V
Congreso argentino de Antropología Social
Lo local y lo global, la Antropología social en un mundo en transición.
Comisión de trabajo: Mundo simbólico y comunicación.
Autor: Ana Ramos , Mariela Eva Rodríguez.
El discurso como producto
ideológico, aun formando parte de lo material, actúa como signo que refracta
algo que está fuera de él. Es así que a partir de un análisis discursivo
intentamos dar cuenta del cruce de acentos que configuran las nociones de
"cultura", "otro-indígena", "tradición" e
"identidad" en las noticias periodísticas que hacen referencia a un
evento específico: la elección del cacique tehuelche "luego de 100
años", en Santa Cruz en el año 1995.
Desde este punto de vista
observaremos cómo estas nociones pueden convertirse en objeto de manipulación,
distorsionando la realidad social. Se silencia la voz de los protagonistas, se
oculta el proceso de construcción de hegemonía y sólo se escucha, entonces, el
discurso que impone la "monoacentualidad" de los estereotipos.
El objetivo central es
analizar los diversos modos de imaginar colectivos de referencia dentro del
proceso hegemónico donde se disputan los sentidos, centrándonos en la
construcción y apropiación del "otro indígena".
La investigación integra
aportes teóricos y metodológicos del análisis del discurso, la etnografía del
habla y la comunicación, y las reformulaciones de los estudios étnicos desde
perspectivas teóricas que incorporan el concepto de aboriginalidad.
De acuerdo con los
objetivos propuestos en ese trabajo, nuestra primera tarea consistió en la
selección del corpus de textos escritos. Realizamos esta selección en distintas
etapas del análisis. Las noticias que hacían referencia a la elección de los
dos caciques en las Heras son de periódicos nacionales y provinciales -de
Chubut y Santa Cruz-. Optamos por seleccionar los diarios de esta última
provincia para realizar un análisis más profundo, ya que en ellos el
tratamiento de los "otros-indígenas" era el tema central (incluimos
en este grupo la noticia de Clarín que utilizamos en esta ponencia, por haber
sido escrita por un vocero santacruceño). El resto de las notas fueron tomadas
como ejemplos para realizar comparaciones más generales. En el marco de esta
ponencia trabajaremos sólo con algunas de estas noticias, aquellas que pensamos
que podrían ser más representativas para mostrar los distintos fines y las
estrategias utilizadas en la construcción del "otro-indígena".
"LOS TEHUELCHES Y
MAPUCHES VOLVERÁN A TENER CACIQUES" (ver anexo 1).
La noticia que a
continuación analizaremos pertenece al periódico "Clarín" (11 de
Junio de 1995). Este es distribuido masivamente a nivel nacional y podría ser
clasificado entre uno de los medios de comunicación más influyente para la
creación de opinión. Formalmente está organizada del siguiente modo: En primer
lugar, aparece en mayúscula un titular -"Histórica ceremonia en la
Patagonia"- seguido por otro de mayor importancia escrito en negritas y
con letras más grandes en el que se lee: "los tehuelches y mapuches
vuelven a tener caciques". Inmediatamente después el copete, a modo de
resumen, introduce su desarrollo.
La noticia ocupa las tres
cuartas partes de una página entera (estando el cuarto restante reservado para
propagandas) y puede ser desmembrada como sigue: El texto, escrito en una única
columna, está ubicado en el margen izquierdo. En la primer parte, el relato
indica cómo se desarrollará la acción que ocurrirá ese mismo día (11 de Junio)
y quiénes organizaron el evento. Luego aparece un subtítulo que dice: "el
último cacique". En este sector se describe la relación entre tehuelches y
mapuches -haciendo hincapié en los primeros- durante el transcurso de los
últimos cien años. Culmina con un recuadro en el cual se argumenta esta
relación desde una perspectiva histórica. Consideramos que tanto el hecho de
enmarcar este discurso como utilizar el género histórico da pautas que
persuaden al lector para interpretarlo como si estuviera lejos del ámbito de la
opinión y fuera, por lo tanto, la palabra autorizada, científica, verdadera,
legítima. La firma de autor es reemplazada, de este modo, por la voz de la
historia con mayúscula. No se cita la fuente autorial, no aparecen responsables
de esta construcción del pasado que actúa como marco interpretativo de la
totalidad de
La siguiente inscripción
Las tribus de los tehuelches y mapuches: cien años sin elegir a sus
caciques" acompaña la fotografía que ilustra
Consideramos que la
noticia -transmitida a "Clarín" por medio de un vocero santacruceño-
representa en mayor medida la ideología provincial subyacente1 en relación al
tema tehuelche, más que una visión federal o nacional, y que es esta misma
ideología la que de algún modo ha convertido los hechos ocurridos -la elección
de dos caciques- en noticia y ha permitido su trascendencia.
Observamos por último la
presencia de varios errores que indicarían tergiversación de información o
carencia de ella. No sabemos si la responsabilidad es del periodista
galleguense o si corresponde a "Clarín", aunque pareciera ser de ambos2 .
a) El
"otro-indígena".
En esta noticia se
construye una imagen genérica y estereotipada del "otro" en tanto
aborigen. Nos centraremos ahora en esta construcción.
Las estrategias
utilizadas para la expresión de ideologías compartidas o de modelos mentales
(Van Dijk op.cit.) sobre los "otros-indígenas" son varias.
Seleccionamos -entre otras posibles- los usos del pasado y la noción de
cultura, como los ámbitos principales en los que el discurso se presenta como
signo "monoacentuado" (Voloshinov 1933). En las siguientes citas se
puede observar cómo las opiniones ideológicas ocultan e invocan selectivamente
la historia: "Histórica ceremonia en la Patagonia" (en el titular).
"Hacía 100 años que
estas tribus no elegían a sus caciques" (copete).
"Las tribus de los
tehuelches y mapuches: cien años sin elegir a sus caciques" (leyenda de la
foto).
