DESNUTRICIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACION

               1.- El Diario, 28-4-02: DOS DE CADA DIEZ PARANAENSES NO TIENEN NI PARA PODER COMER

                2.- El Diario, 22-7-02: En Viale los chicos se desmayaban por falta de alimentación.-    

3.- El Diario, 25-9-02: El flagelo del hambre

4.- INFOBAE: Dramáticos resultados de la crisis: Cuatro millones de chicos, al borde de la     desnutrición

5.- REPERCUSIÓN DE LA PRESENTACIÓN JUDICIAL EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION.

 

 
El Diario

Año 3  N° 19230 Paraná - Entre Ríos -  Argentina - Domingo 28 dde Abril de 2002

LA CRISIS SE ACENTÚA: LA MITAD DE LOS HABITANTES DE LA CAPITAL ES POBRE DOS DE CADA DIEZ PARANAENSES NO TIENEN NI PARA PODER COMER

 • El hambre está instalado en una porción importante de la población • Según cifras oficiales, casi el 20 % de los paranaenses no gana ni para comer y la mitad de la gente está por debajo de la línea de pobreza • En esas condiciones, crecen las formas de asistencialismo • Aunque no siempre alcanza para todos

—A mí se me parte el corazón, pero les tengo decir que no, que no hay. Que a veces no tengo para darles de comer.

El padre Agustín Hertel está parado frente a la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, del barrio La Floresta, con el rostro desencajado. Acaba de decirle a una mujer morocha de largas trenzas que carga con tres chicos que hoy no tiene nada de alimentos para darle, que venga mañana, que quizás haya algo. El cura se esfuerza por ordenar la asistencia, y puso dos días a la semana, martes y jueves, para entregar bolsones a 100 familias. Pero vienen 200, así que el resto queda anotado para el otro turno.

—Pero el hambre no sabe de días, y por eso acá siempre nos encontramos con alguien que viene a pedir algo. No piden mucho, sólo quieren leche. Con eso dicen que les alcanza. Yo trato de recorrer la ciudad y pedirle a todo el mundo donaciones. Gracias a Dios nos ayudan otras parroquias, algunos colegios y siempre hay alguien que algo da. Pero estamos desbordados. Los fines de semana salimos a misionar por los barrios de la zona —Humito, Antártida Argentina, San Martín, Alloatti— y los chicos nos piden pan y leche. Es que sábados y domingos no hay comedores por acá. Y es difícil conseguir leche en estos momentos; ni en Acción Social se consigue.

Anteayer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) mostró cuán profundas son las necesidades que se viven hoy en Entre Ríos: en Paraná el 50,1 % de la gente está por debajo de la línea de pobreza, y el 18,6 % vive por debajo de la línea de indigencia. Es decir que dos de cada diez paranaenses no ganan siquiera para hacer frente a una canasta básica de alimentos. En Concordia el panorama es todavía más desolador por cuanto el 66,4 % son pobres y el 39,1 % está en la indigencia. Aunque esos datos, que corresponden a la medición de octubre, ya están desactualizados: la "canasta básica" para medir si una persona está o no en la indigencia subió entre septiembre y febrero pasado un 36 %.

INDICES DESACTUALIZADOS

"Es evidente que los parámetros para medir el impacto de la pobreza han quedado desactualizados. La canasta básica que determina si una persona está o no por debajo de la línea de indigencia pasó de 58 a 79 pesos, y esa variación no está considerada en los índices que dio a conocer el Indec. Y todos sabemos que después de la devaluación de diciembre y del proceso inflacionario que estamos atravesando a mucha gente le han disminuido los ingresos, y hubo un encarecimiento de los productos de primera necesidad con lo cual la cantidad de pobres es todavía mayor que la que indican las cifras oficiales", dijo la licenciada Graciela Mingo, docente de la Facultad de Trabajo Social, y responsable de una investigación sobre el impacto de la pobreza y el surgimiento de los nuevos pobres.

Sea como fuere, lo que el Indec reveló es que en Paraná existen 120.000 personas que no alcanzan a satisfacer necesidades elementales en bienes y servicios para su vida diaria —pueden comer, pero no invertir lo requerido en la educación de los hijos, por ejemplo—, y que casi 50.000 están en la extrema pobreza, sin siquiera contar con un ingreso que les alcance para comer. Un mes atrás, dos concejales de la ciudad, Guillermo Mondejar y Marcelo Haddad, dieron otro dato escalofriante cuando presentaron un proyecto para crear un seguro de la niñez de 50 pesos: dijeron que aquí existen más de 36.000 chicos por debajo de la línea de pobreza, y otros 10.400 en la indigencia.

El padre Blas Corbalán, vicepresidente de Cáritas, dice que no lleva la cuenta de cuánta gente asiste la Iglesia ni qué tanto creció el número de personas que a diario deambula por las parroquias en busca de alimentos, pero sabe que es mucho y que están desbordados de tantos pedidos. "No estamos tan ocupados en analizar la situación, sino que más bien estamos metidos de lleno en ver cómo desde Cáritas podemos asistir y ayudar en esta emergencia. Hemos recibido apoyo a nivel nacional y también alimentos que llegaron de España, y ahora estamos al aguardo de otra remesa, esta vez de dinero, también de España y algo que llegaría de Italia. Además, estamos trabajando en coordinar lo mejor posible la colecta de dinero que todos los años se hace en el mes de junio", dijo el sacerdote.

