Argentina Privatizada o el inminente

canje de deuda por territorio.

por Adrian Salbuchi

 

Desde los centros de poder angloestadounidense surge una “nueva-vieja” idea para ejercer el dominio colonial en esta nueva etapa del nuevo orden mundial: volver a estructurar y utilizar a aquellas “Compañías” comerciales con las que la vieja Inglaterra pudo forjar buena parte de su imperio colonial en los siglos XVIII y XIX.  Lo haría, por supuesto, de una manera infinitamente más sofisticada, efectiva y eficaz pero con objetivos casi idénticos a pesar de los siglos que los separa: lograr el dominio efectivo y concreto sobre territorios periféricos enteros en beneficio de las áreas centrales industriales del planeta globalizado.

 

La British East India Company

Apenas despuntaba el siglo XVI, cuando 218 caballeros y mercaderes de la City londinense fundaron la “Compañía Británica de las Indias Orientales” – en inglés, British East India Company - que recibió su cédula real de manos de la Reina Isabel I, el 31 de diciembre del año 1600.  Se pretendía así disputarle a los holandeses el control del comercio de las especies en el Lejano Oriente. Pronto, la “Compañía” se transformó en un verdadero gobierno colonial que se dedicó a promover los objetivos políticos, económicos, financieros y militares de la Corona Británica, estableciendo su dominio en Oriente que duraría más de cuatro siglos.  Los éxitos más notables de la “Compañía” como operador de la Gran Bretaña tuvieron lugar en China, en la India – la mayor perla de la corona inglesa - y en el Sudeste Asiático, gracias a los cuales el Imperio pudo establecerse en lugares tan lejanos como Madrás, Calcutta, Ceylán (hoy Sri Lanka), Birmania, Afghanistán y Shanghai, incluso fundando plazas militares como las de Hong Kong, Singapúr y Port Arthur.

Según la descripción que brinda la aún existente “East India Company” de Londres, nos enteramos que la misma fue “la fuerza económica individual más poderosa que el mundo haya jamás visto”, agregando que la Compañía, ”introdujo el té a los británicos, la lana a los japoneses, las especies a (norte)América y el Caribe, la porcelana a los rusos, el opio a la China y el (deporte del) polo a la India.  Tuvo sus propios ejércitos, armadas, monedas y poseyó territorios tan diversos como la neoyorquina isla de Manhattan y el subcontinente de la India.”[1]  Más de cuatro siglos después de recibir su cédula real, la British East India Company hoy promueve los intereses comerciales del Reino Unido y de la Corona, aprovechando su añejo prestigio, y su “herencia sin igual con influencia sobre el mundo comercial moderno; tal fue el poder, la autoridad y la diversidad de intereses de la Compañía de las Indias Orientales en el pasado, cuyo nombre otorga credibilidad a prácticamente cualquier producto o servicio en todo gran mercado de consumidores...por cuanto une las grandes fuerzas de las asociaciones de marcas comerciales británicas – su tradición, su lujo añejo y su clase impecable – con el atractivo natural de los países exóticos, la navegación, los viajes y la aventura”. 

Es sabido que allá por 1835, llegando ya al pináculo de su poderío, la “Compañía” impuso por la fuerza de las armas el opio al pueblo chino, teniendo como agentes financieros a los bancos ingleses Jardine Matheson y al Hong Kong & Shanghai Banking Corporation – el hoy tan conocido HSBC, patriarca entre los bancos del narcolavado con el que ni siquiera el, hoy también muy competente (en estas tareas), CitiCorp puede rivalizar....

 

El Nuevo Modelo de Dominio

Salvando los enormes adelantos tecnológicos y el poder vastamente superior del que hoy disponen los centros de poder del nuevo orden mundial, pareciera que este antiguo modelo de dominio está por recibir una explícita resurrección como entidad de administración integral de territorios coloniales.  Así, se adoptaría la vieja usanza del modelo colonial inglés, utilizado con tanto éxito en lugares tan lejanos y vastos como la India y China - con el opio, la heroína y la cocaína incluidos.[2]  Ello iría de la mano de las más modernas tecnologías de punta, muchas de ellas aún muy secretas en su desarrollo y fabricación.

Comprender esto ayudará a entender qué le está pasando – o, mejor dicho, que le están haciendo ciertos operadores internos e instigadores externos – a la Argentina.   Por cuando pareciera que, por diversas razones, nuestro país ha sido elegido muy especialmente como un leading case – una suerte de “caso testigo” o conejillo de Indias (de las Indias Orientales, se entiende) –, para reavivar este viejo modelo metodológico colonial.  Puede inferirse que el hecho de que se nos esté “honrando” de esta manera, forma parte del proceso de escarmiento y castigo adicional que Argentina debe seguir sufriendo por nuestros “pecados del pasado”, que han hecho del nuestro un país molesto, poco confiable y potencialmente peligroso. 