"Después de cien
años, las tribus tehuelches y mapuches de Las Heras volverán a tener caciques,
cuando esta mañana se celebre una ceremonia..." (primer
párrafo) "El último cacique tehuelche fue Orkeke, quien murió en Buenos
Aires en 1883 y fue reconocido por Julio Argentino Roca como un amigo de los
cristianos" Escogimos estos fragmentos con el fin de ilustrar
numéricamente la repetición de la misma idea en el texto de
El periodista afirma que
con anterioridad a estos 100 años Orkeke fue el último cacique legítimo. Este
aborigen tehuelche convoca en el imaginario santacruceño una asociación con
aquél modo de vida (de cazadores nómades que vivían en toldos). Al calificarlo
como "el último cacique" se está implicando la negación de otros
representantes posteriores que hubiesen sido posible
recuperar (y de los cuales sí hace referencia Payaguala en un diario de Santa
Cruz en el que su voz es parte del discurso ajeno citado). Por un lado, el
hecho de ser "reconocido por Julio Argentino Roca como amigo de los
cristianos" lo diferencia de otros "indios no amigos", lo cual
-ligado a lo dicho anteriormente- podría eestar dando cuenta de una manera de
percibir a los mapuches, en tanto "enemigos", "salvajes",
"invasores". Por otro lado, Orkeke sólo es definido por su cercanía
con el blanco ("amigo", "cristiano", "fue
reconocido"). Esta relación de proximidad se valoriza positivamente al
referirse a Roca con su nombre completo, destacando así, la importancia del
reconocimiento por parte del estado-nación. La construcción de Orkeke como el
último cacique es el último hecho histórico legitimado hasta el día en que se
escribe
Esta es, por un lado, una
forma de crear marco interpretativo de, de resignificar el suceso -la asunción
de los caciques- seleccionándolo como un hecho positivo (Ver Van Dijk) y
legítimo. A través de este desplazamiento de modalidades enunciativas
-afirmación/ negación- los nuevos caciquess cobran legitimidad en una relación
de continuidad con Orkeke y de contraposición con los cien años posteriores.
Por otro lado, es un olvido estratégico, cien años en los que nada ha ocurrido,
cien años que han sido "borrados", silenciados. Silenciar es un
proceso activo aunque no siempre consciente. No es una ausencia de voz sino una
especie de borrón, de tachadura que debe ser mantenida y nutrida (Trouillot
1991). Los silencios no son fijos o eternos, esta flexibilidad los convierte en
la manifestación de poder más oculta y aún más instrumental, en el proceso de
producción histórica. Esto también se visualiza en otro diario (ver anexo 2) en
el que se utiliza una determinada selección de fotografías y un determinada
disposición para sugerir la misma sensación de vacío: en una de ellas -en la
que aparece una imagen del árido paisaje patagónico- se lee: "Las tumbas
aborígenes asoman bajo la nieve, en la zona de
En la noticia tampoco se
da ningún antecedente o explicación, ni siquiera una breve paralipsis, para dar
cuenta por qué los mapuches "se han expandido" o por qué la comunidad
"perdió" su "cadena organizativa". No se hace referencia al
conflicto, ni a las acciones negativas de los blancos. Estas ausencias se
encuentran también en las noticias de los diarios de Chubut que relatan este
mismo acontecimiento. Por ejemplo en el diario "Tiempo" de Comodoro
Rivadavia se lee lo siguiente: "...una cultura que hoy lucha por una
permanencia que durante siglos le ha sido vedada". En esta cita, la acción
negativa que se atribuye a los blancos pierde su énfasis -a través de la
estructura sintáctica en voz pasiva, con omisión del agente- disminuyendo así
su responsabilidad.
Mencionamos más arriba
que tomaríamos dos situaciones en las que el discurso se presenta como signo
monoacentuado. Luego de analizar los usos del pasado veamos qué concepciones de
cultura subyacen en el sentido común y cómo se vinculan con la manifestación de
los estereotipos del "otro indígena".
"La iniciativa fue
organizada por DECUIND, una institución para la Defensa de
"En la ceremonia
(...) se repetirán algunos cultos ancestrales dedicados al compromiso con
En los párrafos citados
se puede apreciar tanto una elección de ítems léxicos -"defensa",
"rescatar", "costumbres", "repetirán",
"cultos ancestrales", "Pachamama", "danzas y
cantos"- como de modificadores del predicado -"dedicados al
compromiso con la naturaleza", "como los que practicaban hace más de
cien años"- que caracterizan una determinada noción de lo que se entiende
por cultura y por aborigen.
Observamos que a lo largo
del artículo se busca y se acepta sólo al "indio del pasado", al
indio en estado de "pureza" lo cual queda visualmente claro tanto en
la contraposición de tiempos entre el presente de la noticia y el pasado de la
foto cuyos indicadores temporales son el vestuario, el peinado, la pose, etc.,
como en el párrafo citado anteriormente en el que se desacredita la cifra
arrojada por Payaguala (2500) por estar incluidos en ella los "mestizos-
mezclados". De este modo desde el sentido común se estereotipa al aborigen
-probablemente porque la perspectiva del llector medio (adulto, occidental, blanco,
masculino) tiende a preferir las noticias que contienen estereotipos hechos a
la medida de sus expectativas (Van Dijk op.cit.)- y se cosifican las prácticas
culturales y los agentes. Es decir, se toman ciertas características
presentándolas como inmutables, representándolas como "esencias
naturales" o "cosas", que en tanto "hechos dados" no
son fácilmente disputables. A través de estos marcos el poder de conocer
produce "verdad" y en el proceso borra las marcas de su propia
autoría (Alonso V. Briones 1994).
Las agrupaciones
socioculturales son consideradas así, como entidades separadas,
sobreenfantizando sus límites y diferencias como si los grupos humanos tuvieran
un corazón, un núcleo fundamental utilizado como criterio de demarcación entre
auténticos y falsos, como si se pudiera garantizar un bagaje cultural
intrínseco, preexistente, cerrado, sincrónico, transmitido de generación en
generación sin cambios tomándose a la cultura como "algo a ser
preservado". Así lo ejemplifica la cita de otro diario.
"Este suceso, que
acaso para los pueblos indios tiene un valor espiritual y tradicional ligado a
su esencia como raza"(Tiempo. Comodoro Rivadavia) Se puede apreciar que
entre los marcadores comúnmente utilizados desde esta perspectiva, la conservación
de la lengua ocupa un lugar de privilegio.
