FACTORES
QUE LEGITIMAN LA VIOLENCIA COMO VÍA PARA LA SOLUCIÓN DE CONFLICTOS ENTRE PARES
Diógenes Carvajal Llamas
Resumen
La resolución de conflictos por la vía violenta se encuentra extendida en nuestro
País (Colombia) debido quizá a la intolerancia que se vive día a día. Con el fin
de ubicar un posible origen de dicho comportamiento y mirar qué condiciones y
actores legitiman la violencia como la única forma de solucionar conflictos, se
realizó este estudio con un grupo de niños de una escuela urbano marginal, en
Santafé de Bogotá, Colombia. Los resultados arrojan una visión de la situación
y posibilita crear estrategias de intervención.
La Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana, tiene como objetivo
principal formar psicólogos capaces de asumir crítica y responsablemente su papel
de profesionales, científicos sociales y ciudadanos con sólidos conocimientos
que le permitan contribuir al desarrollo de la Psicología y con un alto nivel
de compromiso con el análisis y planteamiento de alternativas de solución a los
problemas que aquejan a la sociedad colombiana. Con este fin, la Facultad asume
que la formación integral debe promover el desarrollo de cuatro tipos de competencias:
la disciplinar, la interdisciplinar, la investigativa y la social.
En cuanto a la investigativa particularmente, ha desarrollado una propuesta de
prácticas que los estudiantes realizan en sus dos últimos años de carrera y que
obedecen a proyectos investigativos consolidados a los cuales ellos se vinculan
en calidad de coinvestigadores. Dichos proyectos se mantienen independientemente
de los estudiantes, en cabeza de dos o tres docentes investigadores, quienes son
los encargados del avance de la investigación.
En este marco, dentro del proyecto Desarrollo de la Autonomía, anteriormente denominado
Formación Ética y Democratización de la Escuela, dos practicantes coinvestigadores
se interesaron por la temática aquí presentada y la llevaron a cabo durante su
año de práctica y posteriormente como trabajo de grado, requisito indispensable
para obtener el título de psicólogas; en el producto final participé haciendo
una revisión del análisis hecho, usando la técnica del Análisis de Dominio Semántico,
con la cual habíamos trabajado en mi seminario durante su año de práctica.
Presentación
Esta ponencia se basa en una investigación que buscó identificar los factores
que permiten que en una escuela urbano-marginal la violencia sea la estrategia
de solución de conflictos más utilizada por los niños. Este estudio tuvo su origen
dentro del proyecto de práctica Formación Ética y Democratización de la Escuela,
que actualmente tiene el nombre de Desarrollo de la Autonomía, donde surgió la
inquietud respecto a los conflictos habituales entre los actores y las vías de
solución a los mismos, especialmente las formas violentas de afrontarlos.
En primera instancia, se describe el problema que fundamentó el estudio y la pertinencia
disciplinar e interdisciplinar. Posteriormente se realiza una revisión bibliográfica
abordando los conceptos referidos a la agresividad, la agresión y la violencia;
al conflicto y sus generadores; las relaciones entre pares; la escuela, su papel
como agente socializador y como legitimadora de la violencia; todo esto enmarcado
en el contexto urbano-marginal. A continuación, se plantean objetivos generales
y específicos, se presenta el enfoque metodológico y se exponen los resultados
y la discusión de la investigación realizada.
Problema
La realidad actual de Colombia atraviesa por una profunda crisis ética que se
enraíza fundamentalmente en problemáticas como la injusticia socioeconómica y
la destrucción de la vida humana. De forma tal, que nuestra sociedad se va configurando
a partir de una cultura determinada por la desconfianza, la intolerancia, la eliminación
de la diferencia y el "aplastamiento" del otro; aspectos que caracterizan
el fenómeno de la violencia, que es un problema que afecta nuestro país con mayor
intensidad cada día y que poco a poco penetra todos los esquemas y todos los espacios.
