cagón, forro como De la Rúa.

Todas esta gentuza también debe ser enjuicidada políticamente. Claro que el mecanismo de juicio político no va a funcionar. Pero el juicio político por excelencia es el repudio público de sus acciones. Ya se los castigó con el voto. Ahora hay que castigarlos en la calle, darles la espalda, escupirles la cara, putearlos a los gritos, señalarlos con el dedo en cuanto lugar se los encuentre. Que no les sea fácil andar por Neuquén. Que pierdan la tranquilidad de tomar un café, de ir al cine, de visita un shopping, o de pasear el perro.

Sobisch se lamenta del mal gobierno delarruísta, pero él le dio superpoderes Salvatori mediante. Radonich aburre con argumentos que omiten decir que él no dijo nada cuando Focco tenía que votar. Y que no vengan a decir que el pueblo es tan jodido que anda por ahí buscndo un mesías, porque ellos se arrodillaron ante el mensaje mesiánico de Cavallo, y le entregaron el futuro y el ojete de todos los argentinos, con vaselina y todo.

Si tuvieran un poquito de dignidad al menos podrían renunciar. Pero allí se quedan, pudriéndose en la podredumbre que ellos mismos crearon. Pero cuidado señores, ya lo dijo Perón, el pueblo hará tronar el escarmiento. Ese día, de qué lado estarán? .