ASISTIR LA EMERGENCIA

"Cada día se complica más todo", asegura Sergio Berasategui, secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Paraná, y la complicación de la que habla el funcionario debe leerse en éstos términos: la necesidad crece a diario, y con ello la obligación de dar asistencia para evitar que la crisis social se desmadre. "El Municipio está obligado a aumentar la asistencia aunque como los recursos siguen siendo los mismos tenemos que tomar algunas decisiones en los comedores, como dejar de dar el pan y el postre. De esa forma pensamos que está contenido todo aunque sabemos también que incitadores hay siempre", sostiene.

El padre José Carlos Wendler, un hombre de 32 años que está al frente de la Parroquia Cristo Peregrino, supo en este tiempo de crisis de qué se trata la pastoral del pedir. "Mangueamos a todo el mundo aunque no siempre nos alcanza para dar respuesta a la gente que viene, que es mucha. Ahora mismo están desesperadísimos por la leche. No piden otra cosa, solamente leche. Y cuando en las parroquias no tenemos para darle empiezan a ir de un lado a otro porque hay mucha necesidad. Me decían las hermanas de San Antonio María Gianelli, en Anacleto Medina, que si antes hacían dos ollas de comida en el comedor, ahora hacen cuatro. Es decir, la misma gente pero con más hambre", explica el sacerdote.

Elvira Bustos es una religiosa franciscana de Gante a quien todos en Gaucho Rivero conocen como la hermana Mariana. La mujer habla con voz quebrada aunque tiene una fortaleza a prueba de horarios: desde muy temprano hasta bien entrada la noche atiende necesidades de alimentos de mujeres y hombres de Santa Rita, San Jorge o San Francisco de Asís, los barrios satélite que rodean la zona. "Vamos salvando la situación con lo que tenemos: fideos, arroz o legumbres, que llegó mucha de España y la gente, por suerte, aprendió a comerlas", se alegra.

La monja se sorprende con el hecho de que no sólo las mujeres sino ahora también los hombres vayan a pedir comida a los centros comunitarios barriales, donde a veces hay, y otras escasea.

—En Cáritas se acostumbra dar los bolsones de ayuda cada ocho días. Pero nosotros damos cuando la gente viene. Siempre que haya algo, se les da. El hambre está todos los días, no cada ocho días. Por eso recibimos pedidos todos los días, y a cualquier hora.

Dice la monja, y se ríe con amargura.

FOTO OMITIDA: Angeles Custodios: uno de los tantos resguardos donde se atiende la niñez desamparada.

 

DEBAJO DE LA LÍNEA

Son definiciones técnicas la que separan a las categorías de pobres que establecen las estadísticas: por un lado, ubican a las personas que están por debajo de la línea de pobreza, y, más al fondo, las que están por debajo de la línea de indigencia.

De acuerdo a la explicación del Indec, el concepto de "línea de indigencia" procura establecer "si los hogares cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas". En septiembre, aquí esa canasta básica costaba 57,60 pesos, pero ahora se supone que trepó a casi 80 pesos. Y que dos de cada diez paranaenses no llegan a contar con ese dinero.

En cuanto a la denominada "línea de pobreza", dice el Indec, "consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si éstos tienen capacidad de satisfacer —por medio de la compra de bienes y servicios— un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales". En septiembre pasado, era de 136 pesos en la región Pampeana, que comprende a Entre Ríos, y las cifras oficiales dicen que el 50,1% de los paranaenses no alcanza a cubrir esos gastos mínimos por mes.

FOTO OMITIDA: En la provincia hay más de 110 mil personas que asisten a comedores.

 

CASI UN 25 %, ATADO AL ASISTENCIALISMO

La provincia, por boca del ministro de Acción Social, Rubén Villaverde, anunció que seguirá ampliando la base de atención social de la población con carencias severas.

En principio, se ampliará el Programa Copa de Leche a los comedores que actualmente no brindan ese servicio, con lo cual se beneficiarán aproximadamente 57.000 alumnos.

En estos momentos, en Entre Ríos funcionan comedores en unas 1.000 escuelas y allí se les brinda alimentos a unos 80.000 alumnos, a los que se agregan unos 350 comedores infantiles y comunitarios, a los que asisten unas 21.000 personas.

Después, está la ayuda indirecta, a través del Programa Jefes y Jefas de Hogares, con financiamiento de la Nación, que por ahora alcanza a 12.000 personas, pero está previsto que llegue a 30.000, con un salario mensual de 150 pesos.

Además, ya está en marcha la entrega de cupones alimentarios de 25 pesos que brinda la provincia, y que alcanza a 55.000 personas.

En total, aproximadamente 250.000 personas, esto es un cuarto de la población provincial, está viviendo de la asistencia directa del Estado provincial para poder alimentarse a diario.

La cuestión mereció una ácida crítica de parte del Colegio de Asistentes Sociales de Entre Ríos que, a través de un documento, dijo que los planes alimentarios de la provincia "no dignifican", ya que, aseguró la entidad, "los 25 pesos en cupones no cubren las necesidades alimentarias de un grupo familiar, menos aún las nutricionales y de prevención".