Teniendo en cuenta el planteamiento de Restrepo (1995), en el que se hace referencia
a la violencia como estrategia de socialización, se puede afirmar que en los conflictos
cotidianos y en la confrontación de estructuras de poder, se sigue dando primacía
a las soluciones violentas.
Uno de los espacios en los que se puede palpar dicho fenómeno es en la escuela,
uno de los principales agentes de socialización, ya que se configura como uno
de los mecanismos que posibilitan la identificación del sujeto con su entorno
social, pero que en este caso constituye un espacio que reproduce y perpetúa esta
cultura de la violencia e irrespeto por el otro, en lugar de ponerle resistencia.
Así mismo, Restrepo (1996) plantea que la escuela, así se diga lo contrario, perpetúa
el anhelo de producir seres en serie, motivo por el cual fomenta actitudes morales
de dominio y de poder volcadas más hacia la estandarización que al fomento de
la singularidad.
La escuela emplea mecanismos violentos y represivos que van desde el regaño hasta
el castigo físico, la humillación y el rechazo, mecanismos que se hacen más evidentes
en contextos urbano-marginales. Esta situación se hizo evidente en el trabajo
realizado por los practicantes del proyecto Formación Ética y Democratización
de la Escuela (FEDE) (actualmente denominado Desarrollo de la autonomía) en la
escuela Fe y Alegría "Molinos", ubicada en el barrio Molinos Sur segundo
sector. En esta institución era usual encontrar que los conflictos que se generaban
entre los niños eran resueltos, en su mayoría, a través de la violencia, y muy
pocas veces se recurría a otro tipo de estrategias como el diálogo, la conciliación
o la mediación, entre otros. Frente a esta problemática, la posición que asumía
la escuela era la de inhibir el conflicto a través de sanciones disciplinarias,
en lugar de formular estrategias que llevaran a una verdadera solución del mismo,
ya que dichas sanciones son simplemente mecanismos represores que inhiben y evitan
el conflicto; a pesar de que los alumnos se sometan a ellas por cumplir con la
normatividad impuesta, no las consideran como medidas eficaces para darle una
solución a su problema, y por tanto recurren a la violencia, que para ellos es
una estrategia que aporta soluciones rápidas y definitivas al conflicto. Por esta
razón, es posible afirmar que ésta es una de las maneras en las que la institución
escolar legitima la utilización de la violencia como vía para la solución de conflictos
entre pares, pues no les proporciona mejores alternativas para resolver, en forma
real y positiva, sus conflictos.
Con respecto al punto de vista disciplinar, esta propuesta induce a considerar
los conocimientos que la Psicología puede aportar en el abordaje de esta problemática,
ya que se ubica en el margen entre la Psicología Social y la Psicología Educativa,
pues indaga la dimensión ética, política y formativa que media la interacción
entre los miembros de la institución educativa. En este sentido, pretende contribuir
tanto teórica como metodológicamente (en una dimensión cualitativa) al análisis
y lectura de la realidad de esta escuela en particular, con miras a la generación
de alternativas de transformación del conflicto en oportunidad para retejer el
lazo social de la comunidad, fracturado por los hechos violentos.
Con respecto a la pertinencia interdisciplinaria, se considera que en el problema
a tratar tienen cabida los aportes de otras disciplinas del campo de las Ciencias
Sociales como son la Sociología, la Antropología y la Ética, dada la situación
actual del contexto colombiano.
A partir de lo planteado anteriormente y teniendo en cuenta los planteamientos
centrales del trabajo etnográfico, no se pretendió hacer un estudio extenso en
cuanto a la muestra, ni hacer generalizaciones, sino centrarse en una escuela.
Fundamentación bibliografica
Para el desarrollo de este proceso, fue necesario documentar las nociones de agresividad,
agresión y violencia; conflicto; relación entre pares, la escuela, su papel como
agente socializador y como legitimadora de la violencia; términos que se encuentran
englobados por el concepto de lo de lo urbano-marginal.