"cantando en su
lengua, atributo fundamental que mantienen los pueblos para la conservación de
su cultura" (Tiempo. Comodoro Rivadavia,13 de
junio de 1995).
"Ricardo Limonau
como su par Aonikenk también desconoce las costumbres y cultura del pueblo
mapuche, no habla la lengua aunque se mostró esperanzado de poder
recuperarla" (El Patagónico. Comodoro Rivadavia, 12 de junio de 1995).
Oponiéndonos a esta
perspectiva, coincidimos con Briones (1996) -ente otros- en que no existen
entidades aisladas, preexistentes, con contornos nítidos, sino prácticas de
marcación y desmarcación históricamente cambiantes que no pueden ser
simplificadas a priori al momento de la inscripción de fronteras sociológicas.
Estos procesos de marcación tienen lugar en contextos específicos de
interacción social y política donde la cultura se convierte en una marca
poderosa para distinguir comunidades juzgadas como aborígenes (como otros
internos) desde la tendencia principal culturalmente desmarcada o
invisibilizada (criollos-argentinos). El Estado Nación se presenta así como
acultural, universal -cultura omega-, englobando muchas culturas -culturas
alfa- lo cual puede ser interpretado del siguiente modo: mientras que la
tradición descansa del lado de las minorías, la Nación queda en el lugar de lo
universal y lo racional (Urban 1992). De este modo, partimos de una noción de
cultura que tiene en cuenta el proceso y, por lo tanto, el cambio, ya que ésta
al ser transmisible socialmente tiende a hacerlo cada vez que hay una
interacción social, es en potencia universal, tan plausible de globalizarse
como de diferenciarse a nivel local. La sociedad mayor no sólo define a estos
"otros internos" sino que además folkoriza sus prácticas en un intento
de apropiación: "Se comerá un asado donde se servirá picana de avestruz,
que es una de las comidas típicas y los ancianos de las tribus darán el mando a
los nuevos caciques"
Como se puede notar en
esta cita, las dos proposiciones -"se comerá un asado" y "los ancianos
darán el mando"- quedan alojadas en un mismo nivel equivalente. Otro
ejemplo del diario "El Patagónico" también ilustra esta situación:
"la asunción terminó con un cuadro de la escuela municipal de danzas
nativas de Comodoro Rivadavia. La ceremonia fue declarada de interés municipal
por el decreto del intendente Francisco Vázquez".
Nuestra intención aquí es
tratar de analizar qué conceptos de "indio" subyacen en la
información contenida en los periódicos, y no explicar el evento en sí. Por
esta razón, no analizamos si aquél día se llevaron o no a cabo representaciones
que den lugar a interpretaciones esencialistas, precisamente porque los
aborígenes son generalmente obligados a dar cuenta fehaciente de su diferencia,
de su "autenticidad", de la continuidad de la "cultura
tradicional" para que su aboriginalidad no se considere extinta; lo cual
los lleva a que en ocaciones sobreactúen las diferencias, mediante la
"recuperación fiel" de ciertas prácticas (Briones 1996).
En la descripción de los
hechos se dice que "la ceremonia fue estrictamente espiritual".
Subyace aquí una visión de "indio" al cual no le está permitido
"hacer política", es decir tomar una posición que le permita
transformar la situación por medio de
La protección de derecho
universal a la propia cultura es la base última que legitima la lucha política
por una representación igualitaria en el domino público. Al interior funciona
como base de solidaridad y movilización grupal; y al exterior, como reclamo de
apoyo por parte de otros grupos sociales, opinión pública y gobierno. De este
modo, en la perspectiva de una nueva narrativa se redefinen los conceptos.
b) El
"otro-tehuelche" y "el otro-mapuche"
Las interpretaciones de
un pasado compartido son un rasgo prominente de la lucha hegemónica y el
terreno en el que se disputan los distintos sentidos de pertenencia. Por lo
tanto, nuestro interés en el análisis de los usos del pasado no se centra en
juzgar la verdad de los datos, sino en tratar de explicar por qué los procesos
de interpretación histórica están sujetos a la retención selectiva, a una
amnesia no inocente y a la reinterpretación tendenciosa (Brow 1990).
En el contexto de esta
noticia, la resignificación histórica es la base sobre la que se construye la
polarización "nosotros-otros".
"Los mapuches, que
en los últimos años se han expandido hacia Chubut y La Pampa son muy pocos en
la reserva de Las Heras, lugar en el que se hará la ceremonia, donde los casi
cien aborígenes pertenecen a la tribu tehuelche."
Estas aserciones
objetivas no expresan explícitamente opiniones. No obstante, la utilización del
léxico "expandido" refleja una apreciación ideológica; connota la
idea de crecimiento demográfico e invasión de los mapuches. A través del uso
del pretérito perfecto compuesto, acompañado del modificador "en los
últimos años", se sugiere que esta expansión-invasión ha sido constante.
La elección de este tiempo verbal nos indica que la acción comienza en el
pasado y se continúa en el presente; si no se prolongan los hechos, lo hacen
sus consecuencias. La proposición subordinada adjetiva "que en los últimos
años se han expandido hacia Chubut y La Pampa", cuya función es
especificativa, contribuye a gestar el fantasma del "invasor" y
enfatizar la caracterización global negativa de los mapuches como ilegítimos en
las tierras en que se encuentran actualmente. Esta opinión acompaña a la
construcción positiva de los tehuelches. Así, en el resto de la oración se hace
hincapié en la preponderancia numérica de estos últimos en Las Heras -"son
casi cien"-. A pesar de que la elección ha sido de un cacique tehuelche y
uno mapuche, pareciera que la ceremonia se construye principalmente como
tehuelche. Veremos más adelante la importancia ideológica de esta afirmación.