Ricardo Leguizamón

EL DIARIO

Año 3  N° 2014 - Paraná - Entre Ríos -  Argentina - Lunes 22 de Julio de 2002

En Viale los chicos se desmayaban por falta de alimentación.-  Los docentes de una escuela abrieron un comedor solidario

 

• La respuesta del Ministerio de Acción Social para la Escuela Normal de Viale fue "no" • Pero igual los maestros decidieron abrir un comedor • El reclamo tenía urgencia: los alumnos se dormían en clase y se desmayaban de hambre • Hoy 90 chicos comen gracias al aporte y a las donaciones de la comunidad vialense

Los primeros síntomas fueron las bajas calificaciones; luego se dormían en clase, no salían a jugar en los recreos y, por último, se desmayaban. Fue así que los docentes de la Escuela Normal Superior de Viale, comenzaron a indagar sobre la alimentación de los alumnos y se encontraron con una shockeante confesión: no estaban comiendo y si lo hacían era cada dos o tres días.

Desde la rectoría se hicieron las gestiones ante el Ministerio de Acción Social de la Provincia para abrir el comedor escolar. En las notas que se elevaron al organismo, se explicó con lujo de detalles la situación y se expresó la urgencia del pedido. Sin embargo, la respuesta dejó paralizados a los educadores, tanto que hoy ese papel oficial está colgado en un transparente en la escuela. Dice textualmente: "Se van a reforzar las partidas en las escuelas que cuentan con comedores y (...) no hay más partidas para los que no lo tienen".

Paradójicamente, la Escuela Normal está funcionando desde septiembre de 2000 en un nuevo edificio, donde se construyó una moderna cocina que durante dos años no fue utilizada. Su inauguración dependía de la partida presupuestaria del Ministerio de Acción Social. Cosa que no sucedió, sino por el aporte solidario de los vialenses.

Entre ruegos e indiferencia

La impotencia, la bronca y la desesperación se apoderó de los docentes, porque —pese a la respuesta del Gobierno— los chicos seguían desmayándose o lloraban de hambre. "Comenzamos a notar que los alumnos tenían problemas de salud, se dormían en clase, no salían a jugar o se desmayaban. Esto nos generó mucha preocupación y comenzamos a hacer un rastreo y nos dimos cuenta que tenían problemas de alimentación", confesó en diálogo con EL DIARIO, Beatriz Montanari de Franicevich, rectora de la Escuela Normal Superior.

"Ante esta situación decidimos salir al ruedo, porque no podemos enseñar la transformación pedagógica como nos exigen, si los chicos no tienen nada en la panza", reconoció la educadora.

Por vergüenza, los alumnos más grandes ocultaron en las primeras charlas la verdad de sus padecimientos, pero los más chiquitos fueron los primeros "que nos dijeron la verdad, y era que no habían comido. Me acuerdo que un chico nos dijo que no había comido porque ese día le tocaba a sus hermanos y lo decían con una naturalidad asombrosa", destacó Montanari.

"En cambio los más grandes, los de séptimo, octavo o noveno año, simulaban estar enfermos por otras razones. Las mujeres, por ejemplo, nos decían que se sentían mal porque estaban menstruando y cuando nos quedábamos solos con ellas se largaban a llorar y nos decían que hacía días que no comían y que tenían hambre. Ellos también están saturados", comentó la entrevistada.

Confesiones de invierno

Fue así que con las drásticas confesiones, los docentes, la cooperadora, ex alumnos y padres decidieron poner en marcha —ante la ausencia del Estado— un comedor solidario con el aporte de la comunidad. "A pesar de todos los trámites realizados, nuestra escuela no tiene aportes económicos para atender las necesidades básicas de nuestros alumnos, por lo que ante tantas carencias nos animamos a organizar un comedor escolar que atiende a 90 alumnos entre nivel inicial, básico y medio", informó.

Antes del receso escolar, las únicas raciones que se estaban brindando era el desayuno y merienda de lunes a viernes; y el almuerzo únicamente los lunes y viernes por ser insuficiente la mercadería con la que contaban.

Sin embargo, y como una suerte de cruzada solidaria, a partir del 29 de julio el comedor —incluyendo el almuerzo— estará funcionando cinco días a la semana. "El comedor se solventa con donaciones de la gente de Viale y la zona. Hay una estancia que nos regala 40 litros de leche por semana y otro tambero nos dona 5 litros por día, pero además, los ex alumnos están organizando una colecta de mercaderías", indicó Montanari.

"Cuando comenzamos a dar la comida, nos dimos cuenta que los días más críticos eran los lunes, porque pasaban todo el fin de semana sin ingerir nada y por eso elaboramos un plan y nos organizamos de tal forma que los beneficiarios del programa Jefes y Jefas de Hogar están trabajando en la escuela, tanto en el comedor, como en la limpieza o como preceptores", apuntó.

Cambios

Desde que funciona el comedor solidario escolar, la rectora confesó que "a los chicos se les está mejorando el cabello o no tienen tan descamada la piel. Están más atentos, no se duermen o ahora salen a jugar en los recreos".