La agresividad es un término que ha sido utilizado en Psicología para dar cuenta
de la capacidad humana de "oponer resistencia" a las influencias del
medio. La agresividad humana tiene vertientes fisiológicas, conductuales y vivenciales,
por lo que constituye una estructura psicológica compleja. La agresividad no es
un concepto valorativo sino descriptivo, por lo tanto no es buena ni mala, forma
parte de la experiencia humana y tiene siempre, una dimensión interpersonal (Corsi,
1994).
La agresión es la conducta mediante la cual la potencialidad agresiva se pone
en acto. Las formas que adopta son distintas: Motoras, verbales, gestuales y posturales.
Dado que toda conducta es comunicación, lo esencial de la agresión es que comunica
un significado agresivo.
En el momento en que la agresión tiene como finalidad el ejercicio del poder mediante
el empleo de la fuerza (ya sea física, psicológica, económica, política) e implique
la existencia de un "arriba" y un "abajo", reales o simbólicos,
que adopten habitualmente la forma de roles complementarios, es posible hablar
de conducta violenta. Corsi (1994), plantea que en sus múltiples manifestaciones,
dicha conducta, entendida como el uso de la fuerza para la resolución de conflictos
interpersonales, se hace posible en un contexto de desequilibrio de poder, permanente
o momentáneo.
A diferencia de la conducta agresiva, la conducta violenta no conlleva la intención
de causar un daño a la otra persona, aunque habitualmente lo ocasione. El objetivo
último de la conducta violenta es someter al otro mediante el uso de la fuerza.
(Corsi, 1994).
Existen diversos factores mentales relacionados con la conducta violenta, Gunn
(1976) propone algunos como la frustración, la ira, el odio, los mecanismos de
defensa, la paranoia, el prejuicio, la animalización, el aprendizaje, el adiestramiento,
y la cooperatividad y la obediencia.
Así como Gunn (1976) menciona la existencia de factores mentales que determinan
la psicología de una persona violenta, también destaca los estímulos ambientales
y factores externos que influyen en la generación y desarrollo de actitudes y
comportamientos violentos. Tales factores son: Hacinamiento, frustración social
y desorden social.
Los factores mentales y ambientales que se relacionan con la conducta violenta
son determinantes en la comprensión de cualquier conflicto y, dado que éste es
el eje central en el que se basó la investigación, es indispensable abordarlo
con el fin de generar un acercamiento más preciso a las relaciones conflictivas
entre los alumnos de una escuela urbano-marginal.
El término Conflicto frecuentemente se emplea para designar una situación problemática
que requiere solución. De acuerdo con el planteamiento de Mankeliunas (1987),
específicamente para la Psicología, este concepto se define como el resultado
de la activación simultánea de dos respuestas o tendencias de acción de igual
fuerza e incompatibles.
Según Aisenson (1994), todo conflicto es fundamentalmente contradicción, discrepancia,
incompatibilidad y antagonismo. Es una situación en la que dos o más seres humanos
desean objetos que están al alcance de unos o de otros, pero no de ambas partes.
Las entidades en cuestión se enfrentan en diversos desafíos: ataques, riñas, combates,
entre otros.
Los conflictos interpersonales son uno de los resultados posibles de la interacción
social, como expresión de la diferencia de intereses, deseos y valores de quienes
participan en ella. El conflicto puede expresarse bajo formas muy disímiles, siendo
la resolución violenta o mediante la agresión una de las formas utilizadas para
resolverlo, dada la inestabilidad del conflicto en las relaciones interpersonales
(Corsi, 1994).
Lederach (1990), asegura que todo conflicto, a cualquier nivel, se arraiga en
dos fenómenos: el poder y la estima propia. Las disputas interpersonales se fundan
en la percepción de que la otra persona impide o dificulta la realización de los
deseos, intereses o necesidades individuales.
