Testimonio de un amigo

Testimonio I 

26 de enero / 2002

Anoche se realizó el cacerolazo nacional, convocado por las ASAMBLEAS BARRIALES, pero que contó también con la adhesión de muchas otras organizaciones.  Las Asambleas barriales, constituyen a mi juicio lo más revolucionario de la situación que se está gestando en nuestra sociedad.Cuando digo revolucionario, me refiero solo a lo inédito, espontáneo y original de la forma de protestar, exigir y agruparse de la gente, y no a la existencia de una intención de agredir a personas, destruir locales bancarios o apedrear a la policía.   Me siento esperanzado que desde allí, desde esas frescas y -por el momento- idealistas agrupaciones,  surgirán las nuevas organizaciones políticas límpidas que tanto necesitamos para la construcción de un futuro país de verdad, con democracia en funcionamiento, y con  capacidad real de controlar las posibles  y frecuentes desviaciones humanas que se avivan desde el poder.

Los objetivos de esas asambleas, con un cronograma de reuniones cada vez más previsibles y efectivos (reunión barrial semanal, y los domingos, Asamblea General en Parque Centenario), son los que involucran en primer lugar los intereses de todos por igual;  pero lo más importante es que acepta e incorpora también la problemática propia de los diversos grupos sociales: creo que esta es una de las características revolucionarias de lo que está sucediendo, porque la cualidad de sumar para construir, no ha sido justamente nuestra característica  más relevante.

La gente se une para reclamar y luchar por:

1. -  Contra la impunidad y la corrupción institucionalizada de la Justicia por eso se exige, como primer paso,  la renuncia de todos los miembros de la Corte Suprema a través de las marchas multitudinarias de todos los jueves a las 17 hs. Frente a Tribunales -.

2. - Contra el corralito bancario (que dejó atrapados y congelados solamente los ahorros de pequeños ahorristas, que son quienes confiaron en el pais, permitiendo con sus depósitos, que los bancos puedan otorgar los gigantescos préstamos/estafas a los grandes ladrones que fugaron los capitales al exterior.

3. - Contra la vergonzante presencia del FMI  hasta en las más mínimas decisiones del gobierno (de todos los últimos!). Ya no escapa a nadie que la responsabilidad no fue solo del gobierno de turno que aceptó las políticas impuestas; está mas claro ahora, en primer lugar  cuáles fueron esas políticas, desde cuando se vienen instrumentando, y quienes compraron a nuestros políticos para llevar adelante la entrega total del país. No se
necesita ser historiador para poder ver en todos los regímenes militares latinoamericanos de los años 70, totalitarios y crueles, el origen programado de nuestra degradación actual.  A la luz de esa nueva conciencia colectiva, es que deben interpretarse las leyendas de muchas de las pancartas de las marchas caceroleras, muchas de las cuales se refieren a ese problema: 

FMI, no nos ayuden mas, por favor!!!!, Otro,  FMI, no me des una mano, sino por favor quítame la pesada mano que tenés sobre mi hombro!!!!

4. - Contra la corrupción de la clase política y de la dirigencia en general (casi indefectiblemente, todo político  tiene su pasado  bien conocido de corrupción y enriquecimiento ilícito; o por lo menos negligencia o falta de idoneidad. 

5. - Contra la  injusta pobreza, ya intolerable, de 15.000.000 de habitantes de un pais tan rico como el nuestro.

6. - Contra el altísimo e insoportable nivel de desocupación.

7. - Contra el desinterés de los dirigentes por la educación y cultura, que la llevó a una total degradación.

8. - Contra el abandono de los jubilados que trabajaron toda su vida y ahora se ven obligados a permanecer en largas filas, durante horas,  para mendigar apenas por una migaja de lo que les pertenece justamente. Y para mayor oprobio, se ven obligados a hacerlo en el lugar físico donde se concentró el latrocinio sistematizado desde el poder: las sedes de los bancos.

9. - Contra la posibilidad de que mucha gente, que tomó créditos para construir o comprar una vivienda, se quede en la calle, perdiendo no sólo el capital de sus ahorros, sino también la alegría de vivir una familia en paz, con la tranquilidad del techo de una casa, en lugar de verse empujado a buscar una autopista como techo.

10. - Se reclama también por la salud del pueblo; que se garantice la existencia de los medicamentos, del funcionamiento normal de los hospitales públicos.  Se está hablando ya de posibles brotes epidémicos, de enfermedades que ya no debieran existir.