Efectivamente, “nuestro pasado nos condena”: desde la política exterior independiente de Hipólito Yrigoyen en los años veinte, luego nuestra neutralidad pro-alemana en los años treinta y cuarenta; pasando por nuestras pretensiones de potencia regional bajo el gobierno de Juan Perón en los años cincuenta y, finalmente, nuestro atrevimiento audaz e insolente en las Malvinas hace exactamente veinte años, vienen encendiendo luces amarillas – quizás con algún destello rojizo – en el tablero de poder mundial.  La decisión pareciera estar tomada: la Argentina debe ser debilitada, devastada, doblegada y puesta de rodillas, y ello no conviene lograrlo con una intervención directa militar o política – siempre tan odiosas cuando se las ve en los noticieros de las 6 de la tarde -, sino a través de agentes locales alineados con los intereses del nuevo orden mundial, convenientemente insertados y enquistados en las estructuras del Estado.

Permítasenos hacer un breve raconto de lo que decimos, partiendo de los eventos de los últimos meses que han puesto al país al borde de una fractura social, institucional y territorial catastrófica, gracias a la acción negligente, ignorante, obsecuente, y - en algunos casos – cobarde y traidora, de nuestros más recientes gobernantes, cuyas figuras máximas paradigmáticas son Carlos Menem, Domingo Cavallo, Fernando de la Rúa y – tristemente – también Eduardo Duhalde.

 

Del default al concurso preventivo de acreedores

Con la Argentina se está tramando un nuevo experimento de laboratorio: como administrar el default o – mejor dicho – como introducir el concepto de concurso preventivo de acreedores y posterior quiebra dentro del ámbito del Estado-nación soberano.  Esto puedo entreverse claramente en un reciente artículo aparecido en el prestigioso e influyente semanario londinense “The Economist”[3], en el que se compara la situación de la Argentina con la quiebra de la gigantesca empresa norteamericana Enron.[4]  Haciendo un paralelo muy significativo, se propone introducir el concepto del concurso preventivo de acreedores al Estado Nacional pero se lamenta The Economist que, contrariamente a lo que ocurre en el ámbito privado nacional, el ámbito público internacional aún carece de un marco legal e institucional superior que permita administrar semejante “concurso y quiebra” de los estados. 

Se necesita de la figura de una suerte de “juez de la quiebra” para poder llevar este tipo de proceso adelante de manera “legal” (mas no legítima), con lo que se propone reingenierizar a las instituciones actuales del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y, posiblemente, el Banco Internacional de Liquidaciones de Basilea, para que en su conjunto cumplan esa función.  También se le daría un rol más internacionalizado al Banco de la Reserva Federal (el banco central mayoritariamente privado estadounidense) para que todas estas instituciones actúen conjuntamente como un “adjudicador imparcial; el equivalente internacional de un juez imparcial”.  Así estos “jueces” externos administrarían de la “mejor manera” (¿para quienes?) cómo disponer de los “activos” del país que sea declarado “en quiebra”.   Anne Krüger, sub-directora ejecutiva del FMI viene haciéndose eco de estas ideas a lo largo de las últimas semanas y lo expuesto explica porqué no hay “ayuda” financiera para Argentina, hasta tanto “tengamos un plan sustentable” según las exigencias del Fondo que bien sabe que la aplicación de las medidas que están exigiendo es socialmente impracticable.  Es que se nos quieren acorralar llevándonos al borde del abismo para luego podernos declarar “en quiebra”.[5]  Todo pareciera confluir hacia ese objetivo, incluídos los sesudos análisis y propuestas de nuestros “analistas” internos y de las “voces autorizadas” como la de Rüdiger Dornbusch hace pocas semanas sugiriendo que Argentina directamente debiera entregar el manejo de su economía a operadores e instituciones extranjeras.[6]

A modo de paralelo, para tratar de salvarse la empresa privada Enron se está deshaciéndo de activos para concentrar sus esfuerzos en sus negocios principales – en su core business .  Por eso venderá activos en distintos lugares del mundo como Brasil y Argentina (donde es dueña junto con Pérez Companc de Transportadora de Gas del Sur y también tiene una fuerte participación en la privatización de agua en la provincia de Buenos Aires), venderá plantas en los Estados Unidos, echará a la calle a decenas de miles de trabajadores y cerrará plantas, oficinas, negocios y proyectos. 