"Si no salíamos al cruce de esta situación tan acuciante, en unos años íbamos a tener gente que no podría razonar. No teníamos casos de desnutrición profunda, pero sí en vía de serlo, porque muchos chicos están subalimentados o mal alimentados. Incluso, un padre me dijo que se sentía bien, porque si bien la comida no les alcanzaba para ellos, les daban de comer a sus hijos", dice Montanari.

La rectora tampoco oculta su impotencia. "Dicen que los chicos deben rendir en la calidad educativa nacional y exigen eso, pero yo no puedo exigirle a un alumno que no tiene nada en la panza", enfatizó.

Como los alumnos de la Escuela Normal van a alimentarse durante cinco días, desde la dirección se está gestionando con las iglesias de la ciudad que los sábados y domingos se cubra el plato que los chicos no pueden ingerir en la escuela. "Estamos diagramando un plan para que las iglesias absorban a esos chicos que no pueden comer", acotó Montanari.

El menú

A modo de agradecimiento, y para transparentar las donaciones que recibe el Comedor Solidario Escolar, la rectoría de la Escuela Normal Superior de Viale, dio a conocer el menú que se les está preparando a los comensales.

• Lunes: pizza de verduras y carne picada; de postre arroz con leche

• Martes: sopa de verduras con carne, soja, arroz o fideos; de postre torta.

• Miércoles: guiso de arroz con pollo y verduras; de postre masitas con dulce de membrillo o batata.

• Jueves: estofado de pollo con verduras; de postre sémola con leche.

• Viernes: pastel de papas con carne picada y soja; de postre arroz con leche.

"Los cocineros hacen el pan todos los días en el horno a leña que se construyó. Como ha habido mucha gente que quiere colaborar con nosotros le decimos que nuestras mayores necesidades son alimentos no perecederos como harina, aceite, arroz, harina de maíz, sémola, azúcar, levadura, esencias, fideos, tomate triturado y verduras. Es importante hacer saber que muchas personas han dejado los alimentos donados en los negocios de Viale y el personal de la escuela los retira con órdenes de compra", indicó Beatriz Montanari de Franicevich, rectora de la Escuela Normal Superior.

Marcela Pautaso

Anuncian la ampliación de partidas

En esta semana se hará la transferencia de la primer cuota de 500 mil pesos para reforzar las partidas de comedores escolares. Al anuncio lo realizó el ministro de Acción Social, Rubén Villaverde, al presidir en Aranguren, Departamento Nogoyá, el acto de entrega de 1.800 cuponeras correspondientes al Plan Alimentario Familiar (PAF).

El ministro informó otros temas, como el funcionamiento de los Programa Jefes y Jefas de Hogar Desocupados II o inclusión; del Plan Alimentario Familiar; la instrumentación en un futuro próximo del Plan Mayores de 70 años; las actividades en los comedores escolares y comunitarios; los trabajos encarados por el área de Producción y Abastecimiento Comunitario; el Programa Pro-huerta; el Programa mejorando nuestra vivienda y finalmente abordó el tema de la lucha contra la droga y las adicciones.

Villaverde señaló que "esta reunión de trabajo es una excusa para la entrega de las cuponeras, ya que en realidad sirve para mantener esta vinculación y entre todos poder ir ajustando las políticas sociales que está llevando adelante el Gobierno de la provincia".

En cuanto a los comedores escolares y comunitarios subrayó que llegó directamente desde el Ministerio de Educación de la Nación, un refuerzo de aproximadamente 500 mil pesos como primera cuota que se suma a los 2 millones de pesos que la Provincia destina en este orden. Eso permitirá aumentar la nómina de concurrentes a los distintos comedores escolares que hallan visto reforzado su presupuesto. Consignando que de existir propuestas coherentes a través de los consejos consultivos este refuerzo se puede distribuir en un número mayor de escuelas para hacer más equitativo esta mejora.


Giachino, un barrio que lucha contra el hambre

 

En el barrio Giachino, los vecinos dicen que hay familias que pasan dos o tres días sin comer un plato fuerte. "Se las arreglan con el mate y cositas así", dijeron integrantes de la comisión vecinal.

Ante tanta necesidad, el grupo está buscando salidas alternativas a la grave situación social que se vive en esa zona, ubicada en parte sudoeste de la ciudad. Una de las ideas consiste en la construcción de hornos comunitarios, en el predio del salón vecinal, para poder hacer pan casero para el barrio. Lo venderían a un precio que les permita afrontar los costos de la harina y la grasa. Comentaron que desde que aumentó el precio del pan y del gas, la gente de la zona ya prácticamente no puede acceder a ese alimento.

Pero para construir los hornos, necesitan algunos materiales, como el hierro y los ladrillos, por lo que apelan a la solidaridad de quienes puedan colaborar con esos elementos.

En cuanto a los trabajos de construcción de los hornos y de la elaboración del pan, los vecinos piensan ocupar a los beneficiarios de los Planes de Jefe y Jefa de Hogar del barrio, quienes están obligados a realizar una tarea comunitaria.