En el masivo cacerolazo nacional de anoche, estuvieron presentes todos estos reclamos, pero casi como centrando todo en  la responsabilidad que se le adjudica a la clase política; la sensación de rabia  y hartazgo por su irresponsabilidad desde el Congreso es muy evidente y generalizada. Se salvan solo algunos pocos políticos que han ido comprendiendo los reclamos de las mayorías, y que aparentemente han transitado una vida privada mesurada, dentro de la ley y consecuente con los principios de sus ideas.
No es casual que las diputadas Ocaña o Lilita Carrió, puedan andar libremente por las calles sin ser insultadas, como sucede a casi todos los cuestionados políticos, funcionarios o ex - funcionarios de los últimos gobiernos. El jueves pasado, yo he visto con mis propios ojos, durante la manifestación contra la Corte Suprema, cómo infinidad de personas se acercaban al diputado Zamora para abrazarlo y animarlo a continuar la lucha por sus ideas. 

Claro; sucede que las últimas sesiones del Congreso para elegir a Rodríguez
Saa y a Duhalde, al ser transmitidas en directo por TV, permitieron desenmascarar ante una sociedad ávida de información veraz, las actitudes personales de cada uno de los legisladores, como así también  evidenciar el accionar tan pobre de la mayoría de ellos:  sus ideas,  sus propuestas, sus intereses; el  apasionamiento de unos o los  bostezos aburridos de otros; las presencias y notorias ausencias en el recinto durante los discursos; las inteligencias lúcidas de unos pocos o los cerebros de mosquitos ( por lo de chupasangre también, y no solo por el tamaño de los insectos) de la gran mayoría.

La manifestación de anoche fue otra gran catarsis colectiva, espontánea, y que el gobierno trata de opacar por todos los medios. Acabo de escuchar que Duhalde dijo esta mañana que no es haciendo bochinche cómo se solucionan los problemas.  Evidentemente le llegó cerca la estocada. En La Nación de hoy, se habla de un número de 8.000 personas que hubieran visitado la Plaza de Mayo, cifra ab solutamente ridícula si se tiene en cuenta que la gente manifestó no sólo en la Plaza misma, sino que lo hizo recorriendo en su integridad  la avda. de Mayo, hasta el Congreso, mas todas las principales avenidas de la ciudad, las que  estaban literalmente colmadas y tomadas por gente pacífica pero muy ruidosa.

Lo mismo aconteció  en la mayoría de las ciudades de todo el país.

Esta vez Beba se atrevió a acompañarme, portando una especie de sonaja que ella misma se construyó con una latita de cerveza vacía y algunas simbólicas monedas en su interior. La lluvia desatada a eso de las 22.30 hs, no bajó el entusiasmo de la gente ni disminuyó el número de manifestantes.

En determinado momento ingresó a la Plaza una importante columna con las características pancartas de los pañuelos blancos sobre fondo azul. Eran las Madres.

 Me incorporé durante un rato a esa la marcha,  y pude ver desde muy cerca a la Bonafini. La gente seguía su paso con aplausos y cánticos de apoyo y admiración. Aun sin comulgar con algunas opiniones y propuestas de la Bonafini, me emocionó pensar que fueron ellas las primeras, las madres de los chicos desaparecidos de los años 70, las que iniciaron la resistencia marchando alrededor de la pirámide. Desde el gobierno las apodaron en ese entonces las locas de plaza de mayo, porque según los militares los desaparecidos no existían, y se trataba de una invención de la izquierda para desprestigiarlos.

25 años después, habiendo caído ese gobierno militar, y después de unos cuantos tristísimos gobiernos civiles, ellas entraban anoche una vez mas a "su plaza", vivadas por una enorme muchedumbre, porque no se desconfía de la sinceridad de sus sacrificados reclamos.

La vuelta  a la Plaza una vez mas, fue emocionante!  Triste también, comprobar que es la misma plaza que cobijó los primeros reclamos de liberación de los patriotas, allá por el 1810, y que hoy, casi 200 años después, nos encuentra pataleando en el mismo barro, exponiendo  similares ideales y reclamos, mojados por la misma lluvia que también mojaba a los idealistas de la Gesta de mayo.

Qué destino! : mientras otros países se nos fueron tan lejos, adelante (sin muchos escrúpulos la gran mayoría de ellos, claro!!!), A nosotros se nos dice que tenemos que volver a fundar la República, y que no habrá salida de
la crisis sin un gran sufrimiento 

Quien escribió esto, sé auto describe como un ser humano que ama la vida (aunque sin saber porqué); capaz y gustoso de sorprenderse siempre  por los cambios positivos que se producen en las personas y en la humanidad toda; optimista (también sin saber porqué), y que entre muchas cosas ama a su familia, a sus amigos y alumnos, y que practica desde siempre la música, simplemente porque le gusta (también sin saber porqué.    

