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The Jerusalem Post, 27 de octubre
de 2005 - El rabino David Rosen del Comité
Judío Norteamericano, dijo que la Iglesia Católica tendría que rechazar
categóricamente cualquier intento de convertir judíos.
"Aunque Nostra Aetate
dice que no debe hacerse ningún intento para convertir
judíos, muchos católicos siguen expresando la esperanza
de una conversión" , dijo desde Roma al The Jerusalem Post
durante el 40º aniversario de la promunlgación de Nostra Aetate,
que revolucionó las relaciones de la Iglesia Católica con
los judíos.
Rosen, el director internacional de asuntos
interreligiosos de AJC, durante más de una década ha estado involucrado en las
negociaciones vaticano-israelíes
 Él y el Cardenal Jean-Marie Lustiger, Arzobispo
retirado de París, judío converso, van a ser conferenciantes clave en la noche
del próximo jueves..
El Cardenal Walter Kasper, presidente de la
Comisión Vaticana para la Relaciones Religiosas con los judíos, es anfitrión
del evento.
Nostra Aetate fue uno de los documentos clave
surgidos del Coancilio Vaticano II desarrollado entre 1962 y 65, que modernizó
la Iglesia.
En el mismo, el Vaticano deplora el antisemitismo
en todas las formas y repudia la carga de deicidio que culpaba a los judíos por
la muerte de Cristo.
Comentando el proselitismo católico, Rosen dijo
que muchos prominentes teólogos, tales como Kasper consideran que cualquier
intento de convertir judíos, aún desapercibidas invitaciones, son inapropiadas
e innecesarias. "Pero algunos
teólogos, como el Cardenal Avery Dulles interpretan Nostra
Aetate de otra forma", dijo. "Aunque rechazan el proselitismo,
sostienen que una abierta invitación a la conversión está
permitida". ... a
pesar de su crítica sobre los intentos de conversión,
Rosen calificó a
Nostra Aetate como un cambio de mentalidad revolucionario en la teología de la
Iglesia Católica.
"puede sonar exagerado, pero no ha
habido nada comparable en la historia de la humanidad", dijo."Imagine
un billón de seguidores a quienes se les ha enseñado el descontento hacia los
judíos y el judaísmo, a quienes se les ha inculcado la idea de que los judíos
están aliados con el diablo, y a los que de repente se les dice que los judíos
son buenos. Fue Juan Pablo II que los llamó 'nuestros amados hermanos
mayores'".
Rosen dijo que Nostra Aetate también abrió el
camino para las relaciones diplomáticas entre el Estado de Israel y el
Vaticano, reconociendo la tierra de Israel como el hogar ancestral del pueblo
judío.
"Es apropiado dar gracias a Dios por el
incríble giro en el pensamiento de la Iglesia.
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