La estructura y la dinámica del conflicto, de acuerdo con el planteamiento de
Lederach (1990), se compone de la interacción de tres elementos: Las personas,
el proceso y las diferencias esenciales del problema. En una disputa interpersonal,
normalmente sólo hay dos personas implicadas; sin embargo, un conflicto casi siempre
involucra a muchas personas y grupos. Adicionalmente, cada persona involucrada
en un conflicto tiene valores, intereses, necesidades y una perspectiva sobre
el problema, que motivan y encauzan sus acciones. Por tanto, es necesario considerar
que a menudo las emociones dominarán a la razón, que cada persona tendrá su propia
perspectiva particular del problema, y que ninguno de los implicados lo percibirá
en su totalidad (Lederach, 1990).
El segundo elemento descrito por Lederach (1990) es el proceso, que implica la
forma en que el conflicto se desarrolla y cómo la gente trata de resolverlo. Lederach
(1990), plantea que al interior de todo conflicto es posible diferenciar dos partes:
el conflicto genuino y el conflicto innecesario. El conflicto genuino, es lo que
se conoce como las diferencias concretas que separan los puntos de vista de las
personas. El conflicto innecesario se compone de aspectos como la mala comunicación,
los estereotipos, la desinformación y el mal entendimiento del proceso. Finalmente,
propone que para lograr la regulación del conflicto, es necesario penetrar en
las posturas de cada individuo y llegar a la base del problema.
Desde una comprensión compleja del individuo es posible afirmar que los factores
que intervienen para el surgimiento de un conflicto son múltiples. De acuerdo
con el criterio de las autoras, los factores que engloban dicha multiplicidad
son la familia, la escuela, y el individuo en su nivel intrapsíquico; enmarcados
en un contexto urbano-marginal.
De acuerdo con el planteamiento de Booth (1982), se puede asegurar que la familia
representa en el infante la primera imagen de la sociedad dentro de un contexto
de situación cultural particular. El patrón de relación que el niño encuentra
le sirve como un primer vistazo de las posibles interacciones entre las personas.
De la forma como se estructuren las relaciones al interior de la familia depende,
en gran medida, el tipo y la calidad de las interacciones. Por lo tanto, los conflictos
que se desarrollen entre todos los integrantes del núcleo familiar, van a marcar
al niño en sus relaciones posteriores.
Según Ballesteros (1995), las variables del conflicto al interior de la familia
son: frecuencia y cantidad; intensidad; contenido; y resolución. Con respecto
a la primera, tanto en familias intactas como en familias con padres separados,
la mayor frecuencia y cantidad de conflictos al interior del circulo familiar,
determina mayores problemas de ajuste en los hijos. La intensidad es la forma
de expresión del afecto negativo entre los miembros de la familia. A cerca del
contenido o tema central del conflicto, se considera que el impacto generado en
el niño apunta hacia el debilitamiento del bienestar psicológico. En relación
con la resolución positiva del conflicto, el niño manifiesta una reducción del
impacto emocional que ha experimentado durante el desarrollo del mismo, si observa
directa o indirectamente cómo éste llega a su fin.
La escuela es una institución con una forma particular de organización que constituye
una sociedad en pequeño y con la cual se pretende introducir al individuo en la
sociedad, a través de la educación. Esta es un fenómeno presente en toda sociedad
humana, que pretende formar al individuo con respecto a las condiciones y parámetros
de un determinado grupo.
La escuela se ha valido de ciertas formas de intervención que buscan homogeneizar
la acción y el pensamiento de los individuos. Una de las más utilizadas y consolidadas
en la educación colombiana es el autoritarismo, el cual se ha legitimado, permitiendo
así mantener un orden de relación entre las personas, que se basa en el estricto
cumplimiento de las normas; nuestra sociedad se caracteriza por el ejercicio de
relaciones de poder que no atienden las necesidades individuales y grupales (Parra,
1992).
