Conciencia Ambiental

Un Aporte para la Construcción de una Sociedad Sustentable

La Organización de Naciones Unidas declaró el 2002 como el año del Ecoturismo

 

BOLETIN Nº 14 Edición Especial Octubre / Noviembre

 

SUMARIO DE ESTE NUMERO 

   Contaminación de napas.    

Contaminación de napas

Ing.NorbertoO.Bellino

   

 

            1. Situación inicial

            2. Explotación

            3. Comienzan los problemas

            4. Situación sin servicios sanitarios

            5. Situación con servicios sanitarios

            6. El problema de los nitratos

            7. Situación actual

            8. Soluciones                       

1.       Situación inicial: 

La región de la margen derecha del Río de la Plata presenta, desde el punto de vista del aprovechamiento de su agua subterránea, una condición excepcional.    

En efecto la conformación de su subsuelo (figura 1) muestra un acuífero semiconfinado, al que se denominó “Puelche”, con una presencia prácticamente continua desde el sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe hasta la bahía de Samborombón en la Pcia. de Bs.As. limitada lateralmente al Este por el propio Río de la Plata y por la cuenca del Río Salado al Oeste (figura2).

 

Dicho acuífero semiconfinado está constituido por arenas finas a medianas, que forma una unidad hidrogeológica con la suprayacente capa freática, con piso en arcillas de color gris azulado (barro azul) y un techo de baja permeabilidad constituido por arcillas de color grisáceo blancuzco (barro blanco o gris). El Puelche se recarga localmente con las aguas de lluvia que se infiltran, previo paso por la capa freática, hasta alcanzar las arenas que lo constituyen. En condiciones naturales este paso por la arcilla se efectúa con gran lentitud, verificándose procesos de adsorción e intercambio iónico, que sumados a la filtración mecánica, actúan en el sentido de purificar el agua.

 

De esta manera con aguas de calidad naturalmente potables (tenores salinos del orden de 500 mg/l y un balance de las diferentes sales casi ideal para su ingesta), presencia continua, relativamente poca profundidad, rendimientos mas que interesantes y buena protección natural, se tuvo así por muchos años a disposición este acuífero excepcional, que fue, antes que el Río de la Plata, el que permitió el desarrollo del Gran Buenos Aires, con su crecimiento demográfico y radicación de industrias, etc. El acuífero “Puelche” fue así el Nilo del Gran Buenos Aires.

 2.       Explotación:

 

En este escenario, naturalmente excepcional, el hombre comenzó a explotar el agua subterránea, siendo el Ing. Adolfo Sourdeaux (Diario El Nacional 06/03/1861), uno de los primeros en perforar en busca de aguas surgentes, ya que sostenía que en la zona debía haber aguas artesianas (por Artois, Francia en donde se explotaban aguas surgentes desde largo tiempo atrás). Tras un duro fracaso inicial en el Pasaje de La Piedad de la ciudad de Buenos Aires, tuvo éxito en Barracas (Diario La Tribuna 01/07/1862).

 

El desarrollo de las técnicas constructivas, es decir la tecnología, condujo a mejorar la calidad de las captaciones y obtener una configuración típica (figura 3) que se adecúa a las características de la región y permite explotar el acuífero Puelche con buenos rendimientos. Esta forma constructiva fue normalizada en 1942 por la ex – Obras Sanitarias de la Nación – O.S.N.

 

Si bien el desarrollo de los diferentes diseños de pozos de explotación se hizo priorizando los aspectos económicos, en el esquema dado se destaca que hay que lograr una aislación adecuada con respecto a las capas de agua superiores (fundamentalmente la freática) porque de lo contrario se corre el riesgo de extraer agua contaminada.

 

Debe quedar bien entendido que el único acuífero explotable para obtener agua potable en la región es el Puelche. No existen otros acuíferos, ni mucho menos vertientes o cursos subterráneos de agua, que se puedan explotar. Por encima del Puelche está el freático contaminado y por debajo (atravesando la arcilla azul) aguas de fuerte tenor salino. Queda dicho además que las tecnologías de explotación son asimismo perfectamente conocidas desde hace muchos años.  

