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ABERTURAS DE LOS URÉTERES-AORTA

ABERTURAS DE LOS URÉTERES

Los uréteres son unos conductos que drenan el riñón, transportando el líquido a la vejiga. Se dividen el tres regiones: abdominal, ilíaca y pelviana.

Cada una de ellas presenta una zona estrecha, la unión ureteropelviana, donde la pelvis renal se une al uréter y los uréteres se cruzan con los vasos iliacos, y la unión ureterovesical, donde el uréter entra en la vejiga. En este punto, la unión ureterovesical, se produce el paso de la orina a la vesícula y este paso esta controlado por la existencia de dos esfínteres, el esfínter uretral interno, compuesto por fibras musculares lisas dispuestas en haces espirales, longitudinales y circulares, que en conjunto se denominan músculo detrusor de la vejiga, y que al tratarse de fibras musculares lisas reciben inervación simpático y parasimpática, y el esfínter uretral externo, que esta formado por músculo esquelético y se controla de manera voluntaria.

ABERTURA VAGINAL

Dentro de la abertura vaginal encontramos el vestíbulo vaginal , que es toda aquella zona que queda delimitada por los labios menores. Por detrás cierra el espacio la horquilla vulvar, y el suelo esta formado por un epitelio escamoso.

En la parte anterior del vestíbulo se encuentra el clítoris. Es un órgano eréctil que puede considerarse como el equivalente en la mujer al pene masculino. Está formado por la unión de dos cuerpos cavernosos. El cuerpo del clítoris mide unos 2 cm. de largo y 6 mm. de ancho.

Por detrás del clítoris y delante del tubérculo vaginal está situado medialmente, en la parte anterior del vestíbulo, el orificio uretral o meato urinario.

En el cuerpo del vestíbulo desemboca la vagina a través del orificio vaginal que está rodeado por un repliegue de la mucosa vaginal denominado himen.

A los lados del orificio vaginal se sitúan los bulbos vaginales o vestibulares, recubiertos por los músculos del plano superficial del periné.

En la parte posterior del vestíbulo se encuentran las glándulas vulvovaginales o de Bartholino.

ADENOIDE

La adenoide es un desarrollo exagerado de la amígdala faríngea, denominado también vegetaciones adenoides. Las adenoides suelen ocurrir antes de los diez años de edad: la amígdala crece y toma una forma arracimada, aunque su tamaño acostumbra volver espontáneamente a la normalidad después de la pubertad. Existe un cuadro clínico asociado a las vegetaciones adenoides, denominado adenoidismo, que aparece como consecuencia de repetidos procesos inflamatorios nasofaríngeos y de diversos factores constitucionales. Sus características son: nariz afilada, labio superior corto, incisivos superiores salientes, boca semiabierta, aspecto despreocupado y apagado. El aumento del volumen de la amígdala faríngea causa dificultades en la respiración y deglución y procesos inflamatorios de origen infeccioso que producen otitis, laringitis, bronquitis. A este cuadro clínico se le añaden diversos transtornos nerviosos, como tics, micciones nocturnas y retraso en el desarrollo mental. Cuando los transtornos indicados se vuelven persistentes se recurre a la extirpación de las adenoides.

ADUCTOR LARGO

Los aductores o músculos aproximadores forman parte de la cara anterior del muslo. Los músculos aductores son los que con su contracción, determinan el movimiento de aducción, como los músculos aductores de la espalda, de la mano, de la pierna, etcétera. Estos músculos se dividen en tres grupos: el primer aductor, el segundo y el tercero. Todos ellos tienen su origen en el cuerpo del pubis. La función principal de los aductores es la de aproximar, flexionar y permitir la rotación externa del muslo.

ALVEOLOS PULMONALES

Cada bronquiolo termina en un ensanchamiento o vejiga que son los alvéolos pulmonares. Es una dilatación terminal de las ramificaciones bronquiales en la que se verifica el intercambio gaseoso entre el aire alveolar y la sangre circulante en la red capilar. Estos alvéolos se encuentran divididos, a su vez, en multitud de cavidades microscópicas, denominadas vesículas pulmonares. La superficie que presenta la pared interna de todas las vesículas pulmonales se calcula en unos cien metros cuadrados. Cada alvéolo tiene una finísima pared, rodeada por una tupida red de capilares sanguíneos, por los que circulan los hematíes que serán transportistas del oxígeno y del anhídrido carbónico. Los alvéolos pulmonares son asiento de numerosos procesos patológicos, como la enfermedad de las membranas hialinas pulmonares en los recién nacidos, el enfisema pulmonar, entre otros.

AMIGDALAS

Las amígdalas son los órganos situados en la faringe, constituidos por depresiones del epitelio o criptas, que se ramifican, rodeados por una gran riqueza de elementos linfáticos. Las amígdalas comprenden las amígdalas palatinas, la amígdala faríngea, la amígdala lingual y las amígdalas tubáricas. Las amígdalas constituyen una barrera defensiva frente a los agentes externos que, al ponerse en contacto con el tejido linfoide, actúan como antígenos desencadenando una reacción inmunitaria. El conjunto de amígdalas de la faringe se conoce como anillo linfático de Waldeyer, que desempeña una importante función defensiva. Las amígdalas pueden estar afectas por diversos procesos patológicos, fundamentalmente procesos inflamatorios o amigdalitis, muy frecuentes en los niños. Más raramente son origen de tumores de carácter maligno, ulcerantes o vegetantes.

AORTA

La aorta es la arteria principal del cuerpo y la de mayor tamaño: su diámetro oscila entre dos centímetros y medio y tres, disminuyendo progresivamente conforme se aleja del corazón. La aorta es la arteria principal del cuerpo porque, partiendo del ventrículo izquierdo en la cavidad torácica, se extiende hasta bifurcarse para dar las arterias ilíacas primitivas en la cavidad abdominal. La arteria aorta se divide en tres porciones: aorta torácica, cayado y aorta abdominal. La aorta torácica se origina en el orificio aórtico del ventrículo izquierdo. Tiene tres partes: la aorta ascendente, el cayado de la aorta y la aorta descendente. La aorta ascendente mide aproximadamente cinco centímetro y se dirige hacia arriba. El cayado de la aorta gira hacia atrás y a la izquierda sobre el bronquio izquierdo hasta alcanzar el lado izquierdo de la cuarta vértebra.