CONDUCTO-DELTOIDES

CONDUCTO DEFERENTE DELTOIDES

El conducto deferente es la continuación del epidídimo, y desemboca en el conducto eyaculador. Mide unos 40 cm. de longitud y 2 mm. de diámetro si bien su luz tiene un diámetro de unos 0,5 mm. debido fundamentalmente a la gruesa capa muscular que le rodea. Es de forma cilíndrica y sigue un trayecto muy complicado, pues sale desde la cola del epidídimo, corriendo paralelo a éste por su cara interna y por la parte superior del testículo , hasta llegar a un punto en la porción anterior de este último, en el que , gracias a un acodamiento asciende hasta el orificio externo del conducto inguinal. Recorre dicho conducto , llega a la pelvis desemboca en el conducto eyaculador, que se forma por la confluencia del conducto deferente y la vesícula seminal.

CONDUCTO TORACICO

El conducto torácico se origina a partir de la cisterna de Pecquet. El depósito de quilo, o cisterna, de Pecquet, es una dilatación ampular situada en el origen del conducto torácico que se encarga del almacenamiento de linfa, que recibe de los miembros inferiores: intestino, vísceras pélvicas y riñones. Por su parte, el conducto torácico, se dirige hacia arriba, por delante de la columna vertebral, a través del diafragma y mediastino anterior. Se incurva hacia la izquierda, para pasar por la vena yugular interna de este lado, y se abre en la vena subclavia, en el ángulo formado entre la misma y la vena yugular interna. El conducto torácico mide unos cuarenta y cinco centímetros de largo, y está provisto de pares de válvulas. Además, representa el ducto linfático izquierdo en el hombre y sus ramas proceden de todas partes del cuerpo menos del cuadrante superior derecho.

CORAZON

El corazón produce una hormona llamada atriopeptina, que ayuda a mantener el contenido de los fluidos para disminuir la presión y el volumen de la sangre. Sin una adecuada presión saguínea no se podría mantener la circulación. El corazón impulsa la sangre para que circule por las arterias. La fuerza del latido cardíaco distiende las fibras elásticas, pero después que un latido ha pasado y antes que empiece otro, las paredes arteriales que estaban distendidas, se contraen, aunque este descenso en su presión es constante. Algunas de las hormonas, especialmente la adrenalina, son estimulantes del trabajo cardíaco. Un ligero aumento del calcio en el corazón hace más fuertes los latidos cardíacos, mientras que un exceso de sodio o potasio, los hace más débiles. Todos estos factores trabajan juntos, no sólo para mantener el funcionamiento del corazón, sino también para regular la velocidad y fuerza de los latidos.

CORAZON

El corazón es un órgano musculoso, situado en el tórax, entre los dos pulmones. Es algo mayor que un puño. Exteriormente, se encuentra envuelto en una membrana llamada pericardio, debajo de la cual se encuentra un tejido musculoso o miocardio, estando, por último, su parte más interna recubierta de otra membrana que recibe el nombre de endocardio. El corazón se divide en cuatro cavidades, las superiores reciben el nombre de aurículas y, las inferiores son los ventrículos. A las aurículas llega sangre de todo el cuerpo, a través de las venas. De los ventrículo sale sangre a todo el cuerpo, por medio de las arterias. El corazón se contrae y dilata rítmicamente para bombear la sangre e impulsarla en su recorrido a través de las arterias. A los momentos de contracción se les llama sístole, y a los de dilatación diástole.

EL CRANEO

El cráneo forma parte del esqueleto de la cabeza y está constituido por una caja ósea o cartilaginosa, que encierra el encéfalo y presenta oquedades en que se alojan los órganos del olfato, de la vista y del oído. Su parte superior se llama bóveda, y la parte inferior base. Consta de una membrana basal con los pares de cápsulas olfativas, ópticas y óticas (relativas al oído). Luego aparecen puntos de osificación que dan lugar a ocho huesos: occipital, esfenoides, etmoides, dos temporales, frontal y dos parietales, que se articulan entre sí mediante suturas.