 

El tipo de explotación a que se sometió el acuífero Puelche, tuvo inicialmente un bajo impacto sobre el mismo debido a que las explotaciones eran de poca intensidad porque estaban espaciadas, producto a su vez de la poca presión demográfica inicial.

 

Todavía en la década del 60, existían condiciones para un desarrollo adecuado si se hubiera implementado una explotación racional del acuífero, pero la falta de control que existió desde un comienzo estableció las condiciones para el desastre ambiental que sobrevendría luego. 

 

3.       Comienzan los problemas

 

Ya en los primeros años de la década que comenzó en 1970, comenzaron a advertirse con claridad problemas que se irían agudizando con el paso de los años.

 

Primero sobrevino la sobreexplotación del acuífero, fundamentalmente por acción de la descontrolada extracción de agua que efectuaban las industrias, que acudían al acuífero para satisfacer las crecientes necesidades de sus procesos productivos por entonces fuertemente dispendiosos en el consumo de agua. Ya que el agua subterránea era (y sigue siendo) gratuita y como ya se dijo no existió nunca en la práctica control alguno. En su área de influencia OS.N. instauró un sistema de control de muy baja eficiencia, proliferando la construcción de pozos clandestinos situación que se acentuó a partir de la década mencionada, mientras que Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires, OSBA, no llegó nunca a implementar un mecanismo de control que funcionara.

 

La sobreexplotación, que consiste en la extracción de agua por encima de la recarga natural durante tiempos suficientemente extensos como para permitir el establecimiento de los llamados conos de depresión permanentes, afectó en el caso que nos ocupa, extensas zonas del conurbano bonaerense con descensos muy pronunciados de los niveles del acuífero Puelche.

 

Con la sobreexplotación ocurrieron los primeros problemas serios: aumento de la salinidad de las aguas del acuífero y de los contaminantes, ambos fenómenos inducidos por los niveles excepcionalmente deprimidos que adquirió la piezométrica del acuífero bajo los fuertes caudales puntuales extraídos.

 

Aumentaron así el contenido de sales totales, la presencia de metales pesados frecuentemente descargados en el subsuelo, cuando no directamente en las napas, por las mismas industrias y en particular algunas sales cuyos efectos perniciosos sobre la salud eran ya conocidos, por ejemplo los nitratos.

 

Se impuso entonces una fuerte corriente de opinión en los organismos del estado vinculados al tema, entre los profesionales estudiosos del mismo y en la propia O.S.N. que resumidamente decía: el agua subterránea no sirve más y debe ser sustituida por agua de río tratada.

 

Sostuvimos entonces (1) que esto constituía un verdadero “Réquiem apresurado para las aguas subterráneas”: porque si se abandonaban sin control alguno con el argumento de que  ya no eran aptas, terminarían siéndolo efectivamente, en un ejercicio de profecía autocumplida, con lo cuál se perdería un recurso invalorable.

 

Decíamos entonces que aún era posible revertir la ya difícil situación, mediante la reactivación de los estudios específicos, el control y la explotación racional del recurso como fuente complementaria  de las aguas superficiales. Agregábamos además que las aguas subterráneas forman parte del medio ambiente y no podían ser ignoradas porque ello podría acarrear consecuencias no previstas. Lamentablemente estas ideas no tuvieron eco, se abandonó el recurso sustituyéndoselo por agua de superficie y grandes zonas suman hoy a la contaminación  la amenaza de inundarse desde abajo por la suba de los niveles piezométricos.

 

¿Como fue que se llegó a la situación actual?. A fin de ordenar la exposición veamos las dos situaciones límites que se daban (se dan aún) en extensas zonas del conurbano bonaerense, según se contara o no con servicios sanitarios (agua corriente y cloaca). En la práctica el paso de una situación sin servicios o una con servicios, se hizo de manera muy lenta e incompleta, coexistiendo aún hoy ambas modalidades.