En este nuevo modelo planetario, ¿qué significa para el Estado “deshacerse de activos”?  Para hallar la respuesto, recordemos primero que cuando ocurrió la anterior crisis de deuda en 1982 al declararse Méjico en default, al año siguiente David Rockefeller le encomendó a Henry Kissinger formara una “Comisión para la Deuda Externa Latinoamericana”, cuyo hombre técnico era Alan Greenspan, entonces directivo del banco Morgan Guarantee Trust Company, y hoy Gobernador del Banco de la Reserva Federal. En aquellos días, Greenspan introdujo la idea de resolver el problema proponiendo canjear “deuda por empresas públicas” (debt for equity), lo que pocos años después conocimos como las privatizaciones en las que Argentina también fue un “leading case” a través de la desregulación económica irrestricta llevada a cabo por Menem y Cavallo.[7] 

Eso fue en los años ochenta y noventa. Ya más recientemente, desde el Council on Foreign Relations se viene proponiendo un nuevo concepto: el de canje de deuda por territorio.  ¿Y que mejor activo puede disponer un país grande, rico en recursos naturales y escasamente poblado como la Argentina que el de cambiar deuda por territorio?   Hoy somos apenas 37.000.000 de argentinos muy, muy mal distribuidos en un territorio nacional que debiera tener al menos el doble de la población.  Por ejemplo, en la Patagonia Argentina la sumatoria de las poblaciones de las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén apenas si llega a 1.500.000 habitantes: un 4% de la población nacional y menos que la de un partido del Gran Buenos Aires como el de La Matanza.  

La Patagonia Argentina es la candidata natural para hacer un amplio “megacanje territorial”.  Esto viene planificándose desde hace décadas.  Recordemos la manera extraña en que el ex-presidente Raúl Alfonsín promovió en los años ochenta el traslado de la Capital Federal a Viedma[8]; de un país con “dos capitales”, a dos países distintos no hay demasiada distancia.

Si esto nos viniera impuesto por los centros de poder y con la connivencia de los gerenciadores locales y la acción psicológica de los multimedios monopólicos, ¿qué podrían hacer los Argentinos que no estuviéramos de acuerdo con semejante locura?   ¿Qué capacidad de defensa tenemos hoy sobre nuestras fronteras y sobre nuestra integridad territorial?  Es un hecho tristemente concreto que gracias a Alfonsín, a Menem y a De la Rúa, hoy la Argentina carece de fuerzas armadas creíbles que puedan siquiera pensar en neutralizar la fractura territorial que ya se avizora en el horizonte.

Es más: ¿Será una de las funciones de esa futura “República Patagónica” la de recibir fuertes contingentes de poblaciones de otras partes del mundo dentro de la reingeniería demográfica que se planifica en el CFR, que podría promoverse desde el Banco Mundial y la ONU y ejecutarse a través de un nuevo conjunto de gerenciadores locales hábilmente catapultados al gobierno que accederían a “concesionar” gigantescas parcelas de territorio según describimos más abajo en este artículo?  ¿Tendrá esa “República Patagónica”, en la que ya llevan invertidos sigilosamente tantos millones y millones de dólares los Ted Turner, los George Soros, los Benetton, los Tomkinson y muchas empresas transnacionales, la misión de, entre otras cosas, recibir “refugiados” altamente educados, calificados y cultos desde, por ejemplo, el Medio Oriente para que puedan iniciar una “nueva vida” en esas tierras prometidas del Sur Argentino? 

Esta idea fue concebida y propuesta hace ya más de un siglo en Europa por el pensador Theodor Herzl, fundador del movimiento nacional sionista[9], y el diario “El Cronista Comercial” en su edición del 18 de marzo de 2002 se hace eco de esta propuesta cuando indica en un artículo titulado “Deuda por Territorios” la propuesta de un asesor de Duhalde (ver más abajo) de canjear deuda por tierras públicas diciendo que “La idea es transformar el default en inversión directa y que los acreedores se conviertan en propietarios de terrenos donde podrían desarrollar proyectos industriales, agrícolas o inmobiliarios.  Así, se reduce la deuda y a la vez se reactiva la economía… Podría haber candidatos sorprendentes: durante el mandato de Alfonsín, los japoneses estudiaron un plan maestro de inversión en tierra argentina para facilitar la emigración.  Y en alguna ocasión se lo plantearon en Israel.”[10]

No vaya a creer el lector, sin embargo, que somos un caso aislado: los propios centros del poder mundial bien saben que la experiencia argentina es crucial para poder luego “gerenciar” la crisis financiera planetaria que ya hoy entra en una etapa de creciente e inminente colapso. Nuestro “caso” no es el resultado de que “los Argentinos son así porque les gusta”, como nos espetó socarrona y sobradoramente el secretario del tesoro estadounidense, Paul O’Neill. Argentina es hoy la punta del témpano de todo un sistema mundial que se encamina hacia una implosión generalizada y crecientemente violenta de la cuál el colapso de las torres gemelas del World Trade Center neoyorquino quizás sea apenas una metáfora presagiadora de futuras catástrofes y colapsos financieros planetarias...[11]

Hagámos un rápido raconto de algunos de los hitos principales de esa gran crisis mundial que viene afectando al orden público y privado en los últimos años:

 

Año

   Evento

1982

·       Ago: Méjico entra en cesación de pagos; la “bomba de la deuda latinoamericana”

·       1983: Conferencia en Vail, Colorado, EEUU en la que Rockefeller-Kissinger-Greenspan proponen el concepto de “deuda a cambio de empresas públicas”, luego conocido como “privatizaciones”.