El esqueleto craneal está recubierto posteriormente por un periostio delgado, una membrana fibrosa que, adherida a los huesos, sirve para su nutrición y renovación. Interiormente queda tapizado por la duramadre.

NERVIOS CRANEALES

En el tronco cerebral, zona de transición entre el cerebro y el cerebelo, están localizados los núcleos de los nervios craneales. Los nervios craneales, junto con los nervios raquídeos, forman un conjunto del sistema nervioso cerebro-espinal, que es una de las partes del sistema nervioso periférico. De hecho, se conocen tres clases de nervios, según su función: sensitivos, motores y mixtos. Los doce pares de nervios craneales, cuyos nombres expresan su función, surgen de la superficie inferior del cerebro, realizan funciones sensoriales y/o motoras, principalmente en la cabeza y en la región del cuello. Los nueve nervios con fibras predominantemente motoras también contienen fibras sensoriales autoreceptoras, es decir, son nervios mixtos, que transmiten al sistema nervioso central información sobre la tensión de los músculos a los que sirven. Pero los olfatorios y ópticos solamente cumplen la misión sensorial, y los óculo motores, trocleares, accesorio e hipoglosos son únicamente nervios motores.

NERVIO CUBITAL

El nervio cubital está localizado en el codo. También forma parte del plexo braquial. La ramas del nervio cubital va a los músculos del antebrazo y la mano, además, a la piel de la porción medial del antebrazo y la mano. Por tanto, el nervio cubital llega al antebrazo por detrás del epicóndilo medial, desciende sobre el flexor profundo de los dedos, unido a la arteria cubital. Su trayecto continúa sobre el flexor profundo de los dedos hasta la muñeca y pasa allí por delante del retináculo flexor y por fuera del pisiforme cuando ingresa en la palma. En el codo, inerva al flexor cubital del carpo y a la mitad medial del músculo flexor profundo de los dedos. Por arriba de la muñeca, el nervio cubital emite una rama dorsal.

Este nervio, en posición distal a este punto, desaparece en la profundidad de las dos porciones del flexor cubital del carpo. Las dos porciones nacen, una del tendón flexor común, la otra del borde medial del olécranon y del borde posterior de la diáfisis del cúbito.

CÚBITO

El cúbito es un hueso largo, par y no simétrico, que se encuentra en la parte interna del antebrazo, cuyo esqueleto forma conjuntamente con el radio. Ligeramente inclinado de abajo arriba y de fuera a dentro, su dirección no es enteramente rectilínea. Por abajo se le ve inclinarse hacia atrás y afuera, aproximándose así al radio. Se articula con éste y con el húmero y el carpo. Su cuerpo es de forma prismática triangular y posee tres caras, anterior, posterior e interna; de sus extremos, el superior está formado por dos apófisis: una posterior llamada olécranon, de dirección vertical, y otra anterior llamada coronoides, de dirección horizontal; entre ambas, la cavidad sigmoidea. El extremo inferior constituye la cabeza del cúbito y tiene por dentro la apófisis estiloides, cilíndrica y de dirección vertical.

DELTOIDES (músculo del hombro)

El deltoides es el músculo grueso situado sobre el hombro. Este músculo voluminoso en su desarrollo tiene tres haces o porciones: los haces anteriores, los haces medio y los posteriores. Sus fibras surgen desde el tercio externo de la clavícula y desde la apófisis acromial de la escápula. El músculo deltoides se inserta en la tuberosidad deltoidea que es una zona rugosa en la mitad inferior de la diáfisis del húmero. Este músculo es un poderoso abductor del brazo que está encargado de levantarlo, de controlar su descenso y de sus rotaciones media y lateral. La función de elevar el brazo activa los haces anteriores o claviculares sinérgicos en flexión y rotación medias; la porción posterior en la extensión y la rotación lateral y los haces medios elevan el brazo a la horizontal.