 

 

Cuando no existen servicios sanitarios, situación que se sigue dando en todo el segundo cordón del conurbano y se da aún en extensas áreas del primer cordón (sobre todo por la relativamente poca extensión de los sistemas cloacales) la contaminación del acuífero Puelche, como puede apreciarse en la figura, se da por tres mecanismos principales:

 -          Pozos absorbentes, negros o ciegos (con o sin cámara séptica).-          

Intercambio de agua con cuerpos superficiales contaminados.-          

Perforaciones para captación de agua mal construidas. 

La falta de servicios de recolección de efluentes cloacales por red hace que se descarguen los mismos en pozos absorbentes (también llamados ciegos o negros) que por infiltración en el terreno contaminan la capa freática con líquidos cloacales.

 

La freática intercambia a su vez agua con los cuerpos superficiales (ríos y arroyos) que en la región están fuertemente contaminados por las descargas de efluentes industriales y cloacales, descargas clandestinas en tanto y en cuanto no cumplen con las disposiciones obligatorias de tratamiento para depuración.

 

Desde la capa freática el agua percola hacia el Puelche y si bien como se explicara mas arriba, existen en ese paso procesos que actúan en sentido de purificar el agua, la proliferación de descargas contaminantes y su concentración en áreas relativamente poco extensas, genera una presión sobre estos mecanismos naturales que ven superada su acción, terminando por infiltrarse los contaminantes y difundiéndose en el Puelche. Por otra parte las arcillas del llamado estrato impermeable, no poseen una distribución homogénea tanto en lo referente a su área de cobertura como a su espesor, de manera que existen zonas adonde la “difusión indirecta” como hemos dado en llamarla, se verifica con mayor intensidad.

 

Por último existe un mecanismo que se ha venido ignorando en los estudios efectuados hasta el presente, al cuál por su magnitud y por establecer una conexión directa entre freática y Puelche, le asignamos una incidencia relevante. Se trata de las perforaciones que alcanzando las arenas Puelches no están adecuadamente construidas o mantenidas y poseen fallas en la configuración de la aislación vertical. En estos casos, lamentablemente muy frecuentes, hay una “difusión directa” de agua del freático en el Puelche.

 

Se construyen por año centenares de estas perforaciones que llegan al Puelche y no se ejerce ningún control sobre la tecnología ni los materiales empleados. En la mayor parte de estos pozos no se siguen los procedimientos recomendados para asegurar la aislación vertical entre capa freática y acuífero Puelche con el resultado de que este verdadero “cribado” de las arcillas aislantes ha puesto en contacto directo a ambas capas de agua con la consiguiente contaminación del Puelche.

 

5. Situación con servicios sanitarios 

 

Cuando se han establecido los servicios sanitarios, los mecanismos antes detallados no cesan de existir de manera inmediata y por el contrario continúan actuando durante un tiempo prolongado.

 

Los cuerpos superficiales permanecen contaminados porque se siguen descargando en ellos efuentes sin depurar y la capa freática sigue contaminada, si bien puede esperarse que, al quedar fuera de servicio los pozos absorbentes y no construirse pozos de captación del Puelche con mala aislación vertical (los otros mecanismos de ingresos poluentes) su grado de contaminación vaya en disminución.

Situación con servicios sanitarios

-          Intercambio de agua con cuerpos superficiales contaminados.

-          Pérdidas de las redes colectoras.

 

 

Es necesario tener en cuenta el largo tiempo para que esta reducción de la contaminación tenga lugar (2) y ello siempre y cuando se eliminen efectivamente las fuentes contaminantes mencionadas.

 

Queda además en claro que si no se construye el servicio cloacal y sólo se extienden las redes de distribución de agua, el acuífero Puelche se seguirá contaminando y que resulta necesario depurar las aguas superficiales porque sus impurezas inevitablemente llegarán a las aguas subterráneas. El medio ambiente pone en evidencia una vez mas su indivisibilidad y lo que ocurre en la superficie afecta al ámbito subterráneo que a su vez repercute en la población asentada en el área.