Unos 100 chicos necesitan comida

Otra de los paliativos sería la puesta en marcha de un comedor comunitario, que sirva como complemento alimentario a las raciones que los más chiquitos reciben en las escuelas de la zona. Para eso necesitan una garrafa, un mechero y recursos con los que solventar la compra de leche, además de los ingredientes necesarios para hacer la comida —que se daría por las noches y durante los fines de semana—.

Rosa Chaparro y Gladys Martínez, integrantes de la comisión vecinal, comentaron a EL DIARIO que hay unos 100 chicos que necesitan alimentos, como así también ancianos que están pasando por un muy mal momento.

"Acá, el barrio es muy, pero muy pobre", dijo Chaparro, a lo que Martínez agregó que la gente de la zona no tiene trabajo, ya que "ahora casi no hay changas para hacer".

La asistencia no alcanza

Unas 150 familias fueron anotadas para recibir el Plan de Jefes y Jefas de Hogar; pero sólo 15 resultaron beneficiadas con la ayuda.

Juan Remedi, integrante de vecinos autoconvocados del barrio San Agustín, entidad que trabaja junto a la organización barrial de Giachino, contó que ese era el número de hogares que cumplía con creces los requisitos exigidos en el programa.

El vecino aportó ese dato para dar cuenta de la gran necesidad por la que están pasando cientos de paranaenses, que cada día tienen que hacer malabares para poner algo sobre la mesa.

"Acá hay vecinos que no comen, chicos que no saben lo que es la leche", añadió Martínez, quien comentó su propio caso a modo de ejemplo. "Yo tengo siete hijos y vivo con una prima que tiene ocho, o sea que tenemos 15 criaturas para alimentar. Muchas veces uno no sabe de dónde sacar para darles de comer", indicó la señora, para luego agregar que las cosas en su casa se aliviaron un poco con la llegada del beneficiada por el plan nacional. De todas maneras, remarcó que nada alcanza ante tanto aumento de precio y tantas pancitas que llenar.

EL DIARIO

Año 7 Edición Nº 2079 Paraná - Entre Ríos - Argentina - Miércoles, 25 de Septiembre de 2002 -

Editorial

El flagelo del hambre
El argentino de estos tan convulsionados días de 2002, no es –por cierto— el mismo de “El hombre que está solo y espera”, el de la céntrica esquina porteña, magníficamente radiografiado en 1931 en la novela de Raúl Scalabrini Ortiz. Muchos acontecimientos sobrevenidos a ritmos vertiginosos se han sucedido desde entonces hasta ahora, y allí en ese aspecto se fundamenta la actitud del contemporáneo. Hay diferencia entre la interpretación de aquella realidad y la actual, con su carga natural de lógica y subjetividad, lo que nadie discute ni tan sólo en la mínima dimensión. Inserto en un mundo efervescente de vicisitudes de mil y una clases, propias del panorama que nos agobia.
Todos los argentinos, a decir verdad, vivimos rodeados por un sinfín de preocupaciones y asediados por una angustia, que cada día pareciera resultar más apremiante, para la búsqueda de la salida esperanzada que ponga proa a una mejor existencia, Constituye esencial exigencia el advenimiento, cuanto antes mejor, de la revitalización de las fuentes prioritarias conducentes a la reinserción de la Argentina en la marcha del mundo, y en medio de parámetros cabales. Para alcanzar esa meta, hay que trabajar mucho en aras de la Patria del futuro, como lo hicieran en su momento aquellos varones de la tan añorada generación el 80, visionaria y progresista.
A pesar de todo, sin embargo, los obstáculos de diverso origen opuestos a su concreción, son innúmeros y algunos de ellos casi invencibles, como el hambre, que hace ya largo tiempo se ha convertido en todo un flagelo en la vasta extensión de América del Sur. Para nadie es un secreto, en efecto, que muchos miles de seres humanos viven —y a veces yacen— en altísimo índice de pobreza, por no decir lisa y llanamente de miseria. En ese sentido los testimonios brindados en reciente fecha a través de distintos canales de comunicación, son más que elocuentes, y hay pobladores, hermanos nuestros de otras latitudes, que insólitamente recurren a la tierra y roedores (!).
En busca de una solución solidaria, ha surgido en la Capital Federal un proyecto en donde se contempla, ante esa necesidad dolorosamente reinante, la creación de un denominado Programa Nacional de Desarrollo Infantil, cuya misión –afírmase— será tratar de asegurar la correcta alimentación y el cuidado de salud de todos los niños en situación de pobreza desde el momento mismo de su concepción. Cuenta él con el apoyo de alto número de entidades y ciudadanos, por lo que –dada la gravedad del momento y lo oportuno de su presentación— se espera que las gestiones desemboquen en el ansiado final, consistente en la adopción de medidas orientadas a preservar el futuro de la Nación.
Al margen de cuanto decimos, consideramos que la totalidad de los candidatos a presidente, mandatarios provinciales y municipales, así como a legisladores y concejales de todo el territorio nacional, deberían prever en sus respectivas plataformas y programas de gobierno, la adhesión franca y sostenida a dichos propósitos. Tiene asidero esta opinión, en la no menos dolorosa circunstancia de que existen grupos carenciados de lo más elemental, en la total extensión nacional. Baste, para ello, remitirse a los periódicos informes de los organismos oficiales y no gubernamentales, para que coincidamos, todos, al respecto y desde ya aportemos al crecimiento y la formación de generaciones sanas.
Piénsese, además, con miras a los años por venir, y a la reserva que conllevan la niñez y la adolescencia actuales, en una Argentina necesitada de todos sus hijos, para la recuperación del “status” que la caracterizara otrora. Es un llamado, motivado en razones sencillamente lógicas, justificadas, por su profundo contenido humanitario y a la vez previsor. En esto, va de suyo, radica la imperiosa urgencia porque se dé giro favorable al referido proyecto. Constituye, a nuestro modesto y leal saber y entender, algo insoslayable, que no puede encontrar objeción alguna en la masa sensata de los argentinos. Es lo menos que se puede pretender en tan difíciles horas para todos.