El texto del recuadro que
se encuentra aparte, al final de la nota, se titula: "Antiguos
enemigos". Bajo este encabezamiento, los mapuches son explícitamente
calificados. Tal caracterización negativa cobra mayor importancia axiológica en
esta parte de la noticia, por el marco interpretativo del texto que indexicaliza
"esto es historia y debe ser entendido como verdad". Analicemos las
distintas estrategias discursivas que se utilizan: "El territorio original
de los tehuelches -cuyo nombre exacto es aonikenk, que significa 'gente del
sur'- comprendía desde el río Colorado hasta el estrecho de Magallanes,
limitando al oeste con la cordillera de los Andes. Los mapuches o araucanos, en
cambio, eran originarios de Chile y fueron desplazándose poco a poco hacia la
Patagonia -se cree que en el sigo XVII-, lo que provocó un feroz enfrentamiento
con los tehuelches." Después de la introducción valorativa del título,
encontramos en este párrafo los "hechos" de valor
histórico-informativo que constituyen el "pretexto" de
En segundo lugar, el
texto continúa con la descripción de los hechos históricos haciendo referencia
a los mapuches. La relación funcional de oposición y comparación ("en
cambio") que une las dos primeras oraciones tiene la función estratégica-argumentativa
de establecer un contraste entre la legitimidad tehuelche y la ilegitimidad
mapuche "que eran originarios de Chile" y que "fueron
desplazándose poco a poco hacia la Patagonia", connotando nuevamente la
idea de invasión constante e incidente, como la imagen de un potencial enemigo
de guerra.
Este contraste discursivo
deviene en oposición real en los hechos históricos. Los mapuches, a través de
su "desplazamiento" son los que llevan a cabo la acción negativa:
"lo que provocó un feroz enfrentamiento con los tehuelches". Esta
valoración se introduce a través del significante "feroz" que
contiene una asociación basada en la relación referencial: "feroz"( animal, agresividad. Implíctamente se continúa
construyendo los acontecimientos históricos, así, los tehuelches son pocos como
consecuencia de esta invasión y el avance de "los blancos" permanece
ausente.
"Actualmente existen
cerca de 30.000 mapuches puros de primera y segunda generación, distribuidos
entre Neuquén, Río Negro, Chubut y
Centrándonos sólo en los
usos del pasado, notamos que se retoma aquí, a través del paralelismo entre las
proposiciones subordinadas la relación de contraste que se había desarrollado
anteriormente. A modo de conclusión se califica diferencialmente a estos
"otros": los mapuches "distribuidos entre Neuquén, Río Negro,
Chubut y La Pampa" en la actualidad y los tehuelches "que fueron los
primeros habitantes". De este modo, el lector puede inferir3 nuevamente
las nociones de invasión y legitimidad.
El periodista hace
referencia al número de tehuelches que habitan en la provincia de Santa Cruz.
Según Van Dijk (1994) la utilización de cifras precisas es un recurso retórico
que implica fidelidad de un modo más convincente que cualquier otro, porque a
través de la exactitud sugiere implícitamente veracidad.
En el siguiente párrafo
se puede apreciar la variabilidad que realiza en el tratamiento de las
distintas fuentes. En la contraposición entre la cifra de DECUIND (2500) y la
de la historiadora (100), subyace su propia opinión sobre la legitimidad de
ambas.
"En la actualidad,
según DECUIND, existen en Santa Cruz cerca de 2.500 aborígenes de esa
comunidad, aunque contabiliza a los 'mestizos' y a los que se mezclaron con
mapuches" Aquí vemos que el nexo subordinante concesivo "aunque"
da cuenta de dos cláusulas de tal forma que si por un lado se acepta la
primera, ésta es, por el otro, restringida con la aclaración ("aunque
contabiliza a los 'mestizos' y a los que se mezclaron con mapuches"). Esto
es lo que Van Dijk (op.cit.) denomina "paralipsis", que consiste en
desplazamientos semánticos locales, escogidos cuidadosamente para manipular las
opiniones e impresiones de los receptores. Es decir, son parte de las
estrategias que permiten expresar una opinión en la primera proposición y
deslegitimarla en
Además acompaña las citas
con elecciones lexicales tales como: "mestizos" y "se
mezclaron". Estas elecciones tienen una connotación axiológica negativa y
sirven al enunciador para oponer la idea de impureza ("mezclados") a
la de pureza ("puros") que permite inferir, de este modo, la
concepción negativa sobre los mapuches (invasores que se expandieron y
alteraron la "pureza" tehuelche).
Por último el periodista
explicita su propia cifra diciendo que "los tehuelches puros (...) hoy no
serían más de 600" (se entiende, por el contexto, en la Argentina), con lo
cual se adosa a la concepción de "pureza racial" utilizada por la
historiadora y a su opinión sobre el número de tehuelches en Santa Cruz.
En relación a la
construcción estereotipada del contraste entre tehuelches y mapuches,
quisiéramos hacer referencia a la coherencia global del texto. Sumado a lo
explicado anteriormente, en el resto de la noticia notamos una organización
jerárquica de la importancia de uno y otros. En la simple enumeración se nombra
a los tehuelches en primer lugar, y bajo el subtítulo "Ultimo
cacique" se hace referencia únicamente al cacique tehuelche Orkeke (en
contraposición con el título de la noticia). De forma similar, hemos visto cómo
por razones estratégicas e ideológicas tales diferencias de importancia pueden
ser manipuladas en el significado del discurso, siendo más abundante la
información favorable para unos (los tehuelches) y desfavorable para otros (los
mapuches).
La noticia que sigue a continuación
fue publicada en "
El único titular
-"El indigenismo en Santa Cruz"-- aparece con letras más grandes en
negritas sobre la parte superior de
La noticia está ubicada
en el margen izquierdo superior y toma gran parte de
Se puede observar a
simple vista, la recurrencia en la utilización del pronombre posesivo de la
primera persona del plural, estrategia ésta que se vincula a la manera de
conjugar los verbos -"interesarnos", "tenemos",
"podamos"- y que en conjunto le permiten al enunciador centrar su
discurso en el "nosotros" frente al cual el "ellos" queda
nítidamente escindido.
a) ¿Quiénes son ellos?
En primer lugar,
entonces, "ellos" no son "nosotros". El enunciador del
discurso adopta la figura del "nosotros" y se coloca en una posición
que le permite, más allá de las apariencias, reflexionar sobre algunos aspectos
que desprende del acontecimiento, y que le permite desentrañar la
"verdad" de los sucesos y cifras. Es un "nosotros"
inclusivo del lector, aunque no hay marcas de comportamientos alocutivos. Al
hacer referencia a "nuestra cultura comunitaria" o "nuestra
provincia" está claramente definiendo los límites del
"nosotros". Podríamos pensar que estaría incluyendo también a los
indígenas como parte de esta comunidad y de esta provincia, sin embargo, hay
marcas que no nos permiten entenderlo así.
