A luchar por el desarrollo y la dignidad

Las noticias del día dan cuenta que el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo suspenderían el flujo de fondos a la Argentina y que esto aumentaría las posibilidades de una cesación de pagos abierta.

Yo digo: enhorabuena!.

Tal vez esto nos decida de una vez a los argentinos a ponernos de pié y acelerar el debate y la resolución de las cuestiones necesarias para salir de esta prolongada crisis:

1) La adopción de una política cambiaria funcional a las necesidades de la reactivación y la competitividad interna y externa de la producción argentina, admitiendo de una vez por todas que la sobrevaluación del peso sólo ha servido al pago de una deuda impagable, que ha postrado a la Nación. Un tipo de cambio flotante, una vez superado el colapso, permitiría que nuestra moneda valga honestamente lo que valga el aparato productivo que la sustente.

2) El imperativo, en la hora actual, de decretar una moratoria en el pago de la deuda externa, encarando las negociaciones y acciones correspondientes en el plano internacional, incluyendo la construcción de una alianza internacional para que la Asamblea General de la ONU solicite opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre esta cuestión. La respuesta a los "buitres", o a los que vengan detrás, debe ser a partir del respeto al Derecho Internacional y la defensa de la soberanía, y no del sufrimiento y la humillación del pueblo argentino.

3) Lo que se hizo en la Argentina desde el 83 hasta ahora responde en gran medida a medidas de "ajuste" y "fortalecimiento institucional" impulsadas por los organismos internacionales. La decisión en este tema es si vamos a seguir atrapados en la espiral de "acatamiento, fracaso y ruego", o si, manteniendo la membresía, nos dedicamos a una evaluación a fondo del costo beneficio social y económico de todos los programas con financiamiento de BIRF, BID y PNUD en la Argentina , la determinación de corresponsabilidades por los fracasos, su cuantificación, y solicitud de reparaciones consiguientes, políticas, económicas y administrativas. Por lo pronto, la dignidad nacional impone que, frente a la intemperancia y la ineficiencia crónica de los organismos, seamos nosotros quienes requiramos la denuncia inmediata de todos los convenios de sede y programas en ejecución, la rescisión de contratos con consultoras y consultores, el cese del pago de contribuciones voluntarias y el desmantelamiento de la costosa infraestructura burocrática de estos organismos en el país. Hay que hacerles probar un poco de "déficit cero" a ellos también, para que vean que duele. El replanteo de las relaciones con dichos organismos para el futuro debería tener como eje las contribuciones efectivas, concretas y competitivas que puedan realizar a las prioridades del desarrollo argentino tal como sean decididas por los argentinos, y no continuar con ensayos de laboratorio impunes.

4) Necesidad urgente de formulación de un Plan Quinquenal de Desarrollo orientado al aumento de la productividad, una distribución más equitativa del ingreso, la creación de empleo, el alivio de la pobreza, y la puesta en marcha de obras de infraestructura, con la participación activa de los gobernadores y los intendentes.

Propongo que todos nosotros nos dirijamos a nuestros representantes en el Congreso de la Nación para que en las próximas sesiones se debatan estas cuestiones centrales, en el marco de las atribuciones que le fija la Constitución Nacional. bluske@arnet.com.ar

 

Guillermo Bluske

un amigo de INTRUSOS

Diciembre de 2001