1985

·       Finlandia: colapso sistema bancario (similar a nuestrocorralito)

1987

·       Oct: Caída de la Bolsa de Nueva York

·       Quiebra de cientos de financieras en EEUU (las Savings & Loans associations) durante la gestión Reagan-Bush – Neil Bush, hijo del entonces vicepresidente y hermano del actual presidente, George W. Bush, era alto directivo de una de la grandes financieras, Jefferson Savings & Loans Assoc.

·       Quiebra del Continental Bank of Chicago

·       Colapso del imperio mediático de Robert Maxwell en Inglaterra por fraude.

1988

·       Lloyds of London – comienza una crisis que durará más de una década en la más antigua corporación de seguros y reaseguros del mundo debido a errores técnicos en sus reservas de siniestros; o sea mal risk management en un sector que se dedica, precisamente, al risk management....

1989

·       Caída Muro de Berlin – Fin de la bipolaridad; profundizaciòn del actual modelo de globalización neoliberal.

1990

·       Japón entra en una recesión que lleva más de 12 años.  Crisis de su sistema bancario.

1991

·       Guerra del Golfo contra Iraq

·       Auto-disolución de la Unión Soviética

1992

·       Sept: Reino Unido: Quiebra de la estabilidad de la Libra Esterlina dentro del sistema monetario europeo a raíz de las especulaciones de George Soros (CFR)

1993

·       Rusia: Agudización de la crisis económica y social.  Dominio de las mafias

·       Pan American World Airways – quiebra

·       Eastern Air Lines – quiebra

1994

·       Oct: Crisis financiera y de deuda pública estructural en Méjico – Efecto “tequila”

·       Brasil: (hiper)inflación

1995

·       Mar: colapso del Banco Baring en el Reino Unido (absorbido por el holandés ING)

1996

·       Graves crisis estructurales de deuda en:

o          Corea del Sur,

o          Tailandia

o          Taiwán

1997

·       Graves crisis estructurales de deuda en:

o          Indonesia (Suharto),

o          Malasia (instigada por George Soros),

o          Perú (hiperinflación)

o          Singapúr

·       Caída de Long Term Capital Management (segundo mayor fondo de inversiones de Estados Unidos – salvataje de la Reserva Federal en más de u$s 2.000 millones)  

1998

·       Graves crisis estructurales de deuda:

o          Russia

o          Ucrania,

o          Ecuador

·       Graves crisis de deuda del Condado Orange en California (quiebra a raíz e inversiones en bonos basura) y de la poderosa Metallgesellschaft AG de Alemania

1999

·       Crisis estructural de deuda pública en Brasil (Enero)

·       Guerra de la OTAN contra Serbia

2000

·       Inicio de Recesión en los Estados Unidos

·       Agravamiento de la crisis de deuda argentina

·       Ecuador: dolarización

·       fraude electoral en Estados Unidos con la elección de George W Bush

·       Caída de las aseguradoras HIH (Australia) y Reliance National (Estados Unidos)

2001

·       Graves crisis estructurales de deuda pública en:

o           Argentina,

o           Turquía,

·       Colapso de la mega corporación Enron; arrastra a la auditora Arthur Andersen que también desaparece del mapa,

·       Quiebra de la aseguradora inglesa The Independent, calificada bien hasta pocos días antes por las principales calificadoras de riesgo.

·       Quiebra y salvataje de Swissair

·       Quiebra de la aerolínea belga Sabena,

·       Crisis de Aerolineas Argentinas,

2002

·       Colapso argentino

·       Colapso de Arthur Andersen

 

Como se verá, la crisis no es solo argentina por más que hayan logrado un “cordón sanitario” o cuarentena para que controlar el potencial “contagio” que puede emanar desde estas tierras hacia otras regiones.  Hoy se quiere hacer de nosotros una suerte de “leading case”, o caso testigo, para conducirnos hacia la quiebra del Estado, lo que conllevará, de concretarse, catastróficos resultados para nuestra ­Nación. Lo dice Anne Krüger, la número dos del FMI y miembro del Council on ­Foreign Relations (CFR); lo dice Paul ONeill, secretario del tesoro estadounidense; lo dice Rüdiger Dornbusch, del CFR y de la Universidad Tecnológica de Massachussets (MIT); lo dice el prestigioso semanario londinense The Economist...

Como decimos, los centros de poder ya están diseñando el nuevo marco institucional y legal que permitirá encaminar a los Estados “inviables” (como el nuestro) hacia una figura asemejable al del “concurso preventivo de acreedores” en el orden privado, para luego arrastrarlos a la quiebra definitiva. Para ello, necesitan de una instancia superior equivalente a una corte y a un juez de quiebra —un remozado FMI, Banco Mundial y Banco Internacional de Liquidaciones, junto a un internacionalizado Banco de la Reserva Federal— que tendrán el aval ­legal internacional (¡mas no la legitimidad!) de disponer de los “activos” del Estado “quebrado”. Por eso la Argentina está tanto en las noticias mundiales... Por eso se ocupan y “preocupan” tanto por nosotros...