INFOBAE

Dramáticos resultados de la crisis: Cuatro millones de chicos, al borde de la desnutrición y la enfermedad

 

La víctimas son menores de 14 años que están al borde de no poder acceder a la canasta básica de alimentos y tener que hacer frente a la desnutrición y las enfermedades. Ante esto, los especialistas temen que se produzca un colapso sanitario

 

 De los 8.319.000 chicos pobres que hay en la Argentina, 4.138.000 son indigentes, es decir, viven en familias que no pueden suministrarles la alimentación básica, lo que explica el aumento de casos de desnutrición infantil, en el marco de un fuerte aumento del desempleo y una caída del ingreso que también incluye devaluación, aumentos de precios y rebajas salariales.

 

Entre otras patologías generadas por la desnutrición, los especialistas mencionan la existencia entre los chicos de un alto índice de anemia crónica por falta de micronutrientes como hierro, magnesio y zinc, y hay lugares del país donde estos males afectan a más de la mitad de los menores de 14 años, de acuerdo con un trabajo del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI).

 

Por la profundidad de la pobreza y la indigencia, hay un creciente aumento de la desnutrición infantil entre los recién nacidos, según un trabajo realizado por la Consultora Equis en el Partido de La Matanza, donde el 26,6 por ciento de los bebés nacidos en tres nosocomios de Laferrere, San Justo y González Catán presentó problemas de desnutrición.

 

Según Norberto Larroca, presidente del grupo Argentina Salud y nuevo titular de la Federación Latinoamericana de Hospitales, "la elevada proporción de recién nacidos desnutridos se debe a los problemas de subalimentación de los padres que se transmiten a los niños antes de nacer", por lo que consideró "indispensable discutir qué sistema de salud queremos y de dónde saldrán los recursos, teniendo en cuenta que si se garantizara el financiamiento de la salud se dinamizaría la economía y se generarían miles de empleos".

 

Pobres de nacimiento

"De acuerdo con datos del programa gubernamental SIEMPRO, siete de cada diez niños nacen en hogares pobres y casi cuatro viven en la indigencia, por lo que están expuestos a padecer todo tipo de problemas de salud potenciados por sus defensas bajas y la ausencia de vitaminas y minerales esenciales en su organismo" señaló el doctor Juan Larzábal, presidente de CAES, entidad organizadora del Congreso.

 

Entre los expositores en estos dos días de debate también estarán el ministro de Salud, Ginés González García; su par de Chile, Osvaldo Artaza; el embajador francés, Paul Dijoud; y el superintendente de Servicios de Salud, Rubén Torres.

En la Argentina hay 8.319.000 de chicos y jóvenes que viven en 3 millones de hogares pobres, lo cual significa que 2/3 de los 12,5 millones de menores de 18 años de todo el país son pobres.

 

También deja en evidencia que la crisis golpea con mayor fuerza a los niños y adolescentes, lo que es un factor de reproducción de la propia pobreza, por los condicionamientos culturales, educativos y laborales que implica criarse en un ambiente de carencias alimenticias básicas.

 

Alto porcentaje

En las provincias del norte del país la proporción de menores pobres alcanza al 80 por ciento y en el conurbano bonaerense se aproxima al 70. Este crecimiento de la pobreza infantil y juvenil supera a la de los padres. En 1998, el 46,8 por ciento de los menores de 18 años era pobre. Durante el 2001 superó el 50 por ciento para trepar al 56 por ciento a fines del año pasado.

 

Desde entonces pegó tal salto que ahora 2 de cada 3 menores vive en un hogar pobre. En el Gran Buenos Aires, de cada diez niños y adolescentes siete son pobres y casi cuatro indigentes, mientras que en el cordón más pobre del conurbano, ocho son pobres y casi cinco viven en la extrema pobreza.

 

En total, 152.000 son los menores de 15 años de Capital y el Gran Buenos Aires que tienen problemas de desnutrición y corren riesgo de problemas graves de salud, según cifras oficiales.

5.- REPERCUSIÓN DE LA PRESENTACIÓN JUDICIAL EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

El Diario

Año 7 Edición Nº 2125 Paraná - Entre Ríos - Argentina - Domingo, 10 de Noviembre de 2002 - Lector Nº 1419696

Fuente: http://www.eldiariodeparana.com.ar/textocomp.asp?id=6297

HAMBRE. Defensor del STJ recibe cifras alarmantes y exige respuesta

Medida cautelar para asistir urgentemente a desnutridos

LÍMITES. La Defensoría estima que está comprometida la nutrición del 31 % de los chicos de Paraná.