En la cultura escolar se evidencian formas de discriminación que nos remiten nuevamente
a la no tolerancia de lo diferente y a la imposición de ideas y costumbres. Las
conductas de insulto, regaños y comparaciones destructivas que niegan cualquier
posibilidad de diálogo y entendimiento, contribuyen a que se generen actitudes
violentas en respuesta a las agresiones recibidas, dando como resultado todo tipo
de conflictos que se resuelven a través de la violencia.
Por lo tanto, el papel que la escuela debe asumir, al ser un agente socializante,
es el de orientar sus esfuerzos a crear un ambiente que facilite la convivencia,
el diálogo y los aprendizajes.
Los conflictos que se generan al interior del individuo influyen de manera negativa
en la interacción con otros. El conflicto intrapsíquico surge como una contraposición
de tendencias subjetivas con intensidad similar, que resulta imposible o muy dificultoso
satisfacer simultáneamente (Aisenson, 1994).
Las relaciones entre pares:
De acuerdo con el planteamiento de Rubin (1981), es posible argumentar que el
concepto de par hace referencia a un individuo coetáneo con el que se establecen
relaciones no familiares, que fomentan los sentimientos de pertenencia, identidad
y compañerismo.
En este sentido se podría afirmar que los amigos son importantes, desempeñan un
papel fundamental en la configuración de las destrezas sociales de los niños y
de su identidad.
La escuela, su papel socializador y su rol en la legitimación de la violencia:
La escuela es una institución que introduce al individuo, a través de la educación
y el aprendizaje, a un determinado marco social, aportándole las primeras pautas
para la formación de esquemas cognitivos que le permitirán desarrollar patrones
de comportamiento específicos para poder responder e interactuar con su medio
fundamental. Este desarrollo se da en un nivel mental y moral, y se logra a través
de un proceso de adaptación. Esta institución introduce al niño a la sociedad,
en donde existen patrones de autoridad y diferentes posibilidades para formar
relaciones con los otros. (Booth, 1982).
Hoy en día la escuela no está alcanzando sus metas y su ineficiencia ha motivado
una serie de investigaciones que pretenden mejorar el proceso de la enseñanza,
los planes de estudio y la administración escolar, con miras a adecuar esta institución
a las circunstancias concretas de una sociedad en vías de desarrollo.
Para Illich (1974), es evidente que en América Latina la escuela acentúa la polarización
social; concentra sus servicios en una elite y facilita una estructura política
de tipo fascista; por esta razón tiende a fomentar un clima de violencia. Por
otro lado, la escuela se ha convertido en un recinto encargado de custodiar a
quienes sobran en la calle, el hogar o el mercado laboral.
Al interior del aula también son promovidas la violencia y la discriminación.
Holt (1982) argumenta que la crueldad aún no está desterrada del salón de clase,
sobre todo en escuelas de bajos recursos, en donde "no importa lo que se
enseñe, lo que se quiere es mantener los niños a raya". Los niños son tratados
como si todos fueran delincuentes potenciales, por el hecho de no haber tenido
las mismas posibilidades económicas que otros. En estas aulas son considerados
como tablas rasas, como si su vida comenzara al entrar a la escuela y todo lo
que conocieron y aprendieron anteriormente no sirviera para nada. En resumen,
el aprendizaje se constituye como un proceso pasivo, en el que el niño no participa,
es desarrollado por otras personas.
Lo urbano marginal:
Este concepto generalmente se identifica con la ubicación geográfica. Históricamente,
las primeras conceptualizaciones acerca de la marginalidad fueron efectuadas a
partir de la expansión de conglomerados habitacionales precarios en la periferia
de las grandes ciudades. En Colombia, surgió paralela a los procesos de industrialización
- urbanización y al mito de la democracia en la educación como condición para
obtener niveles de participación social, económica y política en nuestra sociedad
(Parra, 1990).
En los contextos urbano marginales se generan ciertas estructuras de relación
social: Intercambio entre iguales (ínter o intra familiar) y las relaciones asimétricas
que permiten articular lo marginal al sector formal. Mientras las relaciones asimétricas
son inestables, la reciprocidad entre iguales es lo que ofrece un mínimo nivel
de seguridad a sus participantes y garantiza de manera relativa la subsistencia
material. Estas relaciones de reciprocidad generan fuertes estructuras de solidaridad
hacia dentro, como otras igualmente sólidas de agresión hacia fuera (Parra, 1990).