"Lo cierto es, que
para nuestra Patagonia este tema es trascendental, nos permite participar e
interesarnos como sociedad, e incluso, generar iniciativas conjuntas que
aporten a la crítica situación que viven los descendientes de esas
Comunidades." La utilización de la palabra "incluso" para
referirse a las iniciativas conjuntas con los indígenas nos informa que el
"nosotros" anterior ("nos") no incluye a los
"otros". Se reafirma esta idea con el modificador "esas
comunidades" en la que se los señala y separa en un lugar determinado, en
una relación de distancia con respecto al "nosotros". Quizás es la
misma relación connotada en el uso lexical diferenciado para referirse a unos y
otros: "nosotros" son "sociedad", mientras que
"ellos" son "comunidad", es decir, "otros"
separados, definidos y marcados como un "otro interno" del
"nosotros sociedad".
En segundo lugar,
"ellos" son objeto: " ...aunque se hayan
mantenido en el olvido durante décadas a las Comunidades que habitan nuestra
provincia...". Son objeto dentro de la estructura sintáctica (objeto
directo) y son el paciente en un nivel semántico (nadie aparece en el papel de
agente). A este abandono se "suman" oponiéndose los distintos
acercamientos: el estudio de los extranjeros y los esfuerzos de los medios de
comunicación. El no-abandono implica, entonces, conocerlos y estudiarlos,
"ellos" son parte de nuestro "interés", de "nuestra
realidad" sobre la que "es necesario" tener
"información" y "cifras confirmadas".
En tercer lugar, los
"otros" son números. Nos detendremos aquí, en los rasgos derivados de
la posición del discurso en tanto eslabón en la cadena de comunicación
discursiva (Voloshinov op.cit.). Esta condición de intermediario, en la que se
relaciona hacia atrás con otros discursos ajenos, y en la que su carácter
destinado lo proyecta hacia eslabones subsecuentes (Chirico 1987), hace del
texto de esta noticia un discurso heterogéneo. Los límites que lo recortan, las
voces de otros, están dentro suyo y lo construyen
desde su interior. El discurso autorial, por un lado, es réplica de la nota de
"Clarín" -la que sólo es mencionada-, por el otro, este discurso se
entrama, a través de límites más permeables, con el de la historiadora del
CONICET. El entrecomillado indexicaliza legitimidad, objetividad y certeza,
pero no es signo de ruptura dentro de la continuidad de la argumentación y la
entonación axiológica.
A través del siguiente
paralelismo se introduce una comparación que expresa la opinión del enunciador
sobre la ilegitimidad-legitimidad de las distintas fuentes. Por una parte, se
usaron "cifras no utilizada como prólogo estratégico de la parte negativa
del texto, para evitar la impresión de ser un intolerante (Van Dijk op.cit.).
Siguiendo a este autor, vemos cómo las voces críticas de las minorías que no
coinciden con el consenso prevaleciente de las elites blancas son juzgadas como
menos creíbles e ignoradas por ser demasiado "radicales". Las formas
de citar a las fuentes de información favorecen a determinados voceros y
revelan la manera en que el grupo dominante define los acontecimientos étnicos
(Van Dijk op.cit.). Esto sucede cuando se hace mención de la institución como
indicador de veracidad (referencia a CONICET-CENPAT versus omisión de la
institución a la que pertenece la fuente de Clarín, llamada DECUIND).
Dentro de esta
construcción de legitimidad, es ahora posible, entender el valor que subyace en
el hecho de discutir sobre la veracidad de las cifras. ¿Cuál es la noción del
"otro-indígena" que está presupuesta en cada uno de estos modelos que
se oponen? Los 2.500 (cifra presupuesta), como número genérico, tiene un valor
más simbólico, es una cifra más "combativa" porque se incluye a los
descendientes. Entre los 40 tehuelches mencionados por la fuente legítima, sólo
se admite a los "ancianos que reconocen su lengua y su cultura". Se
construye así, un criterio con valor legítimo desde el que se evalúa la
"autenticidad" de los actuales "descendientes". Esta
dicotomía, descendientes - ancianos, la analizaremos inmediatamente.
Describiremos primero, qué noción de cultura se utiliza en la noticia.
La persona que firma este
texto concibe a la cultura de un modo esencialista asemejándose así al
periodista de la noticia que acabamos de analizar.
"Los mismos existen
e intentan conservar lo fundamental de su organización y costumbres" En
esta cita la elección lexical -"fundamental", "existen",
"conservar"- connota lo ya dicho sobre la cultura como poseedora de
un núcleo que se repite siempre igual a sí mismo. Así, en primer lugar, aquello
que ha de ser considerado como "lo fundamental" es definido por la
sociedad mayor en base a estereotipos que exigen al aborigen la demostración de
ciertos rasgos para poder afirmar su existencia.
En segunda instancia
"la existencia" misma de indígenas se ha tomado como un "dato de
la realidad", basándose en la convicción de que la distinción
"indígena- no indígena" responde a diferencias objetivas entre
unidades sociales con contornos nítidos y preexistentes, cuando en realidad,
tal diferenciación depende de prácticas de marcación y automarcación (Briones
op.cit.).
Por último
"conservar" niega la posibilidad del cambio como así también las
resignificaciones que conllevan las variaciones contextuales. La perdurabilidad
se vincula al pasado, necesario para que la aboriginalidad no se considere
perdida. En un doble acto el contacto pareciera eliminar la "pureza de
razas" por mestizaje biológico y extinguir la cultura
"originaria", "más débil" o "menos desarrollada".
El hecho de biologizar la
cultura -es decir, tratarla como un organismo- da lugar a la emergencia de la
clasificación "puros-mezclados" que esconde el término
"descendientes" comunmente utilizado. Los descendientes pueden ser
discutidos o juzgados como farsantes, como "algo" que se ha
desprendido del original y que connota por lo tanto, otro grado de legitimidad.