En la Argentina, esos “activos” que se administrarían en nuestra futura “quiebra” tienen un nombre concreto: territorio nacional.  Podrían ser la Patagonia, las áreas mineras y petroleras, el Mar Argentino, el NOA o el NEA.

 

The Patagonia Company, Inc

En el ámbito de la red de centros de planeamiento del nuevo orden mundial —con el CFR como eje fundamental— se diseñan los nuevos entes administradores de esos “activos” del Estado argentino que pasarían a manos de nuestros acreedores. Probablemente, debería cobrar forma como una nueva figura político-económica-jurídica internacional, constituida por conglomerados de grandes empresas e instituciones multilaterales. Una suerte de joint-venture o UTE (unión transitoria de empresas, aunque ésta poco tendría de “transitoria”) compuesta previsiblemente por gigantes energéticos como ExxonMobil, British Petroleum, Repsol-YPF, Texaco y Shell; junto a megabancos como el CitiGroup, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Merrill Lynch y el tan experimentado HSBC; junto a industrias de defensa estadounidenses y europeas como Lockheed, General Electric, General Dynamics, United Technologies, Boeing, Halliburton y British Aerospace; operando mancomunadamente con las potenciadas estructuras del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y agencias gubernamentales como la National Security Agency, la CIA, y los ministerios de defensa y del tesoro estadounidense, algún representante del Estado Argentina (para guardar las formas), entre muchos otros, para “administrar” — en bien de la “humanidad” y de “esos tontos ­argentinos” que no saben cómo ordenar sus propias vidas, se entiende— nuestros valiosos y casi infinitos recursos.

Todo obedeciendo a una certera y muy experimentada planificación emanada desde los centros de poder con sus “bancos de cerebros”, notablemente, los think tanks del Council on Foreign Relations (Nueva York), Royal Institute of International Affairs y Tavistock Institute (Londres) y la Trilateral Commission, entre otros.

Sería, por ejemplo, una concesión similar a las de las autopistas y aeropuertos pero de una dimensión infinitamente más vasta y ya no por 20 o 30 años, sino por 100 o 200 años, y para entonces ya el Gobierno Mundial estará firmemente atrincherado si se cumple su planificación y reingenierización del planeta entero.  Probablemente no se llegue a arriar la bandera argentina, por la sencilla razón de que ello sería deschavarse en forma demasiado abierta.   A cambio, nos condonarán un 30, 40 – incluso un 50 - por ciento de nuestra “deuda pública” y permitirán que la “Argentina residual” pague lo que quede de alguna manera un poco más cómoda.  El alivio financiero y económico se sentirá rápidamente en Buenos Aires, Córdoba y Rosario; ¡hasta pueden llegar a levantar el corralito!  Pero la Argentina habrá dejado de ser una Nación íntegra.

Aparte, esta gente poco cree en las banderas, ya que ellos mismos quizás no tengan ninguna bandera para izar en reemplazo de la argentina por cuanto estamos hablando de una entidad supranacional carente de Patria.  Lo que sí seguramente veremos surgir es el logotipo de Patagonia, Inc., que será diseñado por marketineros de primer nivel de las agencias publicitarias de Madison Avenue en Nueva York o Fleet Street en Londres, que darán a esa nueva Compañía una imagen agradable y aceptable, al estilo McDonalds, Benetton o Coca-Cola...   Siempre “focalizados en el cliente”, ya que el concepto de ciudadano será superfluo.

¿Veremos entonces a la ignorante – si no algo peor – corporación de los políticos que hoy siguen ocupando y usurpando el Estado acordar un nuevo “megacanje” (o debiéramos decir un “recontramegacanje”), esta vez a favor de ese futuro joint-venture supranacional de Patagonia, Inc? ¿Tendrá esa nueva entelequia del nuevo orden mundial su sede corporativa en algún rascacielos de Nueva York o logia de Londres?

Los argentinos ya han sido víctimas del eufemístico “corralito
—porque en verdad se trata de una “confiscación”—: hoy se han quedado con nuestro dinero; mañana, si seguimos por el camino que llevamos, se quedarán con la escritura de nuestras casas, pues el territorio sobre el que estamos asentados y el Estado que avala esas escrituras pasarán a manos de algún mega-joint-venture transnacional. Cuando queramos realizar algún trámite o vender nuestra propiedad, ¿habrá entonces que ir a hacer cola en su head office en Nueva York? ¿Nos atenderán? ¿Nos dejarán disponer de nuestras propiedades o se ­repetirá lo de los bancos hoy? Piénselo. No se quede dormido. Todavía hay tiempo para reaccionar y hacer algo al respecto.