Frente a lo anterior, Peláez (1991) propone que un individuo que se desenvuelve
en este entorno tiene muchas menos posibilidades de buscar otras formas de relación
con el otro, que no esté mediadas por la violencia.
Objetivo general
El objetivo general de la investigación fue determinar los factores que hacen
posible la legitimación de la violencia como vía para la solución de conflictos
entre los niños de una escuela urbano-marginal.
Objetivos especificos
Algunos de los objetivos específicos fueron:
1. Identificar los tipos de conflictos que se resuelven por vía violenta entre
pares en las escuelas urbano marginales.
Determinar los mecanismos empleados por los niños para solucionar un conflicto
de manera violenta.
Determinar cómo influye la familia en el ejercicio de la violencia por parte de
los niños al interior de la escuela.
Determinar las formas particulares utilizadas por la escuela que conducen a la
legitimación de la violencia como vía para la resolución de conflictos entre pares.
Método
A continuación se presentan los parámetros y las pautas que determinaron el desarrollo
del trabajo de campo: la estrategia metodológica que guió la investigación, las
características de la muestra, las diferentes herramientas para la recolección
de datos y el procedimiento que se siguió.
Diseño
El enfoque metodológico que se utilizó en la investigación fue un diseño de carácter
cualitativo descriptivo con algunas herramientas de tipo etnográfico, que se emplearon
en la recolección de los datos. Dicha metodología se constituye en un medio eficaz
para acercarse al contexto escolar y lograr un entendimiento crítico de éste.
Muestra
Se trabajó con la escuela Fe y Alegría "Molinos", la cual está ubicada
al sur occidente en uno de los sectores marginales de la ciudad de Santa Fe de
Bogotá, el barrio Molinos Sur segundo sector. Sus "colonizadores" fueron
inmigrantes campesinos que se establecieron en la ciudad en busca de mejores condiciones.
Posiblemente los habitantes actuales no son estos "colonizadores" sino
sus descendientes, quienes ya se acomodaron a un sistema de vida urbano muy particular,
y de alguna manera creado por su situación.
Los alumnos de la escuela "Molinos" son niños y niñas entre los 5 y
13 años de edad y todos viven en barrios cercanos al colegio. En el espacio escolar
los alumnos actúan a partir de comportamientos paralelos a las normas establecidas
por la institución; es decir, que viven en un "submundo" que es desconocido
por los profesores, y en el que se manejan relaciones complejas de camaradería
y complicidad, rivalidad y competencia, que en muchos casos generan conflictos
e incompatibilidades en la interacción de cada uno de estos actores que, por lo
general, culmina en enfrentamientos de tipo físico.
La investigación se llevó a cabo con los alumnos del grado Cuarto B (4B), que
está compuesto por 36 niños y niñas de la escuela.
Instrumentos
Para llevar a cabo la recolección de los datos se recurrió a la observación participante
y su registro en diarios de campo y se aplicaron entrevistas semiestructuradas
y desestructuradas. Adicionalmente se diseñaron algunos talleres que, a través
de situaciones conflictivas, permitieron identificar las formas concretas de la
utilización de la violencia. Por otro lado, para el análisis de la información
recolectada, se empleó la técnica del Análisis de Dominio Semántico, propuesta
por Spradley (1979).
Procecedimiento
El desarrollo de la investigación se llevó a cabo teniendo en cuenta la aplicación
de tres etapas: (a) la introducción de los investigadoros al contexto de trabajo;
(b) la recolección y sistematización de la información por medio de observación
participante, diarios de campo, entrevistas y aplicación de talleres; (c) el análisis
de la información recolectada a través del Análisis de Dominio Semántico.
