TRANSPORTE DEL ESPERMATOZOIDE

Después de la espermiogénesis en los túbulos seminíferos, los espermatozoides están maduros desde el punto de vista morfológico pero son inmóviles e incapaces de fecundar al óvulo.

El líquido testicular los transporta pasivamente al epidídimo, en donde maduran bioquímicamente. Este período se asocia con cambios en las glucoproteínas de la membrana plasmática de la cabeza del espermatozoide. Cuando han alcanzado la cola del epidídimo, ya pueden fecundar al óvulo.

En el momento de la eyaculación pasan rápidamente por el conducto deferente y se mezclan con las secreciones líquidas de las vesículas seminales y la próstata

 

La glándula prostática le aportan: ácido cítrico, fosfatasa ácida, iones de cinc y magnesio.

Las vesículas seminales le aportan fructosa (principal fuente de energía ) y prostaglandinas.

Los 2 a 6 ml de una eyaculación ( semen) suelen constar de 40 a 250 millones de espermatozoides mezclados con líquido alcalino procedente de las vesículas seminales y secreción ácida (pH6,5) de la próstata. El ph del semen normal suele estar entre 7,2 y 7,8.

Cuando los espermatozoides son depositados en el canal vaginal, entran en un período de hiperactividad, que constituye el fenómeno de CAPACITACION. Esta se produce en el tracto genital femenino.

La capacitación se produce por la influencia de las secreciones de los tejidos del tracto reproductor femenino ( factor capacitante), que interaccionan con receptores, presentes en el cuello del espermatozoide, lo que desencadena una serie de reacciones que llevan a la hiperactivación . Esta es necesaria para que los espermatozoides puedan llegar a la porción ampular de la trompa uterina, donde se realiza la fecundación.