 

El operativo ya está en marcha

Como corolario de lo que decimos, resulta muy sugestiva una noticia publicada en el diario “El Cronista Comercial”[12] de Buenos Aires en primera página bajo el título “Un lobista de Duhalde sugiere canjear deuda por tierra pública”.   Nos enteramos que el estadounidense Norman Bailey,[13] asesor externo de Duhalde y quien le organizara su viaje a Washington en Agosto 2001 se reunió con el presidente a principios de Marzo y le entregó un informe “desplegando algunas de las propuestas que despertaron el interés presidencial.  Entre ellas figuran como tratar con los organismos internacionales, además de cuestiones sobre seguridad [e inteligencia].  En cuanto a la deuda pública, el mensaje de Bailey es que puede utilizarse como catalizador de inversiones las tierras fiscales....En la Argentina no quedan muchos activos por vender, pero aun se pude armar un esquema de canje de deuda usando tierras fiscales y activos provinciales, explicó Bailey a El Cronista.  La extensión de las tierras fiscales – propiedad del Gobierno – sin uso supera el tamaño de Italia.....el Gobierno podría establecer una Corporación Nacional de Desarrollo capitalizada con esas tierras públicas....La Corporación canjearía esos activos por bonos de deuda presentados por inversores interesados, que podrían destinarlos a usos industriales, agrícolas e inmobiliarios”[14]

Por otra parte y gracias a la alerta lanzada por la periodista santacruceña Liliana Venanzi desde su programa en Radio 21 de Caleta Olivia, Santa Cruz, y a través de un mensaje por el correo electrónico bajo el título “SOS Patagonia”, nos enteramos que la consultora empresaria Jorge Giacobbe & Asociados de Buenos Aires realiza una encuesta en la provincia de Chubut por cuenta y orden de una supuesta “empresa privada europea que desea conocer si los argentinos están realmente dispuestos a cumplir sus compromisos y la seguridad jurídica y política que le ofrece cada una de las provincias en las cuales piensa realizar una importante inversión”, manteniendo el “secreto comercial y profesional” respecto de la entidad de tal empresa.  

Según indica Liliana Venanzi y luego corrobora Juan Gabriel Labaké en su informe sobre la entrevista que mantuvo el 15-Abr-02 con Jorge Giacobbe, titular de dicha consultora, el tenor de algunas preguntas de dicha encuesta apuntan a que tal “empresa privada” o bien no existe y se trata en realidad de algún ente o agencia del nuevo orden mundial como el FMI, el Banco Mundial, la CIA, el Mossad o el MI6; o quizás algun gobierno exttranjero; o sino de alguna empresa que actúa por cuenta y orden de tales instancias. 

Decimos esto por cuanto algunas preguntas son claramente de índole geopolítica y poco o nada tienen que ver con objetivos comerciales.  Demos algunos ejemplos de las preguntas[15] que integran dicho cuestionario:

·      Pregunta 12: “¿Estaría de acuerdo con que la Argentina entregue los derechos sobre sus territorios en la Antártida para cancelar totalmente la deuda externa del país?”

(Comentario: El Tratado Antártico de 1961 renovado en 1991, superpone el sector Antártico argentino con el chileno y el británico.  En 2001, el “gobierno” de De la Rúa levantó la mitad de nuestras pocas bases en el  continente blanco “por razones presupuestarias”).

·      Pregunta 14: “¿Estaría de acuerdo con ceder territorios fiscales en Chubut para cancelar la deuda pública provincial?” 

(Comentario: esto se ensambla a la perfección con la propuesta del asesor de Duhalde, el estadounidense Norman Bailey).

·      Pregunta 15: “¿Estaría de acuerdo en la unificación de Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego en una sola provincia o región?”

(Comentario: paso importante hacia la creación de una nueva y única jurisdicción patagónica.  Preguntamos: ¿Será su futura capital Viedma, según prepararon y sueñan los alfonsinistas?  ¿Será el relieve mediático que beneficia al gobernador Kirschner un ejercicio de posicionamiento del futuro gobernador o incluso presidente de Patagonia?)

·      Pregunta 16: “¿Cuál es su posición respecto de la propuesta de que Argentina sea administrada económicamente por un funcionario del FMI o de algún otro organismo internacional?” 

(Comentario: ensambla a la perfección con las propuestas de Rudiger Dornbusch, Anne Krüger y Paul O’Neill, entre muchos otros).

·      Pregunta 17: “Debido a la situación de crisis que vive la Argentina, ¿desea irse del país?” 

(Comentario: es sabido que cuando se toma posesión de una propiedad, se la quiere “libre de intrusos”, o al menos lo más libre de “intrusos” posible....).

---------------------------

Innegablemente, nuestra Argentina pasa por un momento de graves peligros.  Hoy, más que nunca, se necesita de una dirigencia lúcida, valiente y decidida para defender el patrimonio nacional.  Hoy más que nunca urge desplazar a lo usurpadores que han copado el Estado en el Ejecutivo, Legislativo y en la Justicia, y que operan a favor de los intereses del nuevo orden mundial a nivel nacional, provincial y – en algunos casos – municipal.