La paradoja que aquí subyace es que los tehuelches "puros" sólo son
ancianos ("sólo quedan unos 40 ancianos que todavía reconocen su lengua y
su cultura") como si se pudiera demostrar que su pool génico sólo responde
a un determinado tipo, como si nunca hubieran existido matrimonios entre
agrupaciones humanas diferentes o como si no existiera variabilidad al interior
de estas.
b) ¿Quiénes somos
"nosotros"?
Como hemos mencionado
anteriormente, en la construcción de una visión del pasado subyace la capacidad
de generar identidades. En esta noticia, los usos del pasado, también son
producto de conflictos entre concepciones y posicionamientos políticos
diferentes, por lo tanto, en ella se definen los referentes históricos -para
que sean vividos por la población como un pasado común- y se invocan y ocultan
los hechos desde la opinión que intenta fundamentarse. La modalidad de duda y
la omisión en la vaguedad del término "aspectos", posicionan al
pasado en un lugar indefinido, casi imperceptible y confuso.
"...tal vez esto
haya sido apreciado por los sucesivos gobiernos desde principios de siglo y
posea aspectos que por lo menos avenidos a estos temas puedan ser
criticables." Desde allí ya no es posible extraer conclusiones ni plantear
Sobre la base de esta
valoración del pasado, se borra la "culpa" y la agentividad negativa
al "nosotros".
¿Existe alguna 'lógica'
en el modo en que tienden a manifestarse las opiniones ideológicas en el discurso?
¿Cómo se codifican y significan las categorías utilizadas para crear identidad,
proponer actividades y objetivos?. Uno de los caminos
posibles para recorrer esta 'lógica' es analizar cómo se construye el
acontecimiento sobre el que trata la noticia, y otro de ellos, es explicar cuál
es el grado de acción que se le adjudica al "otro".
Si nos centramos en la
estructura superficial del texto, notamos que el acontecimiento se encuentra en
una posición temática inicial. El encabezamiento de la noticia comienza con
estas palabras: "la asunción de dos caciques de Pueblos Indígenas
Patagónicos, el pasado domingo 11 de junio...". Sin embargo, la
"asunción" deja de ser relevante en sí misma, desde el punto de vista
de su pertinencia contextual y de su importancia relativa en relación a la
coherencia preposicional del resto del texto. Desplazándonos al nivel
descriptivo, observamos que no se dan abundantes detalles sobre el
acontecimiento. La única proposición descriptiva es "Ese domingo se
denunció el abandono y la falta de atención -mencionándose a Santa Cruz",
en la que prevalece una visión etnocéntrica del suceso. Este es construido como
denuncia, pero aquello que se "denuncia" no es más que el
"abandono" y la "falta de atención". Son las opiniones
ideológicas las que orientan esta elección léxica. Estrategia utilizada para
reconocer la "culpa" pero al mismo tiempo mitigarla a través de la
connotación de estas palabras: lo único negativo que se ha hecho es no haber
realizado algo positivo. El etnocentrismo en la construcción del hecho, también
se encuentra representado al hacer referencia a "ese domingo" en
particular. De esta forma se omiten las motivaciones y las acciones previas.
Así, la "asunción" no es resultado de ningún proceso anterior, sino
que por el contrario, es el punto de partida desde el cual el
"nosotros" puede construirse positivamente.
"...puso de
manifiesto los aspectos que para el futuro de nuestra cultura comunitaria es
importante considerar" "Lo cierto es que para nuestra Patagonia este
tema es importante."
La forma en que se
interpreta el hecho -lo que Van Dijk (op. cit.) denomina "organización
macroestructural de modelos"- influirá en la tematización del discurso, y
por lo tanto en su coherencia global, así como en aquello que se presenta como
información más y menos importante.
Es aquí que nos parece
pertinente analizar nuevamente la atribución de agencia, ya no con respecto a
la "culpa", sino en relación con la distribución de las
"responsabilidades". A los "otros" se les niega el control
y la responsabilidad sobre sus actos. En el texto, los "otros"
permanencen ocultos en las estructuras verbales impersonales: "se dejó
claro en la sociedad", "se denunció el abandono",
"mencionándose a Santa Cruz", "se puso al descubierto".
Este mismo estereotipo de pasividad podemos encontrarlo en la interpretación
histórica. La agentividad es unilateral, "algo se intentó", desde el
"nosostros" y nada se hizo desde "ellos". Esta lógica
argumentativa se continúa en el presente, a través de los elementos léxicos
seleccionados para establecer coherencia semántica. Para "ellos" se
utilizan verbos que indican estados:"habitan", "existen",
"intentan", "sobreviven". La función de éstos consiste en
transmitir menor dinamicidad, mayor duración en el tiempo sin poder marcar su
principio y su final, es no hacer algo o realizar una actividad intelectual que
no se traduce en hechos. Por el contrario, el "nosotros" se construye
en base a nominalizaciones (Fairclough 1992) que enmascaran responsabilidad:
"abandono", "falta de atención", "olvido". En
ambos casos se transforman procesos y actividades en estados y objetos, se
manipula el foco de atención para desviar la mirada desde los responsables,
hacia estados inherentes de unos y otros ocultando, así, en esta abstracción "quién"
hace "qué" a "quién" en las situaciones concretas. Sobre
esta base se continúa reificando al "otro" buscando su
"esencia" en la pasividad.
¿Cuál es el
"nosotros" al que se apela en el texto? ¿Qué se desprende de esta
argumentación ideológica? "Lo cierto es, que para nuestra Patagonia este
tema es trascendental, nos permite participar e interesarnos como sociedad, e
incluso, generar iniciativas conjuntas que aporten a la crítica situación que
viven los descendientes de esas Comunidades." "Esa realidad depende
de todos para ser revertida, lo que -cuando podamos lograrlo- se convertirá en
un verdadero gesto de humanidad y solidaridad." Se crean, así, patrones y
sentidos de pertenencia, el "nosotros-patenalista-responsable" tiene
el control sobre sus acciones y sobre las ajenas. El "nosotros" es
construido como el sujeto social activo, que "considera", "se
interesa", "que revierte la situación". Esta misma apropiación
del suceso para auto-definirse como grupo, la encontramos en otros diarios,
como por ejemplo en el diario "Tiempo" del 13 de junio de 1995
(Comodoro Rivadavia): "Este suceso, que acaso para los pueblos indios,
tiene un valor espiritual y tradicional ligado a su esencia como raza, para los
blancos ha significado el acceso, aunque mínimo, a la trascendencia de una
cultura que hoy lucha por una permanencia que durante siglos le ha sido vedada.