 

Como en todo el segundo cordón del conurbano, sea por medio de captaciones individuales (pozos domiciliarios) o por sistemas centralizados (agua corriente), el abastecimiento de agua se hace a  partir del acuífero Puelche, resulta totalmente inaceptable extender las redes de agua sin las correspondientes redes de cloaca y éstas a su vez deberán contar con las instalaciones de depuración (plantas de tratamiento) previas a su vertido a los ríos y arroyos.

 

6.       El problema de los nitratos

 

Tal como expusiéramos en otra parte (3) el mayor problema para las aguas subterráneas del Puelche está representado hoy por la presencia de tenores de nitratos por encima de lo que establecen las normas, tanto del Código Alimentario Argentino (45 mg(l) como de la propia Ley 11.820 (50 mg/l). La afección principal que provocan los nitratos es la metahemoglobinemia en los lactantes.

 

Debe quedar en claro: los límites de contenidos de sustancias, en particular para los nitratos, que establece la ley son para cumplirlos y cualquier agua que supere los mismos no es potable. No tiene sentido, ni resulta científicamente sustentable oponer argumentaciones de experiencias aisladas, cuando existen límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) que son los que recoge el Código Alimentario Argentino y mas aún cuando prestigiosas instituciones nacionales (4) describen los síntomas que provoca el exceso de nitratos, sus consecuencias y las dificultades para el diagnóstico de la metahemoglobinemia.

 

En el ámbito urbano su origen es claramente cloacal (3), constituye un verdadero desafío que debemos asumir ahora mismo y de como lo hagamos y resolvamos puede depender probablemente en el futuro, que se  continúe empleando en la región el agua subterránea como fuente de agua potable.

 

7.       Situación actual

 

Los organismos del estado: nacional, provincial y municipal no protegieron el agua subterránea, lo que sumado a los intereses de las grandes empresas constructoras que presionaron luego por activar un modelo basado en grandes obras (plantas potabilizadoras y acueductos por gravedad, los llamados ríos subterráneos) ha concluido por llevar el agua de río tratada cada vez mas lejos de las márgenes del Río de la Plata.

 

Finalmente la empresas de servicios privatizadas continuaron con las soluciones ya propuestas por las empresas estatales. Así el área correspondiente a O.S.N. que tomó Aguas Argentinas pasó a abastecerse íntegramente con agua de superficie potabilizada abandonando el agua subterránea como recurso. Sin la correlativa extensión de las redes colectoras cloacales este factor, importación de agua a vastas zonas del primer cordón del conurbano, contribuyó decisivamente a la suba de los niveles de los acuíferos, que ahora amenazan inundar la región desde abajo.

 

Por su parte en el área  correspondiente a Obras Sanitarias de la Provincia – OSBA, privatizada a las empresas Azurix (que actualmente abandonó la concesión) y Agba se continuó captando agua subterránea, para distribuirla sin tratamiento previo alguno si se exceptúa la cloración para desinfección.

 

Estas empresas, con un ya de por si bajo nivel de exigencia en sus contratos en lo referente a las metas de expansión de las redes colectoras cloacales, postergaron aún mas estas obras, aunque continuaron extendiendo las redes distribuidoras de agua, naturalmente mas económicas de ejecutar, con menores costos de explotación y mas redituables a la hora de facturar.

 

La Provincia de Buenos Aires a su vez incumplió con las obras de depuración de los líquidos cloacales colectados por las redes o transportados por camiones atmosféricos, que debía ejecutar UNIREC organismo que ha sido disuelto faltando construir cuatro plantas depuradoras sobre el Río Reconquista. Con lo cual se siguen descargando efluentes cloacales crudos (v.g. Partido de San Miguel) y no se pueden extender las redes previstas de conectar a esas instalaciones de tratamiento (v.g. Partido de Hurlingham).

 

En el resto de la provincia con un sinnúmero de servicios de agua brindados por cooperativas, consorcios, municipios y concesiones municipales, el panorama no es mucho mejor, repitiéndose el esquema de redes de agua a partir del bombeo de agua subterránea con escasa correlación en la extensión de las redes cloacales y un mas escaso aún número de plantas depuradoras en buen funcionamiento.   