Claramente, la única opción consiste en restaurar del Estado Soberano para que – como dice el Martín Fierro - de una vez por todas “venga a estas tierras un gaucho a mandar!”.  Urge la fundación de la Segunda República Argentina.

Buenos Aires, 21-Abril-2002

 

·          © Adrian Salbuchi, Córdoba y Buenos Aires, 2000, 2001 y 2002

·          Permitida su reproducción parcial y/o total si se cita la fuente en forma detallada.

·          En Córdoba: 27 de Abril 564, 8º “D” – Cordoba – (0351) 422-3102 – Juan Carlos Tresoldi – Susana Caviglia.

·          En Buenos Aires: Marcelo T. De Alvear 1354, 10º piso, Buenos Aires – (011)4814-4440 o 15-5339-7481 – asalbuchi@infovia.com.ar      Página Internet:  www.crear.unlugar.com



[1] Ver página Web de la British East India Company en http://www.theeastindiacompany.com  El resaltado es nuestro.

[2] Estas antiguas raíces históricas, que siempre han tenido aroma a droga y, luego, petroleo, quizás ayuden a comprender las acciones políticas y militares angloestadounidenses en Afghanistán en 2001/2002 (siendo que se trata del principal productor mundial de opio) y en Serbia en 1999 (siendo que Serbia era el principal centro de narcolavado en Europa Central y puente entre oriente y occidente, uno de cuyos agentes se llamaba Milosevich).  

Resulta notable un análisis realizado por el semanario The Economist de Londres recogido por el diario La Nación de Buenos Aires del 06-Abr-02 que, refiriéndose al precio del opio que en pocos meses trepó de u$s 450 el kilo a u$s 900 el kilo, dice que “el precio empezó a trepar cuando los talibanes pusieron fin al cultivo de la adormidera en Afganistán.  Tras los bombardeos norteamericanos y la caída de los talibanes, los campesinos afganos se disponen a reanudarlo: es su cultivo rentable.  En el resto de la región, los productores de opio quieren comercializar su producto [opio] antes de que la nueva oferta afgana lo abarate.”  ¡¡Notable!!   Uno puede preguntarse si una de las razones de la espantosa guerra contra Afganistán no fue para desplazar a esos malos talibanes – ¡terroristas ellos! – que prohibieron el opio.  Gracias a las bombas norteamericanas, ahora volvimos al “business as usual”.  El HSBC, el CitiCorp y la Dinastía Bush muy agradecidos....

[3] “The Economist” es el vocero oficioso del Royal Institute of International Affairs de Londres y de la Trilateral Commission, uno de cuyos miembros – Bill Emmott – es director ejecutivo del prestigioso semanario londinense.

[4] Hasta hace pocos meses, la Enron Corporation era la séptima mayor empresa estadounidense, según el ranking de las Fortune 500. A raíz de dudosos negocios y de una contabilidad aún más dudosa que involucra a una de las auditoras gigantes - Arthur Andersen y su brazo consultor, Andersen Consulting -, una fusión prevista con Dynergy, Inc., por casi 10.000 millones de dólares fracasó sorpresivamente, lanzando a Enron hacia el colapso. Sus acciones que se cotizaban a principios de 2001 en la Bolsa de Nueva York en casi U$S 90 cada una, hoy valen apenas U$S 0,80.   Evidentemente, aquí tenemos otro ejemplo del “colapso controlado del sistema financiero planetario” promovido desde el Council on Foreign Relations del que venimos hablando reiteradamente.   Hoy Enron se halla en concurso preventivo de acreedores y conforma uno de los tantos escándalos que afecta al sistema financiero y bursátil del mundo industrial.  También Arthur Andersen, acusada formalmente por la Justicia estadounidense de haber destruido toneladas de documentación y evidencia, se considera que desaparecerá muy rápidamente.

Interesante resulta señalar que el Chairman y CEO de Enron, el Sr. Kenneth Lay es íntimo del entorno Bush y miembro de la poderosa Trilateral Commission, al igual que otros importantes miembros del directorio de Enron.

