(volver a página principal)Medio siglo atrás, adquirió predicamento la industria salinera, instalada en 1939 y que extraía la materia prima de la Salina Chica. El costo elevado para su explotación la hacía de difícil rentabilidad y tras unos quince años de funcionamiento, cerró sus puertas. No obstante, el establecimiento tuvo alta proyección, incluso demográfica, porque alrededor de la salina se había formado un poblado que ahora no existe, pero que contenía más habitantes que la propia localidad de General Campos. La empresa se llamaba Salinera La Española y era de Arturo Ballester y Eugenio Molina, cuyos nombres ya en 1918 aparecían en trámites por ocupación y explotación de los campos de la zona.
El dueño de Mari-Mamuel, alrededor de 1900 era Samuel Donovan, quien en 1911 vendió una parte a la empresa del ferrocarril para la vía férrea de Campos a Apuyaco, que ahora cruza la Ruta Provincial N° 1. Pero desde 1920 la mayor parte fue trabajada por colonos de ascendencia judía que caracterizaron su poblamiento.
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