Resultados
El análisis de la información recolectada se hizo a la luz de la técnica metodológica
del Análisis de Dominio Semántico. Los resultados arrojados por dicho análisis
se pueden condensar en tres aspectos: (a) los comportamientos de los niños y las
situaciones que se generan alrededor de ellos (formas de relación entre ellos,
situaciones de descontento, conflictos, formas de resolverlos, mecanismos violentos,
entre otras); (b) las actitudes de los maestros y las posturas de la escuela frente
a los alumnos, y (c) el papel que juegan los padres dentro de la educación de
sus hijos.
Discusión
Después de realizar el análisis de la información, se pudieron identificar aspectos
que nos llevaron al reconocimiento de algunos factores determinantes en la legitimación
de la violencia como vía para la solución de conflictos entre niños, en la escuela
Fe y Alegría "Molinos".
Estos aspectos se encuentran relacionados con los tipos de conflictos que se presentan
entre los niños, los mecanismos empleados por ellos para solucionar un conflicto
de manera violenta, las formas particulares utilizadas por la escuela que conducen
a la legitimación de la violencia y la influencia de la familia en el ejercicio
de la violencia por parte de los niños, al interior de la escuela.
A lo largo de la investigación se encontró una amplia gama de conflictos en los
que los niños se ven envueltos en los diferentes espacios de su vida cotidiana,
que surgen de las interacciones entre ellos, de las relaciones que establecen
con los adultos de la escuela y de las que se dan al interior de su núcleo familiar.
En la mayoría de los casos, las reacciones que adoptan los niños en el momento
en que se presenta una situación conflictiva es la agresión, y en la medida en
que un conflicto genere un enfrentamiento violento, la resolución de dicho conflicto
también tiene éste mismo carácter. Así mismo, ni los padres ni los maestros representan
un apoyo para esta situación, ya que no les dan a los niños herramientas diferentes
a la agresión para solucionarla; por tal razón se puede afirmar que, efectivamente,
la vía violenta es la solución que por lo general encuentran los niños para la
resolución de sus conflictos.
En relación con las formas particulares utilizadas por la escuela que conducen
a la legitimación de la violencia, se puede ver que las normas establecidas por
ella, a menudo, van en contra de los intereses y las necesidades de los alumnos,
de manera que terminan convirtiéndose en maltratantes y amenazantes para ellos.Así
como las normas de la escuela son agresivas y maltratantes, los mecanismos de
control disciplinario de ésta son represivos y generan relaciones de tipo jerárquico
que no le permiten al alumno acercarse a un maestro de forma fraternal y directa;
por el contrario, las instancias de poder de la escuela se constituyen como patrones
de amenaza para los niños.
La familia, al ser uno de los principales agentes de socialización del niño, influye
en el ejercicio de la violencia, pues le transmite ciertos patrones de conducta
que generalmente están cargados de componentes agresivos y violentos, los cuales
se manifiestan en las relaciones que se establecen entre los miembros del núcleo
familiar, los castigos que aplican los padres a sus hijos y los valores y principios
que les inculcan a lo largo de su vida. Así, la familia perpetúa estos modelos
de comportamiento y posibilita la reproducción de los mismos en el contexto escolar.
Los aspectos anteriormente mencionados han permitido ver con mayor claridad algunos
de los factores que determinan la utilización de la violencia como estrategia
para la solución del conflicto entre pares en una escuela urbano - marginal. Estos
factores, que emergen de la dinámica familiar y del contexto socioeconómico en
el que ésta se encuentra, así como de las relaciones que se establecen entre los
alumnos con los maestros y las de los niños entre sí al interior de la institución
escolar, se entrecruzan formando un entramado de pautas que predisponen al niño
para actuar de manera agresiva y violenta.
En síntesis, se puede afirmar que los espacios como la escuela, la familia y el
contexto social en el que viven los niños de la escuela Fe y Alegría "Molinos",
no sólo legitiman la violencia como vía para la solución de conflictos, sino que
la legitiman como forma de relación habitual.