Que los hombres blancos dignifiquen ahora esa tarea, marca en cierta forma una
reivindicación histórica, aunque no devuelve el esplendor y la grandeza a los
verdaderos dueños de la tierra." El término "acaso" modaliza,
disminuyendo el grado de certeza de
De este modo se van
constituyendo los criterios básicos de la identidad social, definiendo los
intereses de grupo. Podríamos improvisar, como futura herramienta de trabajo,
el siguiente auto-esquema de grupo (Van Dijk op.cit): ¿Quién pertenece al
grupo? La "sociedad" santacruceña, y no "esas comunidades"
que la "habitan" ¿Qué hacemos? Las tareas que el grupo se adjudica en
la historia borrando sus "culpas", y las actividades
"positivas" que en un presente pretende realizar -como
"informarse, "interesarse", "participar como
sociedad"- ¿Por qué hacemos esto? Porque es "importante" para
"nuestra cultura comunitaria", porque cuando se revierta la realidad
que depende de nosotros demostraremos "un verdadero gesto de humanidad y
solidaridad" ¿Dónde estamos situados? ¿Cómo son las relaciones con los
"otros"? Es una relación de "adulto-responsable" con
aquellos que no se deben "olvidar" y "abandonar". Es una
relación de "sujeto que conoce y se informa" con un "otros objetivado",
convertido en una "realidad-objeto" ¿Qué tenemos? Una "cultura
comunitaria" y "comunidades indígenas que habitan" ¿Qué tienen
ellos? "Existencia", "costumbres" y "ritos".
Los
estereotipos -caracterizaciones realizadas de acuerdo con un orden social- son
fundamentales en la construcción negativa del "otro" y positiva del
"nosotros". A los tehuelches se les adjudica connotaciones positivas,
son parte de la historia en la que el "nosotros" se reconoce y construye
su "argentinidad", en contraposición a "otros" mapuches -
chilenos, en los que se resaltan las propiedades y acciones negativas. En Santa
Cruz, el conflicto "Patagonia argentina" vesus "invasión y
expansión chilena" se desplaza con todo su campo semántico a la
construcción histórica de la relación entre tehuelches y mapuches.
Los intercambios
comunicativos siempre son relaciones de poder simbólico enmascarados - esto
implica que no se los percibe como tales-, que involucran agentes que ocupan posiciones
asimétricas en la distribución del capital relevante; construyen al
"otro" aborigen enunciándolo como "algo dado", como
"indio del pasado" en "estado de pureza" y a sus prácticas
culturales como "esencias" o "cosas" que se reproducen
siempre igual a sí mismas. El poder simbólico, se define en y por una relación
que crea "verdad" en la legitimidad de las palabras y de la persona
que las enuncia (Bourdieu y Wacquant 1992).
El etnocentrismo es un
concepto relacional, un modo de percibir el grupo cultural del
"nosotros" comparándolo con los estereotipos en los que se enmarcan
los "otros". Así, hemos visto cómo minimizan las prácticas opresivas
a través de las reinterpretaciones históricas, en las que el colonialismo no es
presentado como catalizador fundamental de las desigualdades sociales (Alsina
1996). En ninguna de las dos noticias se da cuenta de la invasión y
colonización realizada por "los blancos". Por un lado, se invierten
las responsabilidades -los mapuches son los "invasores"- y por el
otro se las "borra" -en una historia inmutable que construye la
pasividad de los "otros" y la agentividad positiva del
"nosotros" como estados inherentes, eternos, naturales,
primordiales-. También hemos hecho referencia a cómo el "nosotros" se
apropia etnocéntricamente de los hechos históricos de los "otros",
mientras niega tanto sus logros como ésta misma apropiación. Finalmente, se
construye también una noción metacultural etnocéntrica de "cultura",
como algo a ser "preservado" -porque sino es algo "perdido"-
que define a las prácticas sociales como primordiales (cosificadas,
esenciales). "'Esta defensa de la cultura' como recurso a ser conservado
conduce paralelamente a que, en cierta medida, se simplifique y
folklorice". (Jackson 1995:14, V.Briones 1996).
En ambas noticias se
realiza una apropiación del "otro" para construir la identidad del
"nosotros". Los usos del pasado y las definiciones metaculturales
-siempre de modo etnocéntrico- delinean unn "otro", limando sus
contornos más ásperos, con el fin de que "encaje" en el
"nosotros". La identidad santacruceña se construye en estas noticias,
sobre la base de un "otro-indígena" tehuelche, argentino (en
oposición al mapuche-chileno), puro (en oposición a los no auténticos), poco
numerosos (en oposición a una mayoría legítima), pasivo (en oposición a un
"nosotros" con mayor agentividad), sin control de sus actos (ante la
responsabilidad del "nosotros").
Los diarios de Chubut,
sobre este mismo suceso, difieren notablemente con lo expuesto en este trabajo.
En en el tratamiento de lo mapuche y lo tehuelche no se asignan valoraciones
diferenciales, aparece el discurso refererido del "otro" de forma más
destacada en la totalidad de la noticia y se describe el acontecimiento con
mayor número de detalles. No obstante, podrían encontrarse muchas semejanzas,
especialmente en lo que hace a la construcción estereotipada del "otro
indígena". En los periódicos de ambas provincias se recurre a la violencia
simbólica para enmarcarlo como "otro interno", apropiado por el
estado-nación; es decir, se folklorizan sus prácticas, se omiten las
responsabilidades del blanco -que explaya su paternalismo-, se utiliza un
concepto reificado de cultura y se recurre a la "pureza racial" para
indicar la legitimidad o ilegitimidad de los actores sociales.
