LOS DIENTES

Los dientes podemos definirlos como cada uno de los órganos duros, blancos, lisos, engastados en los alvéolos de los maxilares y que sirven para la masticación de los alimentos. Los bordes de los alvéolos están recubiertos de mucosa bucal y se denominan encías. El número es de treinta y dos en el hombre adulto, dieciséis en cada mandíbula.

1.- LOS DIENTES SEGÚN SU FORMA Y SU FUNCIÓN

Por su forma, los dientes se dividen en:

- Incisivos o cuneiformes, situados en la parte anterior, cuatro en cada maxilar. Tienen la corona aplanada para cortar los alimentos.

- Caninos, angulares, situados por fuera de los precedentes, en número de dos para cada maxilar. Son de corona puntiaguda para desgarrar.

- Premolares, falsos molares o bicúspides, que siguen a los caninos, dos en cada lado, ocho en total. Su corona es cuadrangular con dos tubérculos para triturar.

- Molares, molares verdaderos o multicúspides, siguen a los premolares, hay tres en cada lado y son doce en total. Su corona también es aplastada pero poseen cuatro tubérculos para triturar y moler. El último de estos molares es la muela del juicio, algunas personas no la poseen.

Estos son los dientes definitivos y en un adulto, como hemos dicho, pero los niños poseen unos primeros dientes o dientes de leche, dos incisivos, un canino y dos molares en cada hemiarcada (veinte en total), que terminan cayendo para dejar paso a los permanentes.

Los dientes de leche empiezan a salir a partir del sexto o séptimo mes y es a los cinco o seis años cuando empiezan a caerse para dejar paso a los siguientes, que se completan hacia los veinte años.

2.- ESTRUCTURA DE LOS DIENTES

La parte central de un diente es una cavidad ocupada por la pulpa dentaria o masa de tejido conjuntivo con vasos sanguíneos y nervios, que penetran por un orificio situado en el vértice de la raíz y proporcionan alimento y sensibilidad al diente.

La pulpa esta rodeada por el marfil o dentina, capa muy gruesa y de composición semejante a la del hueso, pero más rica en sales minerales. El marfil está protegido por una capa más externa: el esmalte, sustancia caliza que recubre corona y cuello, o el cemento, sustancia ósea que recubre la raíz. La capa externa de la raíz se une a la pared alveolar por un ligamento o periodonto.

3.- PARADIENTE O ESTRUCTURAS ASOCIADAS

Son las estructuras responsables de la fijación de los dientes en los huesos maxilares y mandibulares. Corresponden al cemento, membrana periodontal y hueso alveolar. El cemento consiste en una capa ósea que cubre la dentina de la raíz y tiene una estructura semejante a la del hueso, aunque no presenta vasos sanguíneos. El cemento tiene mayor espesor en la región apical de la raíz, presentando en este punto células semejantes a los osteocitos del hueso, llamadas cementocitos. Como el cemento no tiene riego sanguíneo, la nutrición de estas celular se realiza a través de unos canalículos, que se localizan en el cemento. Es un tejido que reacciona con mucha facilidad, siendo reabsorbido cuando existen alteraciones en la membrana periodontal. En la extremidad de la raíz, la producción de cemento es continua para compensar la erupción normal que el diente experimenta. Aunque esta erupción es muy lenta, la formación del cemento es imprescindible para mantener el tamaño de la raíz y garantizar la fijación del diente.

El ligamento periodontal, esta formado por un tejido de características especiales, que une el cemento dentario al hueso alveolar, permitiendo, no obstante, leves movimientos del diente dentro de los alvéolos. La membrana periodontal se encuentra formada, por fibras colágenas, orientadas de modo que transformen las presiones ejercidas durante la masticación en tracciones. Esta orientación de las fibras es importante, puesto que evita que se ejerzan fuertes presiones directamente sobre el tejido óseo, lo que provocaría su reabsorción. Los espacios entre las fibras de colágeno, se rellena con glucoproteínas. Todo este sistema actúa como un cojín amortiguador de las presiones ejercidas sobre el diente. Cualquier alteración que provoque la alteración de este sistema, producirá un aumento de movilidad de los dientes dentro de los alvéolos, y en casos extremos la caída de estos. El hueso alveolar, es la porción de hueso que está en contacto inmediato con el ligamento periodontal. Está formado por tejido óseo, cuyas fibras de colágeno no están dispuestas en formaciones laminares típicas. Varias fibras colágenas del ligamento periodontal forman haces que penetran en el hueso y en el cemento, insertándose en estas estructuras.

4.- LA ENCÍA

Está formada por una lámina propia de tejido conjuntivo denso, firmemente adherida al periostio del hueso, y un epitelio estratificado plano. Este epitelio se une al cuello del diente por medio de una capa sin células, formada por proteínas, hidratos de carbono y lípidos.

5.- LA CARIES DENTAL

Si se consumen muchos dulces, aumentan la cantidad de partículas azucaradas que se quedan retenidas en las hendiduras de los dientes, sirviendo de alimento a numerosas bacterias productoras de ácidos, que destruyen el esmalte y el marfil provocando una caries. La infección puede llegar a la pulpa, a través de la cual se propaga con rapidez, y originar un absceso o flemón en la raíz del diente. Para prevenir la aparición de caries hay que realizar una buena limpieza y cepillado de los dientes después de cada comida, sobre todo antes de acostarse. El movimiento del cepillo debe ser vertical, de la encía al diente.

Por otra parte, hay que cuidar la alimentación, evitando el azúcar y los productos dulces y pegajosos. Es conveniente masticar frutas y verduras frescas de consistencia dura, como manzanas y zanahorias, pues limpian y arrastran la suciedad depositada en los dientes.