Historia

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¿ Como nace el "Club Atlético Peñarol" ?-

Un caracterizado grupo de vecinos del Barrio Hospital concibió la idea de fundar una entidad donde pudieran reunirse y en un ideal mancomunado brindar al barrio un club para fomentar el desarrollo de los deportes, y también la camaradería y amistad entre todos los vecinos.

      Tan feliz idea encontró acogida favorable de inmediato, y reunidos los señores Celio Bechi, Américo Gutiérrez, Dante A. Longhi, Marcelo Guerra, Angel Arbues, Francisco Silbán, Juan J. García, Carmelucho Di Palma, José Bechi, Carlos Lizalde, Samuel Rastelli, Arturo Sueyro, Carlos García, Roberto Golfieri, Alberto Mancini, Miguel Fagliardini, Héctor Provenzano, Miguel Silbán, Héctor Zafferano, Luis Paulucci, Silvano A. Hernández, Isidro Arias, Adolfo Alvarez, Manuel Gonzáles, Sixto Suezcun, Julián Cármenen, Manuel Gonzáles, Atilio Frisone, Luis Pignochi, Raúl Sartora, Antonio Rastelli, Félix Pagliardi, Héctor Guillen, Antonio Maucieri, Vicente Gutiérrez, y Juan Frisoni, un 7 de noviembre del año 1922 se hecharon las bases de lo que hoy es el Club Atlético Peñarol. Antes de elegir el nombre se habían barajado varios otros, tales como: "Hospital", "Club de los Treinta", "Libertad", "River Plate", y "Union".

      El nombre de "Peñarol" fué propuesto por el señor Francisco Silbán, y como el club uruguayo del mismo nombre estaba haciendo por aquel entonces una magnífica campaña y había llegado a nuestras playas, donde contaba con muchos simpatizantes, la propuesta del señor Silbán no tuvo muchos opositores, pese a los otros cinco nombres propuestos, ganando en consecuencia por mayoría la aprobación de los presentes.

 

Socios Fundadores ...

Alvarez, Adolfo

Arias, Isidro

Becchi, Celio

Becchi, José

Cármenen, Julián

Di Palma, Carlos

Frisone, Domingo

Frisone, Atilio

García, Carlos

García, Juan

Gonzáles, Manuel

Golfieri, Roberto

Gutiérrez, Américo

Gutiérrez, Vicente

Guillen, Héctor

Hernández, Silvano A.

Lizalde, Carlos

Mancini, Alberto

Maucieri, Antonio

Pagliardini, Félix

Pagliardini, Miguel

Paulucci, Luis

Pignochi, Luis

Provenzano, Héctor

Restelli, Antonio

Restelli, Smuel

Sartora, Raúl

Silbán, Francisco

Silbán, Miguel

Sueyro, Arturo

Suezcun, Sixto

Zafferano, Héctor

La primera Comisión Directiva ...-

El barrio ya tenía un club y mucha gente dispuesta a trabajar con entusiasmo para su engrandecimiento, y como lógica se imponía la integración de una comisión directiva para encauzar y llevar adelante los entusiastas proyectos de sus fundadores. Así fue como la primera Comisión del Club fue integrada de la siguiente manera:

Presidente: Hernández, Arístides

Vicepresidente: Raúl Sartora

Tesorero: Manuel Gonzáles

Vocales: - Antonio Restelli

             - Carminucho Di Palma

              - Roberto Golfieri

            - Juan J. García

              - Francisco Silbán

 

Nuestros colores distintivos ...

      En cuanto a los colores, estuvieron todos de acuerdo en que si bien el club llevaría el mismo nombre del uruguayo, los colores de éste no gustaban del todo por considerarlos un poco apagados -negro y amarillo, a rayas verticales gruesas-. Después de varias proposiciones de colores, el señor Roberto Golfieri propuso que los futuros colores de la novel entidad fueran el azul y blanco en franjas finas y verticales. Esta idea contó de inmediato con la aprobación de la mayoría y desde entonces nunca a cambiado de colores el club. 

 

¿ Por que nuestro salón de fiestas se llama "Raúl Sartora" ?  -

      Peñarol tiene y mantiene inalterable en el afecto del recuerdo, que se hace más firme a medida que transcurre el tiempo, la galería de los hombres que pusieron al servicio de la entidad algo más que la incontrarrestable voluntad de trabajo en acción sin pausa. Imbuidos de un cariño que llegó a transformarse en algunos como verdadera pasión peñarolense, ese núcleo de hombres enarbolaron la bandera del progreso sobre un mástil, sustentado por la confianza en el futuro y la seguridad de que imponían de positivo mérito en cuanto a la bondad de su alcance.

      Fueron lo superior que inclinaron hacia su acción el apoyo de esa masa que siguieron sin hesitar el camino hacia las conquistas societarias. Son, ahora que han desaparecido físicamente, la constante luz espiritual que sigue iluminando el camino por ellos señalado. Su recuerdo tiene permanencia afectuosa en el corazón de todos los peñarolenses. Recordemos, dentro de esa luminaria de nobleza y desinterés, a quienes rindieron culto a la amistad, amplia, generosa, ejemplar y capacitada, para rendirles a la vez tributo de nuestra admiración hacia la obra que legaron al Club con el que compartieron el amor de la familia, en ese segundo hogar que fue para ellos en vida,  y lo sigue siendo en el permanente recuerdo de sus socios.

      Raúl Sartora conducía con mano firme a su Club hacia lo que había soñado en cuanto a grandeza de un futuro sin límite. Hombre de sanos ideales y particular decisión, contaba a la vez con cariño y confianza cuya amplitud le permitía cumplir planes que llevaron a la concreción de lo máximo alcanzado por la entidad. Su ascendiente moral era extraordinario y su desaparición constituyó un durísimo golpe para la institución en particular y la sociedad en general.