Hay entre 4.000 y 5.000 chicos de Paraná con problemas generados por la falta de alimentación, por lo que el doctor Arsenio Mendoza hizo una presentación ante una jueza de Menores.

¿La asistencia no llega? ¿Se pierde en el camino? En cualquiera de los casos, según el funcionario, debe haber responsables y podrían caber sanciones de organismos internacionales.

 

 


El Defensor del STJ, Arsenio Mendoza realizó una presentación ante la jueza de Menores de esta capital, Claudia Salomón, pidiendo que “con urgencia” se tomen medidas cautelares para asistir al “31 por ciento de los niños de Paraná que están en riesgo nutricional”, y que actualmente “sólo reciben el 30 por ciento de la leche prevista y con una demora de siete meses”.
En la presentación, realizada el viernes, solicita que se requiera a la Secretaría de Salud de la Provincia que “complete informes respecto a la población menor de edad beneficiaria de los programas de provisión láctea”, “acredite la provista regular” de ese alimento a “los niños afectados por, o en riesgo de desnutrición”, y “de razón del incumplimiento en tiempo y forma de las entregas que revelan los informes” realizados por la mitad de los centros asistenciales de la ciudad. También solicita que se exija al organismo provincial que cumpla con esas entregas en un plazo perentorio, y que, en caso de imposibilidad dé a conocer los “obstáculos a remover”.

PANORAMA OSCURO. En vistas al cotidiano peregrinar por la Defensoría de indigentes que acercan reclamos de todo tipo, los funcionarios del organismo toman contacto con menores en riesgo por mala alimentación, y en algunos casos, desnutrición. Eso motivó a Mendoza a requerir un informe a los operadores de la salud paranaenses vinculados con la problemática. Recibió respuesta de sólo la mitad de los centros de salud de la ciudad, pero con cifras alarmantes: le reportaron 1.817 niños desnutridos de entre 0 y 6 años, de los cuales 188 son chicos por nacer, “lo que involucra a la futura mamá, hoy embarazada”. En tanto, en el conglomerado denominado de niños normonutridos, que identifica a la población en posible riesgo nutricional no contenida en ningún programa, pero que recibe —aunque irregularmente— provisión de leche y control periódico en los centros de salud, surgió de esa información parcial la existencia de “2.386 personas, de entre 0 y 2 años”.
El cálculo de la Defensoría, en base a la cifra anual de nacimientos en Paraná y los totales de desnutridos y normonutridos proyectados al 100 % de los centros asistenciales, arroja como resultado que el 31 % de los chicos de la ciudad están “comprometidos” en cuanto a su nutrición.

FALLAS. El defensor pide que se averigüe rápidamente a qué se debe el atraso y disminución de las raciones de leche, ya que en octubre el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García aseguró que durante el último cuatrimestre de este año la cartera a su cargo alcanzará una “cobertura del 100 % respecto de la entrega de leche en polvo fortificada, según normas del Programa Materno Infantil para sus beneficiarios en todo el país”. Y destacó el funcionario nacional que es “la primera vez que el Programa Materno Infantil alcanza una cobertura de esa magnitud”, gracias “a la decisión de dar prioridad, en el marco de la Emergencia Sanitaria, a estos grupos de población que resultan los más vulnerables”.
“Lo importante es que se pueda saber qué pasa, porque no puede ser que el ministro diga que está todo bien y que hay leche suficiente, y aquí en Paraná nos encontramos con esta realidad donde el promedio de la demora en la entrega de ese alimento es de entre 7 y 8 meses, lo que ha llevado a redefinir el suministro por parte de los centros de salud, que significa que los chicos reciban el 30 % de lo que tienen estipulado como necesario para su tratamiento. Demora y falta de cantidad van a agravar el cuadro” explicó el defensor general del STJ.

UN BATALLÓN DE HAMBRIENTOS

EDUARDO GALEANO RECUERDA que“desde el punto de vista de Hipócrates, Galeno, Maimónides y Paracelso existía una enfermedad llamada indigestión, pero ninguna llamada hambre”. En Paraná existe. Lo confirman las cifras oficiales que desde abril atestiguan que la capital entrerriana cuenta con un 50,1 % de su gente debajo de la línea de pobreza, y un 18,6 %, por debajo de la línea de indigencia. (Todo eso sin considerar que son guarismos obtenidos en base a parámetros desactualizados). Un cuarto de la población entrerriana vive gracias a la asistencia directa del Estado para poder alimentarse a diario.


Para destacar

Un estudio de UNICEF citado por Mendoza explica que los retrasos provocados en los niños por la desnutrición y otros aspectos de la pobreza, “afectarán toda su existencia”.

Las secuelas en el desarrollo del lenguaje se detectan a los 5 años de edad en el 50 % de los niños desnutridos. Un 40 % tiene retrasos en el desarrollo general, y 30 %, en su evolución visual y motora.