Buenos Aires, 26
de enero del 2002.

Gracias a dfolmer@pluspetrol.com.ar

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Testimonio II

 Y por fin algunos nos animamos y fuimos, a la plaza Roca, el viernes 25 por
la noche. No estábamos todos los que somos, pero, en fin: el que faltó se lo
perdió.

Porque pese a la timidez, inhibición, mansedumbre - o como quiera
llamársele - que suelen adjudicarnos a los comodorenses (aunque parece que
en Rada Tilly no se retrajeron tanto porque hasta llegaron a realizar
algunos escraches), los que estuvimos presentes pudimos compartir con
ansiedad y emoción un espacio común, motivados por intereses y finalidades
que, sabíamos, nos excedían individualmente.

En la medida que pudimos acercarnos se fue instalando una tenso entusiasmo
que por momentos sólo se expresaba en el sonido de las cacerolas y demás
implementos utilizados (remedando, tal vez, una de las primeras formas de
comunicación humana), materializando de ese modo el anhelo impostergable por
un cambio que se impone como ineludible.

Porque si bien, como en otros lugares del país, el reclamo frente a la
coercitiva incautación de los ahorros (y la depravada bancarización
impuesta) es uno de los principales desencadenantes de este movimiento
social inédito, los alcances de la protesta y la lucha son muchos mas
vastos.

La (re)conquista del espacio público por parte de la ciudadanía no da cuenta
únicamente del malestar que la vulneración de gran parte de sus derechos
trae aparejado, sino fundamentalmente de una nueva conciencia de
participación política (transformadora de la realidad), donde el sentimiento
de victimización y pasividad comienza a ceder su lugar a la responsabilidad
y el compromiso, y el individualismo y el desengaño advienen en lazos de
solidaridad, a la búsqueda de alternativas posibles que contemplen el
bienestar de las mayorías.

Porque se equivocan quienes piensan que la movilización es antipolítica como
también quienes pretenden ignorar el carácter espontáneo de la convocatoria.

Porque la misma es el producto no solo de años de descreimiento de los
políticos venales y de su desvergonzada arrogancia; del hartazgo frente a
tanta injusticia, arbitrariedad, mentiras, deshonestidad, impunidad (no solo
jurídica sino también moral) y corrupción; del desasosiego y el dolor ante
el irracional despilfarro del esfuerzo social acumulado (como la liquidación
de nuestro patrimonio nacional), la licuación de las esperanzas, la falta
absoluta de expectativas futuras; sino que también expresa el reclamo por la
falta de trabajo, de atención sanitaria y de educación y en pos de que
desaparezcan las vergonzosas y humillantes situaciones de hambre,
enfermedades y muertes evitables, la violencia social, la inseguridad, esto
es: no se trata únicamente de una masiva manifestación en repudio de la
destrucción económica y el deterioro institucional a las que nos han
llevado, sino también a la determinación de poner fin al tremendo
padecimiento que millones de argentinos viven cotidianamente quebrantando su
condición humana.

Implica asimismo la recuperación crítica de la memoria, en la comprensión de
que todo perjuicio a un semejante es un perjuicio al conjunto, de que no hay
beneficios sectoriales que se sostengan en el tiempo si es en desmedro de
los otros, esto es: reconocernos en los demás, sin confundir diferencias con
desigualdades; entendiendo que es la trama de proyectos, intereses y deseos
diversos y comunes lo que constituye nuestra identidad y que el ejercicio
pleno de la libertad nos compromete a renunciar al falso amparo que nos
brindan aquellos que dicen ocuparse de nuestras necesidades para tomar la
decisión irrevocable de valernos, mancomunadamente, por nosotros mismos.

Con mucha bronca aunque sin violencia recorrimos las calles en medio de un
notable silencio, donde parecía que la ciudad nos había abandonado, no
obstante lo cual - o precisamente por ello - el fervor (y el ritmo
batuquero) no decreció en ningún momento y luego de cantar el Himno Nacional
frente a la Municipalidad decidimos continuar con la marcha hasta regresar
al punto de partida.

Sin lugar a dudas la etapa que estamos transitando es sumamente difícil y
compleja y de cómo logremos superarla depende que podamos no solo evitar
mayores penurias sino también cumplir nuestros sueños y proyectos mas queridos.

Por todo esto y mucho mas fuimos a la Plaza y es de esperar que por ello
sigamos yendo. Y si no fue por eso, ojalá que lo llegue a ser.


Dr.Miguel Angel de Boer

Comodoro Rivadavia, Enero 2002.

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