LA PARTE MÁS
IMPORTANTE DEL CUERPO
(Autor desconocido)
Un día mi madre me preguntó cuál era la parte más importante del
cuerpo. A través de los años trataría de buscar la respuesta
correcta.
Cuando era más joven, pensé que el sonido era muy importante
para nosotros, por eso dije ¿"Mis oídos, Mamá"? . Ella dijo:
"No, muchas personas son sordas y se arreglan perfectamente.
Pero sigue pensando, te preguntaré de nuevo."
Varios años pasaron antes de que ella lo hiciera. Desde aquella
primera vez, yo había creído encontrar la respuesta correcta. Y
es así que le dije: "Mamá, la vista es muy importante para
todos, entonces deben ser nuestros ojos." Ella me miró y me
dijo: "Estás aprendiendo rápidamente, pero la respuesta no es
correcta porque hay muchas personas que son ciegas, y salen
adelante aun sin sus ojos".
Continué pensando cuál era la solución. A través de los años, mi
madre me preguntó un par de veces más, y ante mis respuestas la
suya era: "No, pero estás poniéndote más inteligente con los
años, pronto acertarás".
El año pasado, mi abuelo murió. Todos estábamos dolidos.
Lloramos. Incluso mi padre lloró. Recuerdo esto sobre todo
porque fue la segunda vez que lo vi llorar. Mi madre me miraba
cuando fue el momento de dar el adiós final al abuelo. Entonces
me preguntó, ¿"No sabes todavía cuál es la parte más importante
del cuerpo, hijo?". . . Me asusté cuando me preguntó justo en
ese momento. Yo siempre había creído que ese era un juego entre
ella y yo. Pero ella vio la confusión en mi cara y me dijo,
"Esta pregunta es muy importante. Para cada respuesta que me
diste en el pasado, te dije que estabas equivocado y te he dicho
porqué Pero hoy es el día en que necesitas saberlo."
Ella me miraba como sólo una madre puede hacerlo. Vi sus ojos
llenos de lágrimas, y la abracé. Fue entonces cuando apoyada en
mí, me dijo: "Hijo, la parte del cuerpo más importante es tu
hombro".
Le pregunté, "¿Es porque sostiene mi cabeza?", y ella respondió:
"No, es porque puede sostener la cabeza de un ser amado o de un
amigo cuando llora. Todos necesitamos un hombro para llorar
algún día en la vida, hijo mío. Yo sólo espero que tengas amor y
amigos, y así siempre tendrás un hombro donde llorar cuando lo
necesites, como yo ahora necesito el tuyo."
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