8.       Soluciones

 

Lo primero que cabe decir es que no hay soluciones mágicas ni ingeniosas del tipo “hemos explotado nuevas napas de agua” o “ ensayamos tecnologías novedosas las mismas que se usan en Europa”. Como se ha explicado nada resultaría mas alejado de la verdad.

 

El problema de fondo es y sigue siendo la mala gestión de los recursos naturales en este caso de los hídricos que se ha llevado a cabo en la zona del conurbano por lo menos durante los últimos 50 años. Esta gestión debiera basarse en una planificación de los recursos sostenida en el tiempo y fundada en estudios rigurosos con monitoreos permanentes.

 

No obstante ello y frente al  complejo cuadro de situación descripto, pueden esbozarse algunas soluciones:

 

En lo inmediato y a partir del derecho de los usuarios a conocer la calidad de agua que consumen, hemos propuesto (5) establecer un Sistema de Información y Educación para la población afectada, que permita manejar la situación mitigando los efectos de la contaminación del agua que circula por las redes de distribución cuando el público cree que es potable o bien se extrae de pozos domiciliarios sin control alguno.

 

Entretanto se deberá determinar cual es la mejor solución al problema de los nitratos, considerando los aspectos técnicos, económicos y sociales que la solución tenga.

 

Simultáneamente es necesario reglamentar la construcción de pozos,  como parte del control de las instalaciones sanitarias internas (6), a fin de impedir o dificultar se siga cometiendo el verdadero “crimen ambiental” con la destrucción del acuífero Puelche como recurso de agua potable. Las aguas subterráneas son de todos en tanto y podemos extraerlas en tanto y en cuanto no perjudiquemos su uso posterior por nuestros vecinos.  

 

En cuando al problema vinculado del ascenso de napas deberán efectuarse los estudios pertinentes y no poner en práctica inopinadamente soluciones que tal vez sólo contribuyan a agravar el problema.

 

Finalmente es evidente que la construcción de los sistemas cloacales: redes y plantas depuradoras deben ser una tarea prioritaria para la sociedad y ya que los gobiernos no parecen compartir esta idea, son los ciudadanos los que deberán ejercer la presión necesaria para modificar esta actitud y poner en marcha de una buena vez las obras que constituyen la verdadera solución de fondo para los problemas descriptos.

 

Referencias

 

(1) Bellino, Norberto O. “Réquiem apresurado para las aguas subterráneas”. Revista Agua, Tecnología y Tratamiento N°40. 1985.

(2) Augé, Miguel. Aprovechamiento sustentable de agua subterránea en La Plata, Argentina. Agua Probelmática Regional. Eudeba. Compilación.1998.

(3) Bellino, Norberto O. “El problema de los nitratos en el agua para consumo humano” Boletín Centro de Ingenieros del Nororeste Ing.Adolfo Sourdeaux. Mayo-junio 2002.

(4) Piola, Juan Carlos. Metahemoglobinemia. Servicio de información, asesoramiento y atención sobre intoxicaciones. Sanatorio de Niños de Rosario. Institución Pediátrica de Referencia en la Región.

(5) Bellino, Norberto O. Ponencia presentada en el I Congreso del Medio Ambiente de La Matanza. “Derecho de los usuarios a conocer la calidad del agua que consumen. Un ejemplo concreto: el exceso de nitratos en el agua de bebida”. Universidad de La Matanza. Junio 2002.

(6) Bellino, Norberto O. Saneamiento Básico en la Provincia de Buenos Aires. El rol del ingeniero. Revista del Centro de Ingenieros de La Matanza N°12. 2001.

Correo electrónico: cinas@argentina.com

 

 

Presentación    Calendario Militante    Calendario Ecológico    Docentes    Antigüedad    Direcciones útiles    Tribunales    Ioma    Profesores de Historia    Reclamos de Sueldo    Seguro    Documentos Ecológicos    Páginas de Interés    Jubilados docentes    Organizaciones solidarias    C.T.A. Noroeste    Centro de Est. Padre Mugica    Rincón Literario    SerPaJ Zona Norte   Dichos Populares    Usuarios y Consumidores    Derechos Humanos    Pueblos Originarios