ALONSO, A. 1994 "The Politics of Space, Time and
Substance: State Formation, Nacionalism, and Ethnicity". Annual Review of Anhropology.
ALSINA M. 1996
Etnocentrismo y medios de comunicación. En: Voces y cultura. Revista de comunicación.
ANDERSON, Benedict 1983 Imagined Communities: Reflections on the Spread
of Nationalism. Londres
BAJTIN, Mijail 1981 The Dialogic Imagination, Michael Holquist, comp.
BENVENISTE, E. 1977
"El aparato formal de la enunciación". En Problemas de Lingüística
General. México: (ed.) Siglo XXI.
BECKETT, J. 1988 "Introduction". En Past and
Present. The Construction of Aboriginality.
BOURDIEU, Pierre y WACQUANT, L 1991 Outline of a Theory of Practice. Cambidge: Cambridge University
Press.
BRIONES, Claudia. 1994
"Con la tradición de todas las generaciones pasadas gravitando sobre la
mente de los vivos": Usos del pasado e invención de
BRIONES, Claudia y
GOLLUSCIO, Lucía 1994 "Discurso y Metadiscurso como procesos de producción
cultural". Actas. Segundas Jornadas de Lingüística Aborígen, en prensa.
BRIONES, Claudia. 1996 La
alteridad del "Cuarto Mundo" en su nueva ubicación: Avenida Estudios
Étnicos, esquina Raza. m.i.
BROW, J. 1990 Notes on Comunity, Hegemony, and the Uses of the Past. Anthropological Quarterly.
BRUNER, Eduard 1986 "La etnografía
CARRASCO, Morita. 1991
Hegemonía y Políticas Indigenistas Argentinas e el Chaco Centro-Occidental.
América Indígena.
CHIRICO, Magdalena. 1992
Los relatos de vida. Bs. As. (ed.) C.E.A.L.
CHIRICO, Magdalena 1987
"El proyecto autoritario y la prensa para la mujer: un ejemplo de discurso
intermediario". En El discurso político: Lenguajes y Acontecimientos. E.
Verón y otros (comp) Bs. As. (ed.) Hachette.
FAIRCLOUGH, N. 1992 Discuorse and social change.
HILL, Jane 1985 "The Grammar of Conciousness of
Grammar". En American
Ethnologist.
HALL, S. 1991 "Old and New Identities, Old and
New Etnicities". En Culture ,
Globalization, and the World-Sistem: Contemporary Conditions for the
Representation of Identity. A. King (ed.)
HOWSBAUM Eric y RANGER Terence 1983 The invention
of tradition.
LUCY, J. 1992 "Reflexive Languaje and the Human Disciplines". En Reflexive Languaje. J.Lucy
(ed.) Cambridge: Cambridge University Press.
PRATT, M 1987 "Linguistic Utopias".
En Linguistics ofWriting. N. Fabb y A. Durant (eds.)
SIGAL, L. Y VERÓN, Eliseo
1986 Perón o Muerte. Los fundamentos discursivos del fenómeno peronista. Bs.
As. . (ed.)Legasa.
SILVERSTEIN, M. y URBAN, Greg.
1992 "Introduction". En
Natural Histories of Discourse. En prensa.
TODOROV, T. 1987 La
conquista de América. La cuestión del otro. Méjico.(ed.)
Siglo XXI.
TROUILLOT, M 1991 "Anthropology and the Savaje Slot. The Poetics and Politics of Otherness". En Recapturing Anthropology. R. Fox (ed.)
TURNER, T. 1988 "Commentary: Ethno-Ethnohistory: Myth and History
in Native South American Representarions of Contact with Western Society".
En Rethinking History And Myth. Indigenous
South American Perspectives on the Past. J. Hill (ed.)
URBAN, G. 1992 "Two Faces of Culture". Working Papers and
Proceeding N· 49,
VERÓN, Eliseo y otros
(comp.) 1987 El Discurso Político: Lenguajes y Acontecimientos. Bs. As.(ed.) Achette.
VAN DIJK T. 1994 Prensa
racismo y poder. México. Universidad Ibeoramericana.
VAN DIJK T. 1996 La
noticia como discurso. Comprensión, estructura y producción de
VAN DIJK, T. 1996
"Opiniones e idoelogías en la prensa". En: Voces y cultura. Revista
de Comunicación. Barcelona.
VOLOSHINOV, V. 1993 El
marxismo y la filosofía del lenguaje.
WILLIAMS, B. 1991 "The Ipact of the Precepts of Nacionalism on the
Concept of Culture: Making Grasshopers of Naked Apes". Cultural Critique
WILLIAMS, R. 1990 Marxism and Literature.
Oxford: Oxford
University Press.
1 Esta es
una hipótesis de trabajo que se desprende de distintas manifestaciones discursivas
puestas en acto en numerosos contextos de la provincia de Santa Cruz, tales
como manuales y discursos escolares, discursos políticos, folletos y guías
turísticas, discursos oficiados en acontecimientos provinciales y
conversaciones cotidianas (Rodríguez, en preparación).
2 Por ejemplo el hecho de
haber ubicado a la localidad de Las Heras a diez kilómetros de Río Gallegos,
indicaría el desconocimiento de la geografía de la zona por parte del diario.
Pareciera, sin embargo, haber una omisión ideológica cuando -al hacer alguna
referencia a las "comunidades" que eligieron a sus caciques- el autor
afirma que "hay casi cien" tehuelches en Las Heras. La
resignificación del acontecimiento habría sido otra si se hubiera tenido en cuenta
que sólo son dos las familias que viven en la reserva (trabajo de campo).
3 La inferencia que forma
parte del nivel pragmático del discurso es un proceso de recepción. Siempre se
crea en el lector aunque está orientada por el emisor.
Cultura: entre objetos y sujetos.
(Alesanco 2003) Rosa Chiquichano (Esquel) Abogada y Diputada Provincial (2007)
ESCRIBIR UN COMENTARIO
PERIODICO VIRTUAL EN LINEA:ENTRAR
Atelier Patagonico: ENTRAR Información sobre
Actividades del Taller: ENTRAR
Fuente
de Información original sobre esta ponencia: VER
“Enseña a los jovenes como pensar,
no... que pensar”
Agop Karagozian