[5] Ver “The Economist”, artículo Economics focus: When countries go bust, 08-Dic-01, pág. 68, sección “Finance and Economics”.  El artículo lleva como subtítulo “Argentina demuestra que existe la necesidad de introducir un procedimiento para administrar la quiebra de Estados soberanos”.   Entre otros conceptos que preanuncia, dice el artículo que “Si se crea un mecanismo de bancarrota bajo auspicios del FMI, ello requerirá cambios en el estatuto del Fondo y quizás cambios en las leyes de todos sus países miembros”.    El artículo señala que mientras que empresas en quiebra como Enron tienen un marco legal dentro del cual  promover el concurso preventivo, luego la bancarrota hasta llegar a la disolución como organización económica, “la Argentina no tiene semejante marco jurídico que la proteja”.  La subdirectora ejecutiva del FMI, Anne Krueger (miembro del CFR), “recientemente sugirió que un país cuyas deudas fueran realmente insostenibles, debiera poder contar con un mecanismo para restructurarla en forma similar a la manera en que las empresas pueden declararse en quiebra”.   Otro concepto  enfatizado por The Economist consiste en la necesidad de “asegurar que un país deudor esté negociando de buena fe y promoviendo en la práctica políticas económicas sensatas”.  Preguntamos nosotros: ¿quiénes determinarán cuándo y por cuáles causas un país puede dejar de obrar de “buena fe”?  ¿Veremos pronto como defender el Interés Nacional será un claro indicio de que un país no está obrando de “buena fe”? 

[6] Señalamos que Dornbüsch es columnista de la prestigiosa revista financiera estadounidense “Business Week”, profesor de economía en el Massachussets Institute of Technology (MIT), y miembro del Council on Foreign Relations.

[7] Para más detalles, ver del autor “El Cerebro del Mundo: la cara oculta de la Globalización” (Ediciones del Copista, Córdoba, 3ra. Ed., 2001, 444 pags.)

[8] Esta ley está “cajoneada” pero no muerta.  Complementa esta gradual estrategia de posicionar la “nueva capital”, el hecho de que la Constitución de 1994 haya transformado a la Ciudad de Buenos Aires en “ciudad autónoma”, lo que posiciona una eventual fractura territorial que retenga a Buenos Aires como capital de una Argentina empequeñecida con una frontera sur en los Ríos Colorado y Negro, y una “República Patagónica” al sur – sea incorporando territorio chileno o sin él – con su capital en Viedma. 

[9] Theodor Herzl, fundador del movimiento nacional sionista, en su obra “Ein Judenstaat” publicado en 1896 propone precisamente esto en un capítulo que habla del nuevo estado a fundarse y que lleva el sugestivo título de “¿Palestina o Argentina?”.   Ver del autor “El Cerebro del Mundo....”

[10] Ver “El Cronista Comercial”, Buenos Aires, 18-Mar-02, pag. 12.  La posibilidad de que fuertes contingentes poblacionales de ciudadanos israelíes capacitados, de alto nivel educacional y cultural sean trasladados en forma masiva a la Patagonia representaría una solución estructural a su situación crecientemente insostenible del Estado de Israel en Palestina, dada la violencia, muerte y represión que existe en ese territorio.   La Patagonia, según los centros de planeamiento del nuevo orden mundial, fácilmente podría absorber varios millones de civiles israelíes, con lo que el Estado de Israel quedaría compuesto – durante algunas décadas al menos - por fuertes contingentes militarizados y con espíritu de colonos – el colonialismo sionista sobre Palestina – que podría entonces mantener su hegemonía en Medio Oriente de la mano del Imperio estadounidense y a sangre y fuego, todo dentro del paradigma militarizado de la actual “guerra contra el terrorismo” promovida por Estados Unidos y sus principales aliados a nivel mundial.  No olvidemos que el planeamiento estratégico a largo plazo es, precisamente, eso: a largo plazo, o sea puede abarcar siglos enteros, por más que los argentinos nos hayamos acostumbrado a pensar y planificar en términos de un par de años a lo sumo…

[11] Hablando del World trade Center donde tenían oficinas JP Morgan, Merrill Lynch y otros grandes bancos, sería bueno saber qué cantidad de títulos de la deuda externa argentina se destruyeron aquél fatídico 11 de Septiembre, cuyos tenedores ya no podrán presentarlos al Estado Nacional.   ¿Tendrá esto algo que ver con el “corralito” y la fuga de miles de millones de dólares del país producido a los pocos meses?  ¿Habrá habido alguna amplia maniobra para cobrar – ejecutar - esos bonos antes que tener que admitir que sus tenedores los perdieron?  Todo es posible enla mente de los ingenieros financieros del sistema actual...

[12] Ver “El Cronista Comercial”, Buenos Aires, 18-Mar-02, pags. 1, 12, 13 y 14

[13] Norman Bailey, es economista consultor y Profesor y Miembro de la Potomac Foundation de Washington DC., un think tank dentro de la red que incluye al Council on Foreign Relation, la Trilateral Commission y otras.  Presidente de Norman A. Bailey, Inc.  Ex-asistente especial del presidente Ronald Reagan para asuntos economicos internacionales y miembro de la National Security Council (NSA) (ver del autor “El Cerebro del Mundo...” para un a descripcion más amplia sobre la importancia clave de la NSA en la estructura de poder estadounidense). 

[14] Ver “El Cronista Comercial”, Buenos Aires, 18-Mar-02, pag. 13.

[15] Esta información se halla disponible en www.juanlabake.com.

   
   

  pagina de Inicio

    Visitante