Mendoza exige información

El defensor Mendoza explicó a EL DIARIO que la presentación ante la jueza de Menores es una “medida cautelar genérica”, y su cometido es “lograr, antes que nada, que se complete la información sobre el estado de la desnutrición, y lo más urgente, que se cumplan las pautas de provisión de leche a los chicos desnutridos y normonutridos” (son niños que según su talla y peso no son desnutridos, pero que se encuentran en serio riesgo de llegar a serlo).
“De acuerdo a Nación, a esta altura del año el 100 % de los chicos desnutridos deben tener el 100 % de la leche que le corresponde por norma. Esto no está sucediendo en Paraná . Tenemos un número informado de 1.817 chicos desnutridos y casi 3.000 normonutridos”, en base a datos de la mitad de los centros de salud. Mendoza aclaró que queda abierta la vía del amparo, y que siempre está la posibilidad de “ir, a través de la Defensoría General de la Nación, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, porque “si el dinero no llega o hay dificultades en su destino, tendrán que buscar otra forma para que esos recursos cumplan su función”.
La medida cautelar genérica busca “apagar el incendio, es decir, que haya leche. De allí en más deberá abrirse otro procedimiento por las responsabilidades, porque esto va a dejar secuelas” anticipó. “Nosotros no tendríamos que ocuparnos de esto, es responsabilidad del Ejecutivo. Pero uno no puede dejar de ver la cantidad de gente que acude a la Defensoría a pedir ayuda”, justificó.

                                                                           

 SEMANARIO ANÁLISIS DE LA ACTUALIDAD

Domingo 10 de noviembre de 2002

Paraná: el defensor del Superior Tribunal presentó una medida cautelar ante la jueza de menores para asistir “con urgencia” a desnutridos

 

El defensor del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Arsenio Mendoza realizó el pasado viernes, una presentación ante la jueza de Menores de Paraná, Claudia Salomón, en la que le solicitó que “con urgencia” tomara medidas cautelares para asistir al “31 por ciento de los niños de la capital provincial que están en riesgo nutricional”, y que actualmente “sólo reciben el 30 por ciento de la leche prevista y con una demora de siete meses”.

La presentación le pide a la jueza Salomón que se requiera a la Secretaría de Salud de la provincia que “complete informes respecto a la población menor de edad beneficiaria de los programas de provisión láctea, acredite la provista regular de ese alimento a los niños afectados por, o en riesgo de desnutrición, y brinde las razones del incumplimiento en tiempo y forma de las entregas que revelan los informes realizados por los centros asistenciales de la ciudad”.

El pedido del defensor del STJ se origina en los informes solicitados a los centros asistenciales de la capital provincia y que, tras las respuestas brindadas por la mitad de ellos, arrojaron como resultado que hay “1.817 niños desnutridos de entre cero y seis años, de los cuales 188 son chicos por nacer, lo que involucra a la futura mamá, hoy embarazada”. Respecto de los niños en posible riesgo nutricional, que aunque no están contemplados en ningún programa nutricional, reciben provisión de leche y control periódico en los centros de salud, surgió que existen “2.386 personas, de entre cero y dos años”. Según lo que pudo establecer el defensor del STJ, en Paraná, el 31 por ciento de los chicos de la ciudad están “comprometidos” en cuanto a su nutrición.

Ante esto, Mendoza pidió que se averigüe rápidamente a qué se debe el atraso y disminución de las raciones de leche. “Lo importante es que se pueda saber qué pasa, porque no puede ser que el ministro de Salud de la Nación (Ginés González García) diga que está todo bien y que hay leche suficiente, y aquí en Paraná nos encontramos con esta realidad donde el promedio de la demora en la entrega de ese alimento es de entre siete y ocho meses, lo que ha llevado a redefinir el suministro por parte de los centros de salud, que significa que los chicos reciban el 30 por ciento de lo que tienen estipulado como necesario para su tratamiento. Demora y falta de cantidad van a agravar el cuadro” sostuvo.

Ante esta situación, la Defensoría del Superior Tribunal indicó que la presentación ante la jueza de Menores es una “medida cautelar genérica, cuyo cometido es lograr, antes que nada, que se complete la información sobre el estado de la desnutrición, y lo más urgente, que se cumplan las pautas de provisión de leche a los chicos desnutridos y normonutridos (son niños que según su talla y peso no son desnutridos, pero que se encuentran en serio riesgo de llegar a serlo)”.

“De acuerdo a Nación, a esta altura del año el 100 por ciento de los chicos desnutridos deben tener el 100 por ciento de la leche que le corresponde por norma. Esto no está sucediendo en Paraná. Tenemos un número informado de 1.817 chicos desnutridos y casi 3.000 normonutridos”, expresó Mendoza, basándose en lo informado por los centros de salud, al tiempo que añadió que “queda abierta la vía del amparo, y que siempre está la posibilidad de ir, a través de la Defensoría General de la Nación, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque si el dinero no llega o hay dificultades en su destino, tendrán que buscar otra forma para que esos recursos cumplan su función”.

“La medida cautelar genérica busca apagar el incendio, es decir, que haya leche. De allí en más deberá abrirse otro procedimiento por las responsabilidades, porque esto va a dejar secuelas. Nosotros no tendríamos que ocuparnos de esto, es responsabilidad del Ejecutivo. Pero uno no puede dejar de ver la cantidad de gente que acude a la Defensoría a pedir ayuda”, finalizó Mendoza.